Marcial Riverol

El debate: Una no calculada corriente de simpatía

La educación no es una cuestión de Estado, ni para el PSOE ni para el PP, incapaces de pactar acuerdos, alcanzar consensos y hacer partícipe a la población de los procesos de redacción de nuevas leyes educativas.

La buena educación, para el secretario general del PSOE, tampoco es una prioridad, a la vista de  su actitud en el debate a dos.

El insulto no es necesario, pues la habilidad está en decir sin necesidad de adjetivos, la fortaleza del líder radica en discurrir por una senda de moderación y de contundencia en el discurso. Contundente estuvo, y maleducado e impertinente, pero no veraz.

Ignoro si las formas han sido acordadas por los asesores de Sánchez, y si  optaron por un ejercicio  contumaz, en su acepción de mantener un error de estrategia, repetitivo hasta el hastío, o si ha sido una ocurrencia desesperada del que se ha metido  en un traje que no es el suyo. Listo ha de ser para memorizar toda esa retahíla de datos, pero lo percibo corto de inteligencia para conducir nada ni a nadie.

El caudal de votos de los indecisos parece ser el anhelo de ambos partidos, pues dentro de las filas  de la izquierda a nadie iba a ganar. Intuyo, por contra, que a la vista del debate, alguna pérdida habrá tenido entre sus filas.

Me quedo con la sensación de un sector de la población  que se sintió solidaria con el líder del PP. La mala gestión de los tiempos de Sánchez, sus continuas interrupciones, sus comentarios solapados en la intervención de su oponente, su empecinamiento en repetir la ofensa, que es diferente a la somera exposición de hechos. Y no recordó nada que hayamos olvidado, no contó algo que no supiéramos o que no hayamos imaginado.

Me acordé de Rubalcaba, a años luz de quien ejerció de niñato malcriado, y cosas como esta hacen grande a su antecesor.

Una corriente de simpatía debió correr a raudales en dirección a Rajoy, educado, ante tanta insolencia, contenido ante un niño malcriado que no permite hablar al interlocutor.

Un absoluto impresentable en su intervención el Sr. Sánchez, que me ha dado una pista segura, saber a quién no voy a votar el día 20.

Comentarios

Menos lobos caperucita. Que su artículo es parcial y favorable al PP es indudable. No en vano usted es militante del mismo. Y que carece de objetividad está tan claro como el agua cristalina. Que intencionadamente tache a Pedro Sánchez de no saber debatir, olvidándose usted (intencionadamente claro) de que fue Mariano Rajoy el que, en el anterior debate de hace 4 años mintió a los españoles. Y lo hizo en nada más y nada menos que en una cosa tan delicada como lo es el terrorismo. Acusó miserablemente a Zapatero de traicionar a las víctimas del terrorismo y, a la vez, quiso hacer ver a todos los españoles que el Presidente Zapatero era un fiel aliado de ETA. Si esto no es ser zafio y barriobajero que venga Dios y lo vea. El sr. Sánchez le dijo a Rajoy sólo lo que millones de españoles pensamos. Y su presidente, que no el mío, no supo responderle porque sabe que Sánchez tiene razón. Quien insultó fue Rajoy no Sánchez. Basta ya de victimismo fariseo. Ustedes los del PP pueden difamar a diestro y siniestro, pero en cuanto alguien les dice a la cara la verdad reculan y se meten en el lloriqueo fácil y barato. Yo también sé a quien no voy a votar el 20D. No voy a votar al PP.
Yo he dicho lo que he dicho del Sr. Sánchez a colación del debate a dos, de nada más, ni he metido en el paquete a los militantes o a otros dirigentes del PSOE. Usted sabe todo de mí, incluso que soy votante del P y no sé donde lee mi defensa de algún postulado del PP o del discurso del propio Rajoy. Hablo de formas, estilo, puesta en escena, educación... del debate pasado. No creo que con usted se pueda confrontar una opinión sobre el transcurso de aquel debate, y parece que sobre nada, a la vista del tono de su respuesta. Gracias por su comentario.
Los epítetos que le están lanzando desde las derechas e izquierdas a Pedro Sánchez, esos si que son insultos y malas formas. Y la que tiene muy poquita talla política como la vicepresidenta en funciones del gobierno, Santamaría, se lleva la palma. Las formas, estilo, educación, buenas maneras, etc, etc, es lo ideal en cualquier debate, pero no fue Pedro Sánchez quien abrió la caja de pandora. Las hemerotecas están llenas de comentarios zafios y barriobajeros del presidente en funciones, Mariano Rajoy, en contra de Pedro Sánchez. Así que donde las dan las toman. Además, Pedro no dijo ninguna mentira. O no es verdad que Rajoy ha ocultado hasta donde ha podido todo lo referente a la corrupción de su partido.Y el SMS que envió a Bárcenas es motivo más que suficiente para que Rajoy dimitiera. Por menos, en otros países europeos (léase Inglaterra, Alemania o Francia) han dimitido presidentes o ministros. Pero claro, allí si que hay democracia. Aquí sólo existe el "y tú más". No siento para nada que usted no desee debatir conmigo. Me da igual. Lo único que demuestra con su actitud es que a los del PP o se les da la razón o se enfadan. Así que, agur, señor mio, agur.
En el año 2008, el entonces vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, calificó a José Luis Rodríguez Zapatero de "mentiroso" e "indecente" por haber reconocido tarde la llegada de la crisis económica a nuestro país. La misma palabra que hoy escandaliza al Partido Popular fue utilizada por uno de sus principales líderes de aquel momento para dirigirse al entonces presidente del Gobierno. "El presidente del Gobierno, señor Rajoy, tiene que ser una persona decente y usted no lo es", le dijo el líder socialista al candidato conservador en uno de los momentos más tensos del debate. La respuesta de Rajoy también fue sonada: "De lo que no se puede recuperar uno es de la afirmación ruin, mezquina y miserable que ha hecho usted aquí". Esta no es la primera vez que el actual presidente del Ejecutivo utiliza insultos o palabras despectivas para referirse a los socialistas. "Pero si ustedes no saben leer, cómo se van a enterar de nuestras medidas", espetó Rajoy en el Congreso durante el debate del estado de la nación de 2009. En aquel momento el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, expresó su disgusto con el tono utilizado por Rajoy en el atril. Pero es que antes de esto Rajoy ya había tildado al presidente Zapatero de "bobo solemne", "irresponsable", "acomplejado", "ambiguo" o "inestable". Insultos que parece haber olvidado tanto el candidato conservador a La Moncloa como todo su partido.
Condeno rotundamente la agresión sufrida por el presidente en funciones, Mariano Rajoy. No es esta la forma en que se debe discrepar. Y aunque es un menor de edad, espero y deseo que caiga sobre el agresor todo el peso de la Ley.
Por lo que entiendo, a los comentaristas les parece que debemos seguir con el "y tú más". Muy bonito

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