Alex Salebe

Narrativa oculta sobre la inmigración

Ante el fenómeno global de la movilidad de seres humanos, existente desde siempre; la actualidad migratoria de Canarias; la información sesgada que pone interesadamente el foco en aspectos negativos para réditos políticos; y la catarata de noticias y mensajes descontextualizados que lanzan partidos de derecha y derecha ultra, y también alguno que otro nacionalismo simplón, y medios de comunicación afines; pues me interesé mucho más en la séptima edición del Congreso de Periodismo de Migraciones promovido por la Fundación porCausa, que aunque tuvo lugar esta semana en Mérida (Extremadura), los días 9 y 10 de octubre, la organización facilitó su seguimiento virtual, hecho que se agradece, porque una cosa es generar contenidos y otra bien distinta hacer periodismo.

Complicado resumir dos jornadas intensas plagadas de exposiciones y debates, pero sí que varios panelistas internacionales avisaron sobre la exclusión deliberada del análisis del fenómeno migratorio  considerando y analizando en profundidad los problemas que se cuecen “en la otra orilla”. La palabra ‘investigación’ no gusta ni a los grandes empresarios ni a los políticos al servicio de los primeros.

En México, por ejemplo, el negocio de ingresar irregularmente a Estados Unidos ciudadanos de Centro, Sudamérica  y el Caribe, por los llamados coyotes y las redes mafiosas que los secundan, es el negocio ilegal más rentable después del narcotráfico. Traficantes de inmigrantes que a cambio de siete, ocho mil o más dólares ofrecen situarlos en ciudades fronterizas con ‘todo incluido’ realizando largas y peligrosas caminatas.

Gente naufragando en la travesía marítima de África a Europa o personas  amontonadas en grandes  camiones tipo remolque recubiertas con productos, que es otra de las vías de ingreso de México a USA, son el pan de cada día para publicar como novedad noticiosa del hoy y olvidar mañana.

La cobertura mediática y las comparecencias institucionales, como lo hizo el Cabildo de Lanzarote el pasado mes de septiembre, se centran en cifras y poco o nada en  razones y soluciones de fondo. No interesan los problemas “ajenos” ignorando que a la postre son propios. Discurso de “avalancha” o “colapso” sin aportar ninguna solución fundamentada, solo populismo que se escribe con doble P (pp) y exposición cacofónica con doble C (cc). Los datos sacados de contexto dejan de ser datos y se convierten en armas para encauzar insatisfacciones sociales y funcionar como transmisor de impacto. El titular del día y hasta luego.

Aunque las autoridades se hagan las locas, las naciones más desarrolladas saben perfectamente que ni grandes extensiones de muros y vallas ni todas las flotas militares desplegadas intimidando en los  mares podrán parar la movilidad si persiste el hambre,  pobreza extrema y los conflictos bélicos y políticos en el continente africano, así que las instituciones y gobernantes que lo pidan, como solución única, sencillamente o desconocen la realidad, que es posible ante la ignorancia manifiesta de buena parte de nuestra clase política, o engañan premeditadamente a la población.

¿No será que a costa de la inmigración quieren desviar la atención de problemas como la falta de calidad educativa, precariedad de servicios sanitarios y falta de vivienda asequible a rentas bajas y jóvenes?, en los que tienen competencias  gobiernos central y autonómicos.

Este domingo Madrid fue escenario de protestas ciudadanas, con alta participación de jóvenes, por el derecho a la vivienda, y como antecedente, el Congreso de los Diputados, con los votos en contra de PP, Vox y Junts, se cargó en septiembre la proposición de ley para la regulación de alquileres de temporada y el freno a los alquileres desorbitados.

El tsunami del discurso racista despreciando la realidad africana y su pobreza ignorada, producto de la expoliación de sus recursos naturales y el autoritarismo de algunos de sus gobiernos con la connivencia de líderes y empresarios europeos y americanos, les viene como anillo al dedo. Es estúpido pensar que la frontera es el  principio y fin del problema.

Cambiar la percepción de las migraciones se torna complicado ante la mezcla de ataque mediático y el discurso interesado de fuerzas políticas arcaicas. Esta es una realidad difícil de cambiar, pero sí es importante que medios de comunicación serios y alternativos enseñen la otra cara de la moneda y que la opinión pública analice concienzudamente los hechos para parar lo que la Fundación porCausa denomina “franquicia del populismo antimigratorio”.

Lo que sí está al alcance nuestro es castigarlos en las urnas y recordarles su discurso cuando vengan a pedir el voto a “ciudadanos, ciudadanas y pueblos hermanos extranjeros”, que hasta en listas meten para embaucar.

Canarias sabe en primera persona que la migración fue una opción de supervivencia, sobre todo en la República de Venezuela, sin embargo, algunos pretenden vendernos la moto que el fenómeno  migratorio es solo de hoy.

La militarización y el discurso del odio no sirven más que para incrementar el caos y la inseguridad. Hay sistemas que demuestran que el orden se consigue creando espacios sostenibles, ordenados, legales, democráticos y respetuosos con las personas, recuerda la ONG porCausa.

Y subraya que la experiencia demuestra que existen formas muy diferentes de enfrentar el desafío de la movilidad humana, y que algunas de ellas permiten a los países de acogida y a los que llegan, salir más fuertes y prósperos de lo que estaban al principio del proceso.

Aparte de las aportaciones del Congreso de Periodismo de Migraciones, expongo a continuación datos que considero de interés extraídos de una investigación de la Fundación de referencia: una estimación sugiere que, de aquí a 2050, España perdería 9,7 millones de trabajadores y ganaría 7,2 millones de pensionistas. Durante el período 2014 - 2018, en pleno récord de llegadas de desplazados forzosos a la UE, los migrantes hicieron una aportación neta de más de 1.500 euros anuales por persona a los Estados de la UE, 47 veces más que la población autóctona.

Entre los años 1986 y 2001, Luxemburgo llevó a cabo cuatro regularizaciones, una de ellas exclusivamente dirigida a más de mil españoles y portugueses que residían sin papeles en su territorio.

La irregularidad de los inmigrantes supone para las arcas públicas españolas un coste anual medio de 2.000 euros por inmigrante. En caso de estar regulados, la aportación fiscal neta de los migrantes se incrementaría por encima de los 3.250 euros (un total de unos 1.500 millones de euros anuales). “La mejor garantía contra la irregularidad es un modelo flexible y más abierto que permita la entrada y salida de trabajadores de acuerdo con las señales del mercado”. ¿Alguien se imagina hoy en Canarias el negocio turístico, hoteles, bares y restaurantes, o la atención social y acompañamiento en domicilio a personas mayores o dependientes, o en España la productividad de los sectores de la agricultura y la construcción, sin la mano de obra inmigrante?

Y para los  intereses más perversos, a pesar de que la polarización,  desinformación y descontextualización se han vendido como  herramientas indispensables para ganar batallas electorales, el discurso alternativo ha generado resultados electorales excepcionales en otros países para valientes e inteligentes que se han atrevido a ponerlo en práctica, un discurso de solidaridad y responsabilidad histórica que bien  podrían adoptar partidos alternativos en Canarias.

 

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