El proyecto es crear una marca de ropa de deporte y el objetivo es que los beneficios de esa marca puedan destinarse a mejorar a la atención sanitaria de niños sin recursos en África. El impulsor es Wilfredo Asumu y el origen es una lesión que él mismo sufrió cuando tenía once años y mantenía la ilusión de ser futbolista. Para esa lesión, una rotura de los ligamentos de la rodilla, no tuvo la asistencia médica necesaria y terminó su carrera futbolística antes de empezarla. Desde entonces sufre una escoliosis y le cuesta caminar largas distancias.

Wilfredo nació en 1993 y creció junto a sus abuelos en Mongomo (Guinea Ecuatorial). Su madre había llegado a Lanzarote y se pudo reunir con ella en 2011. En la Isla estuvo probando de nuevo con el Club Deportivo Lomo, pero tuvo que dejarlo otra vez. Cursó los estudios de técnico superior de Electricidad y se matriculó en Telecomunicaciones. Le atrae la moda y ya había empezado a trabajar en tiendas de ropa. “Tenía claro lo que quería hacer en mi vida”, dice. Y eso pasaba por mezclar dos de sus pasiones, la moda y el deporte. Hizo un máster online de Dirección y Creación de Empresas y se puso manos a la obra con este proyecto.

El proyecto se llama Akara, que en lengua fang significa cuidar. Lo presentó a un programa de jóvenes emprendedores y quedó entre los diez primeros

El proyecto se llama Akara, que en lengua fang significa cuidar. Primero lo presentó en una aceleradora de ideas, en Lanzadera, pero no fue seleccionado. Después lo presentó a un programa del Banco Santander en Tenerife, de jóvenes emprendedores y quedó entre los diez primeros, de entre más de 300 proyectos. Pasó cinco meses en La Laguna en una unidad de emprendimiento. “Si ven que tienes potencial te dan ayuda en formación y te guían”. Después contactó con la Fundación Martínez Hermanos, con sede en Lanzarote y en Guinea, y les gustó el proyecto. “No me veo haciendo esto sin que sea con una ONG”, asegura. Esta Fundación ya gestiona experiencias de este tipo porque traslada a Canarias a niños guineanos con problemas de salud para operarles.

Aunque no está orientado para Guinea, o solo para Guinea, los beneficios del proyecto arrancarán ahí y la idea es que se expandan a otros países y con otra fundaciones. “Mi objetivo es poder ayudar a niños en cualquier parte de África y del mundo porque considero que los niños son iguales en todas las partes y con este objetivo podremos ir trabajando en distintos proyectos”.

Está previsto que el 7 de noviembre comience una campaña de crowdfunding con Kickstarter para financiar la primera línea de esta marca de ropa, con camisetas de algodón y poliéster con varios diseños para pasar después a otra línea más completa.

En el trayecto para crear esta marca, Wilfredo ha ido recabando apoyos que han surgido de forma más o menos espontánea y se han interesado por el proyecto. “Ahora trabajan conmigo como colaboradores para ayudarme a levantar el proyecto gracias a su experiencia”, destaca. Uno de ellos es Riccardo Valle, que fue director logístico de Google en Reino Unido y también de Amazon, además de Montserrat Muñoz, responsable de producción de Loewe, entre otras empresas. “Las cosas van saliendo por sí mismas”, dice Wilfredo.

La idea es que el proyecto, la marca de ropa, destine todos sus beneficios a la atención sanitaria pero pretende que sea sostenible por sí misma sin tener que acudir a las donaciones como fuente de ingresos

La campaña

El lanzamiento de la campaña de crowdfunding se produjo el 7 de noviembre. El objetivo de la campaña es conseguir la venta de los primeros productos de la marca para poder reunir los recursos suficientes para la expedición de un equipo profesional de médicos y cirujanos del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Doctor Negrín (Hospital Universitario de Gran Canaria) a Guinea Ecuatorial (ciudad de Bata) para tratar a niños con problemas de salud.

Los beneficios de las ventas irán destinados al proyecto África Plástica. En la web akarasocial.com se podrán rastrear de forma transparente las inversiones. En la primera expedición de África Plástica, en noviembre de 2017, se atendió a 185 ecuatoguineanos, de los que 65 fueron operados por un equipo médico formado por tres cirujanos, dos enfermeras y un anestesiólogo. La segunda expedición llegó hasta las 140 intervenciones.