Explorando lo invisible
Los años ochenta estaban a punto de finalizar cuando cursaba tercero de BUP. Poco antes, muchos niños nacidos en la década de los setenta habíamos soñado con el año 2000, cuando el mundo sería tan diferente, con coches voladores y robots que apenas se distinguirían de los humanos. Fue finalizando bachiller cuando el profesor de filosofía, que acostumbraba a hablarnos de ética a través de películas, decidió que debíamos ver Blade Runner para que analizásemos las posibles consecuencias de desarrollar seres biónicos más capacitados que los humanos pero sin los sentimientos y la empatía que nos caracteriza.
Entonces, mi admiración por esa película fue enorme, y continúa siéndolo. La banda sonora compuesta por Vangelis es magistral. Y, por lo demás, su director, Ridley Scott, refleja algunos de los peligros de los que ahora, con el desarrollo de la Inteligencia Artificial, nos alertan sus creadores. Tanto es así, que el protagonista (Harrison Ford) pronuncia una frase de plena actualidad: “Los replicantes son como cualquier otra máquina. Pueden ser un beneficio o un peligro”. Palabras que, seguramente, firmaría hoy Geoffrey Hinton, un de los padrinos de la Inteligencia Artificial que acaba de dejar su puesto en Google para alertar del lado tenebroso de esta tecnología, según ha explicado recientemente.
Obviamente, toda tecnología tiene su lado positivo. No hay más que recurrir a la Historia para conocer los avances de la Humanidad en la transformación del entorno para procurar bienestar. Si bien, la cara negativa siempre asoma y siendo la condición humana como es (de nuevo la Historia lo muestra) es necesario prevenir y anticiparse. Si preguntamos a la inteligencia artificial de moda, ChatGPT, qué opina sobre sí misma y cuáles son sus fines, su respuesta es sencilla. En resumen, nos dirá que su función principal es proporcionar información y responder preguntas, que no tiene identidad propia ni conciencia, mucho menos emociones, y su objetivo es ayudar. Justo aquello para lo que fueron diseñados los replicantes ideados por Scott y que terminan rebelándose contra sus creadores. Si bien, algo más debe haber detrás de esta tecnología cuando más de un millar de expertos han firmado solicitando una moratoria en su desarrollo, que crece de forma acelerada, a lo que se añaden las palabras del propio Hinton, que en una entrevista reciente decía al diario El País que “si hay alguna forma de mantener la IA bajo control, necesitamos descubrirla antes de que sean demasiado inteligente”. No sabemos las consecuencias concretas, pero sí algunas posibles, como la eliminación de puestos de trabajo, la erosión de derechos ciudadanos o el daño que provoca el desarrollo tecnológico en el medio ambiente.
La IA está llegando a todos los ámbitos de nuestra vida y a todos los sectores profesionales y, como no podía ser de otro modo, también está penetrando en las administraciones públicas y las empresas, en la creación de documentos, el archivado de los mismos y la facilitación del acceso a la información; en definitiva, en las tareas que hasta el momento han realizado seres humanos.
En consecuencia, es necesario considerar su aporte, sus beneficios y cuáles son los límites que habría que imponerle, de ahí que para la sexta edición de las Jornadas de Archivos de Teguise hayamos elegido como título Archivos en la revolución 4.0, con la idea de exponer y analizar las ventajas que ofrece en este campo profesional y cuáles son los perjuicios que pudiera ocasionar. Para ello, bajo la organización del Ayuntamiento de Teguise y la colaboración del Gobierno de Canarias, a través del Instituto Canario de Desarrollo Cultural, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Grupo de Investigación en Comunicación e Información Digital de la Universidad de Zaragoza y la Asociación de Archiveros de Canarias, hemos planeado un programa con perfiles profesionales diversos que aportan su conocimiento y experiencia en las materias que afectan a los archivos en esta segunda década del siglo XXI.
Las jornadas se desarrollaran los días 12 y 13 de mayo en la Villa de Teguise, donde se darán cita ponentes de la talla de Julio Cerdá Díaz, Diego Navarro Bonilla, Manuela Battaglini Manrique de Lara, Miguel Ángel Esteban Navarro, Cristina Álamo Arce, Carmen Gloria León León, Javier Felipe Andreu o Diego Ramiro Fariñas, quienes expondrán o formarán parte de la mesa de debate que tendrá lugar el viernes por la tarde.
La entrada es gratuita. Para inscribirse sólo es necesario enviar un correo electrónico, con nombre, apellidos y número de DNI a la dirección jornadasteguise@teguise.com
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