Oti Fabra

La altura del listón que deja Ástrid Pérez

Declaro que en las próximas generales mi voto va para el Sr. Feijóo, porque de ahí a la derecha del PP, ni miro, y del PP, hacia la izquierda no me queda curiosidad ni estímulo, que es muy fácil prometerles a los votantes de 18 años lo que no se podrá cumplir, que es ingresar en sus cuentas veinte mil euros a todos ellos como herencia universal. Realmente, para mí, toda esa izquierda olvidadiza de los violadores liberados, ha ardido en la pira del mandato que finaliza el 23 de julio.

Dicho lo cual, seguramente en lo autonómico y en lo local hay muchos que, como yo, en anteriores convocatorias, les hemos dado el Senado a uno, el Parlamento autonómico en una circunscripción a otro y a un tercero lo que quedaba; el Cabildo al PSOE, y el Ayuntamiento a Podemos o vaya usted a saber. A partir de ahora, el PSOE no entrará en mis cálculos más allá del ayuntamiento de la  capital, principalmente por mi alta consideración al Sr. Mendoza más que porque presuma alguna competencia a su equipo. De presentarse mañana la misma plancha que lideró Corujo  la enviaría a hacer gárgaras, que a Ángel Víctor Torres ya lo envié tiempo atrás al destierro de la oposición, por impresentable. Tal es mi decepción y mi rabia.

Todo este preámbulo para decir que de Feijóo para abajo, en Lanzarote, hay poco donde mirar cuando se trata del PP. Soy de las que piensan que Ástrid Pérez, de haber podido -pues habría corrido muchos riesgos que su bolsillo no iba a aguantar- se habría montado su chiringuito con sus propias siglas, como hizo “el marqués” en Fuerteventura con su PP majo. Aquí sería PP coneje.

El PP regional y Ástrid se necesitan. Una se aprovecha de la cobertura que otorga el partido, y este se beneficia de los votos que arrastra la presidenta insular. De ahí, ese mantenimiento de las formas.

Que fuentes municipales del PP puedan afirmar que Ástrid ha dejado el listón muy alto, tal y como acaban de hacer tras la renuncia como alcaldesa, es mucho decir de la ya ex-alcaldesa, y esa indocumentada afirmación retrata, de paso, el nivel de los que se quedan, que no parecen tener mucha capacidad para gobernar porque el termómetro para medir la calidad de la acción de gobierno de aquella ha perdido el mercurio. Porque si algo no ha dejado Pérez es el listón alto ni ha mostrado tener alguna idea de movilidad, de sostenibilidad, de árboles, de sentido común, de niños y de viejos, de atención a la ciudadanía, del interés general, ni una idea de ciudad, y, por las obras que se acometen en un tramo de la calle Canalejas, además de no saber, muestra mucha soberbia. Con la conversión de parte de la calle a peatonal, lo cual debería leerse como un éxito, ella lo ha utilizado para que el tráfico se vaya por el litoral, que era su empeño, y casi lo ha conseguido con el aumento de la densidad de vehículos por La Marina de la ciudad. La segunda lectura es que con los huecos para árboles que ha dispuesto, lo que debería ser bueno, deviene en una trampa mortal porque por el espacio libre que queda hacia las fachadas, difícilmente podrá pasar un vehículo de emergencias. Nos da peatonalización para jodernos la posibilidad de peatonalizar el litoral, y nos da árboles, no para otorgar sombra y calidad al espacio público, sino para que nos acordemos de todo lo puñetera que podía haber seguido siendo.

De la marcha de la ex-alcaldesa a la presidencia del Parlamento, a algunos les parece la bomba. La bomba es que tengamos hijos de esta isla en el mundo de la investigación mundial o en el deporte de élite, pongo por caso. Y más bomba sería que el PP que se queda en la municipalidad capitalina inicie un cambio de rumbo hacia la escucha ciudadana y la sensatez.

