José Montelongo

Princesa se llama Fátima

En estas ultimas semanas, leyendo la prensa, no he dejado de pensar que una vez más y como siempre, aquellos que por su edad no pueden defenderse, con el llanto como única arma para llamar la atención y denunciar a quienes les causan dolor, vuelven a ser portada de periódicos nacionales e internacionales.

Causa escalofríos ver las cifras de niños fallecidos en la franja de Gaza por la intransigencia de un país como Israel, que se defiende con tanques y bombardeos de las piedras de los menores palestinos.

O ver cómo el avance de los islamistas en Irak vuelve a generar miles de refugiados, entre ellos muchos pequeños de las etnias minoritarias, en un país que quedó destrozado después de una guerra sin sentido.

Pero la noticia que fue portada días atrás, el viaje de una niña de once meses en una embarcación de juguete, cruzando el estrecho sin sus padres y en compañía de desconocidos, me hace pensar en la desesperación en su grado mayúsculo.

Por suerte esta vez hubo suerte y tanto los adultos como los menores llegaron bien. Los servicios de rescate, sorprendidos por la situación y al desconocer sus acompañantes el nombre de la pequeña, le llamaron “Princesa”.

Qué tamaño debe tener la desesperación de unos padres para que en medio de la noche y ante la imposibilidad de salir ellos en busca de un futuro mejor, decidan dejar a su bebé jugarse la vida en compañía de otras personas, incluidos algunos menores más.

Ante la cruda realidad de un país que no avanza en derechos, que reserva para sus habitantes condiciones de vida durísimas y ahora, con la maldición del Ébola, que se extiende en forma de virus por el Continente africano, podríamos hacernos una vez mas la difícil pregunta: ¿Lo haríamos?

Un nuevo Parlamento Europeo empieza otro mandato. Quiero creer que desde Europa se puede hacer más de lo hecho hasta la fecha, pues más que nunca es necesaria la solidaridad y la acción ante las situaciones que se están viviendo en el mundo.

En España nos encaminamos hacia unas Elecciones municipales y luego vendrán las Generales. Confío en que con la nueva dirección del PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza, volveremos a recuperar ese espacio perdido y a ser un país más generoso y comprensivo, más firme ante la injusticia y sobre todo, más volcado en políticas sociales, para conseguir que aquellos que son los más indefensos, los niños, tengan la posibilidad de vivir en un mundo mejor.

Seguramente en estos días, la pequeña Princesa ya vuelve a llamarse Fátima y estará a la espera de reencontrarse con sus padres y de aprender a soñar un futuro más justo e igualitario.

Comentarios

Permítame que controle la risa ¿ esto lo ha escrito usted , señor Montelongo?. Quiere tocar usted la fibra llorona y sensiblera ¿ por algún motivo?. Afortunadamente la gente que ayuda, la que lucha y se arriesga por otros no son políticos, no pertenecen al grupo de privilegiados a costa del pueblo que, como usted, se creen con el derecho de guiar opiniones en pos de no sabemos que intereses. Mejor reserve esta vena escritora ( si es suya ) para cuando deje de ser teniente alcalde ; mientras, dedíquese a trabajar y a atender a los ciudadanos que le pagan.
Hacer campaña política desde el sufrimiento de una niña denota falta de sensibilidad es algo que denota la clase de un político. Supongo que usted , que creo que es padre, sintió eso que intenta reflejar en esta carta o manifiesto pero créame que lejos de sensibilizar, al menos a mi, me genera rechazo por el puro oportunismo. Como escribe el del comentario 1, los que merecen todo nuestro respeto y nuestro apoyo no son los políticos oportunistas sino personas maravillosas que viven al servicio de los demás y que día tras día colaboran con toda este que huye de su tierra para buscar una esperanza. Las cartas a los medios de comunicación ni quitan el frío ni dan de comer.
Vaya una poca vergüenza este concejal ,tenía intención de decir ponte a trabajar ,pero ya es tarde ,usted ha demostrado que no esta capacitado para nada ,tanto es así que no tiene ni trabajo reconocido ,se han refugiado en la política para tener un sueldo . Este es el gran problema del desapego de la sociedad contra los políticos ,que ya no lo hacen por vocación sino por tener un trabajo . Que triste . Deberían de prohibir en el seno de los partidos acudir en las listas a quien no tenga trabajo ,salvo excepciones muy concretas que los justifiquen ,de resto no podrían ir porque se convierte en su profesión ,y aquí empieza o empezó la mala imagen de los representantes públicos que los hay y buenos . Que les sea útil.....
Monty, ¡por Dios! , te acabas de vacunar contra los males de este mundo.. ¿te siente mejor ahora?. Patético. Tu eres un ejemplo de la parte baja de la casta. Mira, haz algo ejemplar : dona la cuarta parte de tu sueldo de un año a cualquiera de los grupos por los que "tanto"sufres...
¿lo has escrito tú?, ¿en horario laboral?, ¿ha sido un asesor ilustrado?, dimitid y donad vuestro coste salarial para el bien común. Ya te vale Yusef Gebel Tarek al Gandul

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