-De estrenarse como cargo público y ser casi un desconocido para buena parte de la ciudadanía a convertirse en el alcalde de la capital de Lanzarote. ¿Quién es Yonathan de León y de dónde ha salido?

-Me crie en Las Salinas y, cuando formé mi familia, me mudé a Argana Alta, donde sigo residiendo. Emprendí mi negocio, durante 10 años, en el sector cárnico, en el barrio de Titerroy. Eso me sirvió para conocer las demandas de los barrios y estar cerca de los vecinos, algo que quiero que sea una de nuestras señas de identidad: tratar de forma cercana a todos los ciudadanos. Tengo 39 años (6 de enero de 1984) y tengo dos hijos: un niño de 12 y una hija de 16 años.

-¿Cuándo se enteró, realmente, de que iba a ser alcalde de Arrecife? No me diga que fue cuando el Parlamento eligió como presidenta a Ástrid Pérez…

-Por una llamada que recibo de Ástrid, en donde me puso sobre la mesa esa posibilidad. Fue después de las elecciones de mayo y antes de tomar posesión en el Ayuntamiento. Cuando vas en una lista electoral sabes que puede pasar que tengas que asumir la máxima responsabilidad. Siempre pongo el ejemplo de Isidro Pérez, que iba el número seis en la lista y le tocó ser alcalde de San Bartolomé. Ástrid se presentó, obviamente, para volver a ser alcaldesa, pero el cargo de presidenta del Parlamento creo que es irrenunciable. Es la primera vez en la historia que alguien de una isla no capitalina ostenta la presidencia. La posibilidad de ser alcalde me cogió por sorpresa y fueron días de pensar mucho, de hablar con la familia, porque es una responsabilidad y sabes que le tienes que dedicar mucho tiempo. Como asesor, los últimos cuatro años he trabajado mano a mano con Ástrid y he podido conocer todas las áreas. Eso me daba tranquilidad, aunque Arrecife no es un Ayuntamiento fácil, viene con muchos problemas, pero he asumido la alcaldía con la mayor de las ilusiones y muchísimas ganas.

-Ástrid Pérez renuncia a la alcaldía por el Parlamento, Tovar se queda en el Cabildo, San Ginés no llegó a tomar posesión como concejal y, recientemente, José Montelongo deja el Ayuntamiento por un cargo en el Gobierno. ¿No cree que el ciudadano puede pensar que los partidos ven al Ayuntamiento de Arrecife como un segundo plato?

-Creo que no. Al final, influyen también las aspiraciones de cada persona, los entusiasmos de cada uno. En el caso de Ástrid, insisto, la presidencia del Parlamento era irrenunciable, por responsabilidad política y como mujer de Lanzarote. No voy a responder por los demás, cada uno sabrá en qué momento de su vida política está y qué es lo que quiere.

“En septiembre se va a crear la Unidad de Transformación de los barrios”

-De Ástrid Pérez, que lleva dos décadas en política, se conoce su carácter y cómo ejerce su liderazgo… ¿qué tipo de alcalde quiere ser Yonathan de León?

-Uno que, sobre todo, tenga cercanía, humildad, respeto y diálogo. Creo que hay que escuchar al vecino. A nivel personal siempre he escuchado la palabra de los mayores. Mi padre siempre me decía: “No te eches a la boca más de lo que puedas masticar”. En ese sentido, si un vecino tiene un problema y no se lo puedo solucionar porque técnicamente no se puede, no le voy a decir lo contrario. Prefiero dejarlo claro, porque si no cumplo la palabra dada estaría engañando por partida doble. Prefiero ser sincero con los ciudadanos y no prometer nada que no pueda cumplir. La sinceridad ante todo.

-¿Cuáles son las prioridades de este grupo de gobierno, formado por dos partidos, PP y CC, que ya gobernaron en la recta final del pasado mandato, pero en el que hay caras nuevas?

