Palabrejas con sentido
Mientras los políticos se mantienen enredados en sus intereses personales y partidistas y nosotros anestesiados por la temporada festiva de fin de año, salieron este 5 de diciembre los resultados del último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA). Se trata de la valoración en matemáticas, comprensión lectora y ciencia a estudiantes de 15 y 16 años, en 79 países, que deja mal parada a España, situada por debajo de la media europea, y a Canarias mucho peor, a la cola de España.
La evidencia sobre las capacidades que tiene el alumnado español y canario para resolver problemas complejos, tener pensamiento crítico y comunicarse de forma efectiva parece no sonrojar a los políticos nacionales ni a las eminencias canarias que siguen preocupados más por lo superfluo y banal. ¿Cuántas veces los hemos visto debatir el último mes sobre calidad educativa?
Imagino estarán encantados de que esta preocupante clasificación haya salido en época decembrina, fiesta va, fiesta viene, como imagino no son conscientes, o sí, que la educación es el pilar del desarrollo y que una población más educada tiene mayores elementos de juicio y crítica. “Ser culto para ser libre”, decía el poeta, filósofo y político cubano José Martí.
Más del 30 por ciento de los jóvenes admite distracción con los dispositivos electrónicos en clase, pero no es la única causa, no podemos acomodarnos y echarle toda la mierda a chicos y chicas, los expertos detectan mucho menos implicación de madres y padres en el progreso académico de sus hijos y el sistema educativo sigue dando tumbos al ritmo del cambio constante de leyes.
Y como si fuera poco, hace una semana Europa le dio otro toque de atención a España. El Consejo de Europa señala a la andanada de reformas educativas como el principal obstáculo que tienen los profesores para la enseñanza de la asignatura de historia en el país. Este informe en concreto se remite al estado de la enseñanza de la historia en Europa, elaborado por el Observatorio de Enseñanza de la Historia en Europa (OHTE), que analiza la realidad en 17 naciones de la Unión. Los cambios de leyes educativas se han convertido en un caramelo goloso de supuesta “transformación” para los gobiernos de turno sin que esos cambios se vean reflejados en la calidad educativa, allí están los peores resultados de España en los 23 años de la prueba PISA.
Y no es que uno esté elucubrando sobre cuestiones extra planetarias. El pasado sábado en Yaiza se presentó el libro ‘La isla de los volcanes’ escrito por el geólogo especializado en divulgación didáctica de la geología y antiguo profesor de Oxford, entre otras universidades, Roger Trend. Fue un interesante y ameno coloquio participado por el propio autor británico, el editor Mario Ferrer, el periodista y escritor Larry Yaskiel y uno de los dos prologuistas del libro, Juan Carlos Carracedo, prestigioso vulcanólogo, investigador y escritor español residente desde hace muchos años en Tenerife, que ya retirado de las aulas universitarias se dedica a dictar conferencias y a colaborar con investigaciones de universidades del mundo.
Antes de dar su visión sobre el contenido del libro que nos congregó en la Casa de la Cultura, el profesor Carracedo, miembro de la Real Academia Canaria de Ciencias y considerado un referente de la vulcanología mundial, lo primero que hizo fue pedir disculpas por “tener que darnos golpes de pecho en Canarias por los pésimos datos del informe PISA”.
Soltó su mensaje a las primeras de cambio, y lo hace una persona que valora la importancia del estudio en la construcción de un estado de bienestar y la utilidad social de la ciencia: “imaginemos entonces la importancia que le damos en Canarias a la divulgación científica en todos los campos del saber”.
El profesor Carracedo tiene el don de pasar conceptos y experiencias científicas al lenguaje de calle con naturalidad asombrosa. Es capaz de traducir con soltura esos términos que pueden resultar tediosos, a los que irónicamente llama “palabrejas”, en contenidos de dominio público sin perder el rigor y la esencia científica, que explica de forma divertida.
Está convencido de la capacidad de la sociedad para percibir las bondades de la investigación, en el caso de la geología, el que conoce la naturaleza, formación y evolución de su territorio, puede conocer mejor y aprovechar sus recursos.
Falta mucha más divulgación del conocimiento, pero también mucho interés por parte de la sociedad y las instituciones públicas, y si no atajamos la sangría que desvanece la calidad educativa, a nuestros jóvenes les espera un futuro nada prometedor.
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