Vaya por delante mi aclaración de que estas líneas las escribo desde mi condición de vecino de Teguise, conejero y canario, para evitar confusiones y malos entendidos.

He podido leer hoy con cierto asombro las indignadas declaraciones de la “señora” presidenta de los populares conejeros por las palabras a su vez del canario y defensor de su tierra, Pedro Hernández.

Veo con asombro como se pide respeto desde el mismo sillón desde el que la señora Pérez faltó el respeto a unos cuantos miles de personas (no voy a discutir más la cifra con los que no estuvieron para contarlos) preocupadas por nuestra Isla y su futuro. Esa misma que preside el partido que nos acusó a esos cuantos miles de revindicar a golpe de bocadillos o de batucadas. ¡Eso sí que es una falta de respeto y una postura fascista señora Pérez!

Ya está bien de demagogias, de verdades a medias y de tratar de engañar a la gente con cifras, inventos y no sé cuantas más tretas. Déjese usted, su jefe Soria y los que les siguen de faltarnos al respeto y colocar cortinas de humo a los que defendemos una postura. No nos tomen ustedes por tontos. Usted sí que nos falta al respeto cuando jalea a quien dice alegrarse de una sentencia que hipoteca no sólo nuestro futuro sino el de nuestros hijos y nietos.

Aprenda usted y los suyos a respetarnos y a cumplir con sus obligaciones como parlamentaria y el de sus compañeros senadores, parlamentarios y diputados de defender a las personas y las voluntades que les colocaron en el sillón. Sería sencillo usar su misma tesis de contar a los que no acuden a las manifestaciones para decir que la mayoría de los ciudadanos están a favor de las prospecciones para afirmar que la mayoría de los ciudadanos de Lanzarote (los que votaron al PSOE, al PIL, a Coalición Canaria, a AC, al PNL, a NC, o a los que no fueron a votar) han decidido que el Partido Popular no nos representa, pero prefiero no entrar en su misma demagogia.

Acepte usted el mandato de nuestra gente y luche por nuestros derechos y el futuro de nuestra Isla o “mándese a mudar señora”. Y por favor no vaya a tachar mis palabras de fascistas o xenófobas. Son sólo una expresión canaria que usamos por aquí cuando nos sentimos ignorados, vituperados, no representados por nuestros dirigentes y faltados al respeto por usted, el señor Soria, parte de su partido y la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados.

Actitudes como la suya y la del señor Soria me hacen cada día estar más convencido de la necesidad de una Canarias con mayor capacidad para decidir con autonomía su futuro y alejada del trato de última colonia española al que nos quiere someter su partido (o al menos una parte de él).