-Uno de los objetivos principales es la aprobación del Plan General de Ordenación Supletorio, como mínimo. Es una herramienta esencial que nos permitirá avanzar en la ciudad. Es cierto que no va a resolver todas las necesidades respecto a la ordenación del municipio, pero es un trabajo que hay que concluir. Se trabajó el mandato pasado, pero estoy convencido de que se quedó sobre la mesa porque el Gobierno de Canarias no era del mismo color político que en Arrecife. En San Bartolomé sí se aprobó inicialmente. Debemos apostar por la accesibilidad de todos los barrios de Arrecife. Me lo escucharán decir mucho, pero es el momento de centrarse en los barrios, donde hay mucho por hacer en cuanto a alumbrado, acerado, asfaltado, parques infantiles, zonas verdes, crear espacios con sombra para los vecinos... Uno de los primeros proyectos será un plan integral de transformación de Argana. Es el barrio más poblado, pero en cuanto a equipamientos tiene déficits. Mi objetivo como alcalde es que los ciudadanos se sientan orgullosos del barrio en el que residen.

“Mi objetivo es que los ciudadanos se sientan orgullosos de donde viven”

-Menciona el Plan General en trámite y lo cierto es que hubo determinados ámbitos de suelo en los que había discrepancias entre el Ayuntamiento y el Gobierno, al que se le encomendó la elaboración y aprobación del planeamiento…

-Las directrices del Ayuntamiento eran incluir, por ejemplo, Las Vírgenes o Altavista oeste (consideradas suelo rústico en borradores del Plan General). Estamos barajando aprobar el documento como está y luego presentar cambios para no retrasar el procedimiento o tumbar lo que hizo el PSOE por la puerta de atrás… Lo que tengo es el pleno convencimiento de que el Plan General va a salir adelante en este mandato y que el Ayuntamiento tiene que defender los intereses de los vecinos.

-¿Y qué hacemos con el solar de Ginory, por el que el Ayuntamiento ha desembolsado más de 27 millones de euros? Urbanísticamente, a día de hoy es zona verde y se usa como aparcamiento informal y junto al cercano Islote del Francés, ha generado ríos de tinta en las últimas décadas…

-Con respecto al solar de Ginory lo principal es ponerlo a disposición de la ciudadanía. Hemos consultado la posibilidad de inscribirlo a nombre del Ayuntamiento, teniendo en cuenta que se ha pagado el cien por cien del importe principal [de la indemnización judicial por clasificar para uso público un terreno privado], a falta de concretarse definitivamente los intereses. Se elaborará un proyecto y lo que está claro es que hay que darle una utilidad social, que beneficie a la ciudad. Puede ser un espacio que dinamice Arrecife. Pienso, por ejemplo, en un mercadillo próximo al Charco de San Ginés.

El alcalde en su despacho, durante la entrevista. 

“La intención es lograr como mínimo los 100 efectivos en la Policía Local”

-Como alcalde, se ha encontrado varios problemas relevantes de índole económica que han aflorado recientemente. Empecemos por la demanda de la empresa Clece, concesionaria desde 2018 de la piscina y del pabellón de Argana. Reclama 2,6 millones porque asegura que no le cuadran los números y que pierde dinero con la piscina y, por otro lado, las obras para reabrir el pabellón después de una década cerrado, no las ha ejecutado. ¿Cómo se resuelve esta carambola?

-La empresa se había comprometido a que antes de finalizar el año pasado iban a empezar las obras del pabellón. Habíamos presupuestado una cuantía que asumía el Ayuntamiento. Por lo tanto, la empresa no ha cumplido su compromiso. He visto con Secretaría este asunto y se ha valorado incluso poner sobre la mesa la rescisión del contrato, de manera que nos permita ejecutar el proyecto de reforma del pabellón y, nuevamente, licitar el servicio de explotación. Por otro lado, la reclamación que plantean de 2,6 millones es para el reequilibrio económico del contrato. En presupuesto se estableció unos 600.000 euros. Vamos a encargar una auditoría que nos permita conocer los datos reales y defender los intereses municipales. La empresa no ha cumplido y al final nos encontramos con una demanda.

