Jaime Puig

Bienvenidos al 14

Leía hace poco que en un país donde el libro de Belén Esteban ha sido el más vendido estas Navidades, en el que programas como Sálvame siguen liderando audiencias y donde Kiko Rivera (Paquirrín para los de mi generación) es un fenómeno musical, a nadie ha de extrañar que Rajoy sea el presidente de su Gobierno.

Si lo llevamos a lo canario tampoco  nos ha de chocar ver a Paulino Rivero de presidente repetidor y dando codazos para ser candidato de una región donde Manolo Vieira  insiste en los mismos chistes, Eloísa luce escote inacabable y Pepe Benavente ameniza veladas en la televisión que, se supone, existe para subrayar el 'hecho singular y diferenciador'.

Probablemente de entre todos los propósitos de Año Nuevo sea este uno de los más necesarios: crecer como sociedad. Madurar para ir acabando con estos rejos de subdesarrollo intelectual. Y a ello podemos contribuir con pequeños pasos.

A escala insular, por ejemplo, poniendo mayor empeño en divulgar la vida y la obra de las personalidades de la cultura lanzaroteña. Evitar que alguien pregunte un día quién fue César Manrique como ha ocurrido recientemente con el ‘¿Leandro qué?’ al toparnos de bruces con los acto del aniversario de su muerte.

Enterrar las políticas del cuanto más grande mejor por aquellas otras que se detienen en abrir la cáscara y mimar el fruto que lleva dentro. En definitiva: que los políticos de hoy contribuyan a formar una sociedad que, llegado el día, jubile a los políticos que actúan como los de hoy.

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La clave, como se sugiere aquí, está en la educación y la cultura. ¿Qué se hace para desarrollarlas? ¿Para cuándo un campus universitario en condiciones? ¿Hasta cuándo tendrán que esforzarse las familias para enviar a sus jóvenes a otras islas más privilegiadas o a la península, con el coste que supone?¿Es utópico plantearlo? ¿Qué pasó con las iniciativas que se han planteado desde hace años (los aljibes, etc,)? El famoso carnaval de Arrecife, ya que hablamos de subdesarrollo cultural, es una muestra más de la carencia que sufrimos. No digamos ya los medios informativos locales, que" aportan" su dosis de vulgaridad y desinterés por la cultura (Diario de Lanzarote tiene aportaciones interesantes que salvan esta mediocridad con M.J.Tabar y otros). La FCM, que intenta difundir la cultura aunque sin dar en el clavo al acercarse a los sectores populares haciendo un ejercicio elitista, es denostada constantemente (alguein debería dimitir allí). En fin, que antes que jubilar a los políticos habría que hacerlo con nuestros gestores culturales.

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