Otros la descalifican por irse. Más bien, habría que practicar con algunos más aquel dicho que reza lo de "a enemigo que huye, puente de plata", y haberle hecho la ola en el aeropuerto, pues no ha habido peor amiga de esta capital que nuestra rutilante presidenta del Parlamento. Le deseo que dure mucho ahí, y que nos olvide, que si se distrae con el oropel del cargo, le van a mover la silla de la presidencia del partido en Lanzarote, pues con el sillón municipal aún caliente, ya han empezado a tomar posiciones los postulantes. Es más, no me extrañaría que el regalo de la presidencia tenga su propia carga de veneno que el PP regional ha puesto para ir cargándosela, "si no la quieres asciéndela". Perdón por desvelarlo.

Si se enredara en este periodo el asunto de la demolición de las obras ilegales de su casa, que ella afirma que no ha acometido y que otros aseguran que hizo ella después de comprar la vivienda, igual la invitarán a dejar su alta representación y eso sería un quiebro en la carrera política (y para su bolsillo) que, no dudo, quiere seguir construyendo. Es lo que le suele pasar a los menos aptos, que les pierde su ambición a pesar de los pocos mimbres que la sustentan (y lo llenan todo de jardineras y magdalenas).

 

Comentarios

Diseñar tu ciudad para que un camión de bomberos pueda llegar a cualquier sitio tiene el efecto contrario al deseado (el de salvar vidas). La razón es que si diseñas una calle con la anchura y radios de giro necesarios para camiones, permites que el resto de vehículos circulen a gran velocidad a menos que pongas bolardos motorizados. Pero aun así tiene un efecto negativo sobre la percepción de seguridad del peatón (demasiada energía chi según el feng shui) y por lo tanto de su uso. Si no plantas árboles para que pueda entrar el camión de bomberos, acabas matando a más gente por peor salud mental, mayor exposición a rayos UV, más efecto isla de calor, mayor contaminación del aire, etc. Al hacer las calles menos cómodas para el peatón, incitas al sedentarismo y uso del vehículo privado. Además reduces el valor de las viviendas respecto a una calle bien arbolada, que a la larga reduce lo que recaudas en IBI y por lo tanto el dinero necesario para la prosperidad del municipio. Las ciudades y las calles hay que diseñarlas pensando en la gente, no en los vehículos a motor. Si los incendios son un gran problema, es más efectivo actualizar y hacer cumplir ordenanzas relativas a prevención de incendios y salidas de emergencia. También mejorar la atención a la tercera edad y programas para combatir la drogadicción y desempleo juvenil.
"Párrafo", la autora no ha dicho que no se planten árboles, sino que se mantenga un ancho de vía libre para las eventualidades relacionadas con la seguridad. Es puro sentido común.
Voté al PP de Astrid en su momento....no saben cómo me he arrepentido !!!! SOLO QUEDA VOX
Voté al PP de Astrid en su momento....no saben cómo me he arrepentido !!!! SOLO QUEDA VOX
Al 2: pues nada, a sufrir el solajero para que pueda entrar el camión de los bomberos a cualquier rincón de la ciudad. Y de paso no nos ponemos el cinturón para que sea más fácil sacarnos del coche en caso de accidente. Sentido común, oiga.
Ya veo que no tienes nada que aportar. Aprende a entender lo que lees, que ya observamos que sabes leer.
He aportado argumentos que contradicen tu apelación al sentido común. Si crees que no entiendo lo que leo, para qué me respondes? Siempre igual con esta gente, si les dejas en evidencia llevan el debate al terreno personal. No sabes defender tu posición así que te ves forzado/a a hacer valoraciones personales infundadas. Si vas a decir que no entiendo lo que leo, arguméntalo y explica porqué es una falta de comprensión mía y no una ambigüedad en lo escrito. Si no me das argumentos, yo no puedo defenderme de esa acusación. Eso es exactamente lo que buscan ese tipo de comentarios cobardes: desprestigiar al mensajero.
Vaya artículo. Te defines sin subterfugios. Debajo de toda esa crítica particular que quieres extender a la ciudadanía y que no sale de tu cocina, sólo se ve tu visión particular y partidista. No generalices con lo que no tienes ni un sólo dato para confirmarlo. No te creas portavoz de nada ni nadie. Sólo de tí y listo
Que rollo de texto
Solo con el título, apaga y vámonos
No cabe duda de que un artículo de opinión, que no pretende ser la biblia, hasta puede dar en el clavo. No hay más que ver cómo molesta a algunos.

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