Parece que nuestros representantes públicos no son del todo conscientes de la importancia de expresarse con claridad. Solo así se explican estas escalofriantes declaraciones de Echedey Eugenio en el pleno de investidura (el primero de dos) de la alcaldesa de Arrecife: “Abandonaremos la crispación para empezar la senda del trabajo y la construcción de una nueva ciudad, de la mano de nuestros socios, con lealtad, trabajo y firmeza”.

Da la impresión de que la crispación y el trabajo no son compatibles y que ahora han optado por lo segundo. Y poco después parece que insiste con un un ataque de sinceridad: “Se acabaron discusiones en pleno por tonterías, toca cuatro años de duro trabajo”. De nuevo, las tonterías y el trabajo, incompatibles. Lo peor es que no se ha dado cuenta solo. Han tenido que ser los votantes los que se lo hicieran ver: “Hemos tomado buena nota del resultado electoral, hemos pasado de ganar las elecciones a ser tercera fuerza y sabemos en qué hemos errado”. Si llegan a ganar, siguen en las mismas: sin trabajar y discutiendo por tonterías.

La que lo borda es la nueva alcaldesa de Teguise, Olivia Duque. Empieza bien. Dice que “la municipalidad implica derribar los muros de la intolerancia y accionar políticas de proximidad”. Lo de la intolerancia, después de acceder al cargo gracias al apoyo de Vox, lo va a tener difícil, pero lo de la proximidad lo tiene clarísimo. Preguntada por el apoyo del concejal de Vox, viene a decir que no sabe en qué consistirá pero que (transcripción literal) “él ha entendido que el programa electoral que CC y el PP han trabajado estos días, las líneas programáticas que al final son arreglar farolas y mantener el día a día de las necesidades de nuestros vecinos, entendió que es positiva para el municipio esa hoja de ruta”. La hoja de ruta: arreglar farolas. Se anuncia una legislatura con más luces en las calles que en el Ayuntamiento.

Y lo del alcalde de Haría, Alfredo Villalba, que como no sabía si iba a salir elegido, no se preparó el discurso y tiró de tópico: “Me comprometo a que el circo se termine”. ¡Qué culpa tendrá el circo!, que es un digno espectáculo que requiere de un trabajo serio y constante...