-Uno de los asuntos de fricción entre el Ayuntamiento y el Cabildo en el pasado mandato fue el enfoque sobre el patrimonio histórico. Su mal estado no se ciñe solo al ámbito privado, sino a espacios públicos con valores como la Plaza de Las Palmas, que está destrozada, el parque Ramírez Cerdá, que no se asemeja a lo que era en el pasado, el Puente de Las Bolas, para el que se perdió una subvención y la cascada del Charco, que no se ha materializado.

-Creo que Arrecife, en los últimos cuatro años, ha experimentado un gran avance en potenciar la rehabilitación del patrimonio histórico. Independientemente de la clara intencionalidad política del Cabildo tras romperse el pacto (entre PP y PSOE), que se apreció en un bloqueo palpable a la rehabilitación del patrimonio. La Plaza de Las Palmas es un claro ejemplo. Existe un compromiso del nuevo presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, y del vicepresidente, Jacobo Medina, para desbloquear la situación y que antes de final de año estén sobre la mesa los proyectos consensuados entre ambas instituciones. Con el Ramírez Cerdá hay que recordar que se intentó recuperar la fuente, sin que el Cabildo lo permitiera. Se perdió una subvención para rehabilitar el Puente de Las Bolas y en cuanto a la cascada del Charco, el proyecto se metió en una gaveta tras el cese de los consejeros del PP. Queda mucho por hacer, pero confío en el avance en sintonía con el Cabildo.

“Queremos poner el solar frente a Ginory a disposición de la ciudadanía”

-Ha hecho hincapié en que siempre ha residido en barrios de Arrecife. En los años 90, el Ayuntamiento lanzó una especie de campaña que llevaba por título precisamente ‘Ahora, los barrios’, pero en realidad han sido los grandes olvidados. ¿En qué medidas concretas piensa para mejorar su calidad de vida?

-De aquí a cuatro años queremos que la mayoría experimenten un cambio en positivo. En septiembre se va a crear la Unidad de Transformación de los barrios, con un equipo técnico específico. Vamos a escuchar las demandas de los vecinos, con encuentros directos y fomentando la participación social. Tenemos a punto de adjudicar la renovación de los 26 parques infantiles de la ciudad, que será un primer paso.

-La renovación de las viviendas de Titerroy y Valterra, con muchas edificaciones en mal estado, se ha enquistado. ¿Qué intención tiene el Ayuntamiento?

-Las competencias del Ayuntamiento en materia de vivienda del ayuntamiento son escasas. Lucharemos para que al problema de las viviendas de Titerroy y Valterra se le ponga una solución, pero siendo sincero no es fácil, es un problema que lleva años. Lo que hizo el Gobierno de Canarias en el pasado mandato fue tirarle la pelota al tejado del Ayuntamiento: ahí tienes 350.000 euros y búscate la vida para hacer los proyectos. Pelearé para que esas viviendas se rehabiliten, como ya pasó en Tenerife con Las Chumberas, donde el Gobierno invirtió en su renovación. Hay que buscar soluciones, pero de la mano del Gobierno de Canarias.

-¿Cuáles son los objetivos en materia de seguridad, con una Policía Local que siempre se ha considerado escasa en cuanto a recursos?

-Estamos trabajando en la ampliación de la plantilla de la Policía Local. Se ha hecho una convocatoria, se están realizando pruebas y muy probablemente de aquí a octubre podamos tener buenas noticias con respecto a la Policía. Estamos en unos 74 policías en la actualidad, aunque hay varias bajas y jubilaciones próximas. La intención, este mandato, es llegar como mínimo a 100 efectivos, que sería un gran avance. Es cierto que la ratio ideal por población está en 150 efectivos y ojalá podamos alcanzar la cifra de 120, que nos aproximaría bastante. Mi compromiso es que, en estos próximos cuatro años, se incremente al menos la Policía hasta los 100 efectivos.