La alcaldesa de San Bartolomé, Dolores Corujo, descubrió en la mañana del domingo, acompañada por el escultor Rigoberto Camacho, la escultura “La Malagueña” como homenaje al folclore de este pueblo, junto a Lero, Marcial de León, presente en la cita, y que junto a Cesarita Martín y Nievita Perera, llevaron la malagueña por numerosos escenarios.

“San Bartolomé es cuna del folclore insular y por ello, este acto es el reconocimiento a todas las personas que han hecho grande el toque, canto y baile de este pueblo y han contribuido a la recopilación, a la innovación y recuperación de las tradiciones folclóricas”, destacó Corujo.

La escultura es un homenaje “a la malagueña, que representa muy bien nuestra tradición musical y de baile, por la hondura de sus canciones y por su origen antiguo”, añadió la alcaldesa.

En su intervención, mencionó a la Agrupación Ajei, que nació en 1940 y “marcó un punto y aparte iniciando el camino de un folclore que pasa de las calles, los caminos, los campos, a los escenarios, ganando prestigio en el exterior a la vez que se empieza la enorme labor de recopilación”.

“Se introdujo el sorondongo, modificando don José María Gil la letra, elaborando distintas versiones, extendiéndose las novedades también a la coreografía, gracias a los pasos introducidos por Marcial de León, responsable de la presencia de palos en la isa del pastor y de la actual coreografía de la malagueña”, recordó.

La celebración incluyó las actuaciones de la Escuela Municipal de Folclore, de la Agrupación Folcórica La Peña, la Agrupación Folclórica Guadarfía, y Parranda La Pichona. Uno de los momentos emotivos de la velada, lo protagonizó “Lero”, saliendo a bailar una malagueña, recibiendo el enorme aplauso del público.

La escultura  tiene una altura de dos metros y es obra del escultor lanzaroteño Rigoberto Camacho. Licenciado en Bellas Artes, en la actualidad es becario de la Facultad de Bellas Artes de la UCM, contando con un taller en la misma facultad.