Este lunes estaba prevista una manifestación en Lanzarote para protestar contra la muerte del perro Timple, asfixiado hasta la muerte por dos personas que fueron condenadas a cuatro meses de prisión, pero la protesta en las calles se ha aplazado por la situación de la pandemia de coronavirus y en su lugar se ha leído un manifiesto en el que se reclama el endurecimiento de las penas contra el maltrato animal.

Representantes de asociaciones y protectoras de animales, entre ellas la conocida fundación Franz Weber, han respaldado el manifiesto, leído finalmente a las puertas del Ayuntamiento de Teguise, en el que se critica la “ausencia” de una Ley de Bienestar Animal y un Código Penal “con tantas lagunas y de tan poca protección para con los animales” como el actual.

En concreto, las críticas se centran en que las penas por maltrato animal son “insuficientes” y que los ayuntamientos “incumplan” con la protección animal. También se resalta que es la ciudadanía la que tiene que suplir el trabajo de la administración, “rescatando a los animales, cuidándolos y pagando infinitas facturas veterinarias”.

Para los colectivos de defensa de los animales, que han anunciado la firmado del denominado pacto de Teguise, ha llegado “la hora del cambio”, para que las instituciones públicas “asuman la responsabilidad que les corresponde y velen por el bienestar de los animales abandonados y protejan a todos en general, sin excepción”.

Además, destacan el “clamor popular” que “ pide que se desarrollen políticas públicas eficaces y activas de protección animal” frente a una lista de “promesas incumplidas”.

“Es la hora de reformar una vez más y modificar el Código Penal en favor de los animales, estableciendo una mayor penalidad en los delitos de maltrato animal, por un elemental principio de proporcionalidad en atención a la gravedad de los hechos”, añaden.

También reclaman que se revise la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita para crear un turno de oficio “que garantice el seguimiento de los procesos penales que se incoen por delitos de maltrato animal, evitando la indefensión” de colectivos y particulares.

“Es la hora de modificar el Código Civil Español para que los animales dejen de considerarse legalmente bienes muebles”, subrayan, al tiempo que reclaman “incluir materias en el curriculum escolar” para que los jóvenes tengan “sensibilidad y empatía hacia los animales” y “erradicar tanta violencia insertada en la sociedad”.

En la misma línea, reclaman revisar la Ley Autonómica de Protección de los animales, “para terminar con las carencias graves” que arrastra en su opinión. En ese sentido, demandan “responsabilidades públicas si no se cumple con las obligaciones” fijadas en el Estatuto de Autonomía, que hace dos años reconoció que “los animales son seres que sienten”.

“Es la hora de que la clase política asuma y se entere que no están a la altura de la ciudadanía, mirando hacia otro lado sin ocuparse de erradicar la tortura y maltrato, incluyendo el abandono hacia los animales”, se recalca en el manifiesto, en el que se pide “ni un Timple más”.

El caso de Timple ha dado la vuelta al país después de que se conociese que el perro fue atado y amordazado después de entrar en la casa de una pareja en el municipio de Teguise, falleciendo poco después. Una de las personas condenadas grabó al perro agonizando. Los dos condenados reconocieron los hechos y asumieron una condena de cuatro meses de prisión, que no cumplirán al no tener antecedentes.