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Ramón Machín reinventa el arte de la cerámica

El ceramista, asentado en la Isla desde hace más de dos décadas, crea diseños con sello propio que conjuga con el reciclaje de materiales

Ramón Machín en su taller de la calle César Manrique de San Bartolomé. Fotos: Manolo de la Hoz.
María José Lahora 2 COMENTARIOS 25/05/2019 - 08:06

Ramón Machín llegó a Lanzarote, proveniente de La Palma, con el propósito de continuar su trabajo como diseñador gráfico. “La chispa artesanal me vino desde pequeñito”, señala cuando recuerda sus inicios junto a la artesana de la que aprendió, Lilia Brito Hernández. Al igual que su pasión por el dibujo que aprendió de su hermano. Veintitrés años después ha resultado ser uno de los artesanos más valorados de la Isla.

“El oficio nace cuando tienes la suerte de criarte al lado de una artesana”. De chinijo jugaba como todos los niños, pero muchas tardes las compartió con su maestra, de la que aprendió desde la selección de la materia prima, como el palito con el que la artista de la madera le enseñaba a crear sus primeras obras de artesanía. “Me tuvo un día entero cortando un palito, pero cuando lo conseguí me sentí como el niño que ha triunfado”, comenta. “Paciencia y observación”, son las dos principales virtudes que adquirió en esos años.

Sus inicios como artesano los sufrió en los mercadillos, como aquel del duro invierno que a punto estuvo de dar al traste con su incipiente carrera. “La primera vez que participé en un mercadillo no gané sino que gasté porque de lo contrario me hubiera muerto de frío en La Villa. Corrían chorros de agua y me dio un bajón. No volví en un mes”, explica sobre su primera experiencia de venta al público.

Pasado ese tiempo regresó de nuevo a Teguise, mercado al que se sumaría Haría e iniciaría una próspera carrera como artesano en la que no le faltan encargos. La base de su obra comienza con el dibujo, más tarde le da forma con la arcilla que decorará según la inspiración.

Tras el horneado, toca elegir donde se asentará el diseño. Maderas recicladas sobre las que realiza diseños exclusivos o texturas de lava, entre otras propuestas llenan las estanterías de su taller. Como una de sus creaciones enmarcadas en unas antiguas molduras a las que ha conferido una nueva y bella imagen.

También trabaja con moldes, dado que ha optado por estandarizar sus diseños más solicitados, “un trabajo que funciona bien, aunque sea el más turístico”. Aun así cada una de estas creaciones lleva impresa su sello.

El empaquetado final es otro de los detalles de Ramón Machín. “Lo bueno y lo malo que tiene la cerámica a nivel decorativo es que perdura siempre”, comenta cuando enseña algunos de sus trabajos para exteriores. Es amante de la artesanía de calidad. “Le dedico mucho tiempo. Lo que trabajo lo hago bien, porque de lo contrario no me dedicaría a ello”.

“El mayor hándicap de la artesanía es no percibir un sueldo a final de mes”, comenta al hablar de los inconvenientes del oficio. Otro obstáculo, en el que Ramón coincide con otros artesanos, es la ausencia de una tienda específica de artesanía en la Isla.

“Las artesanías tradicionales son la base de nuestro trabajo, pero que no se anclen en el pasado. Tenemos que modernizarlas”

También propone la evolución de este trabajo artístico. “Las artesanías tradicionales son la base de nuestro trabajo, pero que no se anclen en el pasado. Tenemos que modernizarlas”. Al respecto, comenta la anécdota del molinero de la molina junto a la que se crió en Barlovento, de la que evoca el olor a gofio recién tostado. Con el paso del tiempo tuvo que hacer frente a la competencia de la apertura del primer supermercado del pueblo. “Antes el gofio era de primera necesidad, pero ahora allí tienes de todo”, le dijo el molinero cuando le preguntó por qué cerraba su molina. Concluye la moraleja señalando que “el gofio se quedó anclado en el tiempo y el molinero tuvo que cerrar su negocio. Pues lo mismo pasa con ciertos oficios. Antes, la cestería era de uso común en el hogar o en el campo y ahora se usa como souvenir. Es conveniente encontrar otros usos adaptados para estos diseños artesanales. Es importante conocer las técnicas, pero aplicarlas al día de hoy”, reflexiona el ceramista.

Así, sobre su obra destaca que trabaja la cerámica más contemporánea. Cuando llegó a la Isla, dice que se trabajaba el diseño naif y hasta que no pasaron unos años no encontró su identidad artística. Sin olvidar lo tradicional, ha conseguido reinventar el arte de la cerámica, como unos singulares novios del mojón en los que ha incluido la seta, la espiral de La Palma y la característica chibichanga del novio. “Las influencias van saliendo y tú las vas mezclando”, comenta. También luce con orgullo un clásico logotipo de la Reserva de la Biosfera despiezado por las limitaciones de espacio del horno y que luego montará a modo de “superpuzzle” de cerámica.

Talleres educativos

Ramón Machín forma parte de un proyecto educativo a través del cual distintos artesanos realizan talleres para el alumnado en diversos centros de todos los municipios de la Isla, así como para visitantes de los mercadillos de La Villa y Haría.

La última acción coincidió con la celebración de los días europeos de la artesanía en los que desempeñó su otra faceta: la de artesano de reciclaje de materiales. También ha instruido a los chinijos en el arte de moldear barro. “El formativo es un camino que no he estudiado todavía, pero es muy interesante, sobre todo, cuando ves a los niños con el barro delante. Sólo quieren meterle mano y se lo pasan pipa”.

Sus propios hijos son bienvenidos al taller habilitado en la azotea de su casa de San Bartolomé, aunque tampoco les obliga a subir porque quiere que se desarrollen “a su manera”, sólo a modo de diversión, por el momento.

No en vano, el ceramista describe su profesión como “dura” a la que únicamente acompaña su indispensable radio. “Me paso muchas horas aquí arriba solo”. La radio es para él como una tabla de salvación que le mantiene a flote. A pesar de la dedicación que requiere su labor, asegura con orgullo: “Venir a Lanzarote me ha permitido ganarme la vida con lo que me gusta”.

Comentarios

un gran artesano lo conoci personalmente en el cabildo y es un gran tipo.
Magníficas creaciones de este artista; la alianza de la cerámica a obras modernas dan un aspecto muy interesante. Además, este artista es muy simpático y acogedor; nos llevamos a Francia grandes recuerdos.

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