‘Canarias tiene un límite’ convoca de nuevo otra manifestación. Tras la del 20 de abril, en esta ocasión será el próximo domingo 20 de octubre en la Plaza de las Naciones de Puerto del Carmen a las 12:00 del mediodía y bajo el lema ‘Por un cambio de modelo’.

-Después de la primera manifestación del 20 de abril, ¿por qué es necesaria una segunda manifestación? ¿Qué es lo que ha pasado o qué es lo que no ha pasado en todo este tiempo?

-Pues básicamente porque no ha pasado nada. Ya no solo desde el Cabildo, sino desde el Gobierno de Canarias y los ayuntamientos no se han recogido ninguna de las medidas, que eran muy sencillitas, que se proponían en la manifestación del 20 de abril, que realmente fue muy llamativa con 200.000 personas en Canarias y 10.000 en Lanzarote. Se han hecho cuatro actuaciones muy estéticas y no ha habido ningún cambio. Por eso se plantea la idea de repetir, para insistir.

“Desde el 20 de abril se han hecho cuatro actuaciones muy estéticas y no ha habido ningún cambio”

-Si no se toma ninguna medida, el año va a terminar con muchos más turistas todavía que el año pasado. Es decir, que hay que actuar ahora para que los efectos se noten dentro de un tiempo...

-Esto no es inmediato, es como mover un trasatlántico y es un problema que se compone de muchas variables. A la crisis medioambiental y social que vive Canarias, en Lanzarote se une la crisis hídrica. Hay que hacer cambios, hay que empezar a hacer cosas un poco más contundentes porque el resultado se va a ver a medio y largo plazo. Se hacen cosillas muy como efectistas por parte del Cabildo o del Gobierno de Canarias, pero no hay ningún cambio. Se hizo un proceso participativo para un Pacto por el desarrollo sostenible que no refleja en absoluto las demandas reales de la gente. Se prevé que lleguen 18 millones de turistas este año y los cortes de agua en Lanzarote están desbocados. Obviamente que obedecen también a otras razones, pero la tendencia es que sigan las políticas desarrollistas, con licencias que ejecutar, en Playa Blanca hay solares que están ya adjudicados, otras obras que se van a empezar a construir, lo del muelle de cruceros de Playa Blanca que va para adelante y mientras la gente pierde calidad de vida.

“A la crisis medioambiental y social que vive Canarias, en Lanzarote se une la crisis hídrica”

-¿Cuáles serían las medidas más urgentes para intentar al menos frenar de momento?

-Respecto a Lanzarote, hay que tomar medidas de manera más rápida con el tema de la gestión del agua, hay que redistribuir… Llevamos para cinco semanas con el Norte sin agua para agricultura y en los domicilios también. Eso ya lo sabe todo el mundo. La mayor parte de los cortes están centrando en zonas no turísticas, en cambio en zonas turísticas es raro, mucho más puntual. Hay que meter un cambio inmediato. Se anuncia alguna cosilla por parte del Cabildo pero hay que acelerar. El Norte está totalmente desabastecido y en barrios como Valterra, ya son semanas y semanas con cortes nocturnos de agua. En Canarias se plantea de una vez una ecotasa, una regulación en el número de visitantes de los parques nacionales y una vigilancia efectiva de las zonas protegidas. El problema de saturación que hay en Timanfaya, el Volcán del Cuervo, Las Grietas, donde hay todos los días decenas de coches con situaciones súper peligrosas, la saturación de Famara... El Plan de vigilancia por parte del Cabildo no se está dotando de efectivos, no es real.

“La patronal y la élite que piensan que vamos contra el turismo llevan un ritmo suicida”

-El mismo día se ha convocado otra manifestación para “cuidar” del turismo. ¿Están ustedes en contra del turismo?

-Todo el mundo sabe perfectamente que los turistas vienen a Lanzarote por su medio ambiente, por sus playas, por su clima, por los tremendos espacios naturales que tenemos y por la tranquilidad que había en la isla antes de la llegada de la masificación brutal que tenemos en los últimos años. Mucha de la gente que estamos en la convocatoria de la manifestación trabajamos en el sector turístico y cualquier persona que se pare a hablar con algún turista que le gusta la Isla habrá escuchado, seguro, que es increíble la densidad de coches que hay en Lanzarote en estos últimos dos o tres años. Ha subido la matriculación después de la pandemia. El turismo se está dando cuenta de que la isla se está deteriorando. La cuestión es que podemos morir de éxito. En Lanzarote estamos en un punto de inflexión y como no nos lancemos un poco a cuidar del territorio, esto no tiene mucho más. No vamos a ser un destino turístico súper top eternamente, porque las costas se están deteriorando y la gestión de los recursos está siendo muy complicada. Los datos de pobreza en Canarias no paran de crecer… Lo que nos mueve realmente es cuidar el territorio, que es de lo que vive el turismo. La gente de la isla vivimos también de los recursos de la Isla, claro. La patronal y la élite que piensan que vamos contra el turismo llevan un ritmo suicida.

“Se busca que el turista sea consciente de la situación que vive la Isla, con una orientación divulgativa”

-En esta ocasión, en lugar de en las capitales, se ha decidido convocar en precisamente núcleos turísticos. ¿Por qué motivo?

-La otra manifestación se planteó enfrente de las instituciones. No se tomó en serio por parte de la Administración. Hay que probar otra manera. Los lugares turísticos son el epicentro del modelo que denunciamos, donde además se materializa la desigualdad más extrema, donde es más difícil que viva gente local y se explotan de manera más salvaje los recursos, donde la precariedad laboral es más habitual, básicamente. También es verdad que se busca que el turista sea consciente de la situación que vive la Isla, pero además con una orientación divulgativa. No se pretende ir contra ellos, al revés, la idea también es acercarnos a ellos y explicarles lo que está pasando, porque es necesario.