EL PASEO
Por Saúl García
Este blog nació el 8 de noviembre de 2010. El director de DiariodeLanzarote.com me propuso hacer unas colaboraciones semanales, escribiendo noticias y reportajes. Por entonces yo trabajaba en una agencia, ya desaparecida (sin que esté clara mi responsabilidad en tal hecho) de la que guardo aún un buen recuerdo y una gran deuda, y escribía entre 700 y 800 noticias al año, así que le propuse escribir opinión y no información.
Este blog nació el 8 de noviembre de 2010. El director de DiariodeLanzarote.com me propuso hacer unas colaboraciones semanales, escribiendo noticias y reportajes. Por entonces yo trabajaba en una agencia, ya desaparecida (sin que esté clara mi responsabilidad en tal hecho) de la que guardo aún un buen recuerdo y una gran deuda, y escribía entre 700 y 800 noticias al año, así que le propuse escribir opinión y no información.
Poco antes había leído un libro, “El paseo” (Siruela), de Robert Walser, un escritor que recomiendo y que a mí me lo recomendó, sin saberlo, Enrique Vila Matas, otro escritor muy recomendable que habla de Walser en sus libros. Así que me pareció bien copiar el nombre del libro para mi blog. Por eso y porque vi una cierta analogía entre el acto de pasear y el oficio periodístico.
¿Que por qué les cuento esto? Porque es verano y porque la semana pasada, como corresponde a algunas trabajos veraniegos, he ordenado la estantería, o al menos he colaborado a ello, he encontrado el libro y lo he abierto. Cuando leo, suelo marcar algunas páginas doblando la punta si el contenido tiene algo que me llama la atención o si se puede aprovechar, por ejemplo, para un artículo veraniego. “El paseo” tenía varias marcas. La primera es la contestación del autor a una persona que le reprocha que se pasa el día paseando. Esto es lo que dice:
“Pasear me es imprescindible para animarme y para mantener el contacto con el mundo vivo, sin cuyas sensaciones no podría escribir media letra más ni producir el más leve poema en verso o prosa. Sin pasear estaría muerto, y mi profesión, a la que amo apasionadamente, aniquilada. Sin pasear y recibir informes no podría tampoco rendir informe alguno ni redactar el más mínimo artículo, y no digamos toda una novela corta. Sin pasear no podría hacer observaciones ni estudios. (...) En un bello y dilatado paseo se me ocurren mil ideas aprovechables y útiles. Encerrado en casa, me arruinaría y secaría miserablemente. Para mí, pasear no sólo es sano y bello, sino también conveniente y útil. Un paseo me estimula profesionalmente y a la vez me da gusto y alegría en el terreno personal, me recrea y consuela y alegra, es para mí un placer y al mismo tiempo tiene la cualidad de que me excita y acicatea a seguir creando, en tanto que me ofrece como material numerosos objetos pequeños y grandes que después en casa, elaboro con celo y diligencia. Un paseo siempre está lleno de importantes manifestaciones dignas de ver y sentir”.
Ya saben. No se tomen todo al pie de la letra, que es verano, y donde pone “paseo” coloquen los que les plazca. O paseen, que es gratis, y es mejor que correr, que es de cobardes.
Feliz verano.
Comentarios
1 Manuel de la Hoz Vie, 08/08/2014 - 09:59
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