Martín González

Árboles: talados, cortados, podados...

La observación sobre las recientes intervenciones que se vienen realizando en árboles de la ciudad, consistentes en podas, talas y corte de raíces, pueden dar para algunas reflexiones, pareciendo conveniente analizar las razones que conducen a la adopción de determinaciones tan drásticas, y adelantarnos a los futuros problemas que se pueden derivar de la acción de la sierra.

No cabe duda de que las intervenciones actuales vienen propiciadas por una decisión inicial incorrecta, ello, en cuanto a la elección de la especie que  ha de desarrollarse en el borde de una acera. El espacio entre éste y la fachada y la calidad del suelo, deberían  condicionar la elección de los árboles más idóneos para ocupar un espacio urbano y una imagen en nuestra retina. Estas decisiones vienen dejándose de la mano de las empresas que acometen las obras, y, a su vez, las mismas se condicionan a la disponibilidad de los viveros en los que se surten. De ser así, estamos ante decisiones bienintencionadas, pero arbitrarias, que hipotecan la pervivencia de cada uno de esos árboles.

Por otro lado, la instalación del riego por goteo, en superficie y con caudal deficiente, conducen las raíces a estos puntos, por lo que sumamos un nuevo inconveniente que se manifiesta en daños en el pavimento.

La plantación de árboles de gran desarrollo, como es el caso de las tipuanas, jacarandas y flamboyanes, en estrechas aceras, como se ha venido haciendo en algunas calles de Arrecife, en las que no existen condiciones para permitir su óptimo desarrollo, vienen produciendo actuaciones puntuales que pasan por una brutal tala de la copa, y el corte de las potentes raíces que levantan el pavimento. La medida, pretendidamente  eficaz, nos hurta de la sombra y de la bondad del panorama urbano durante muchísimos meses, y se  revela como desacertada al poco tiempo, pues aquel árbol que soporta esta intervención recobra la copa, sí, pero multiplica el desarrollo de la masa radicular, debido precisamente al severo corte producido.  Eso, si el peso de la nueva copa no tumba antes el árbol, desprovisto de parte de los anclajes que lo mantenían firmemente arraigado al suelo.

El resultado no puede ser más devastador, pues es posible aventurar que la eliminación  de cada uno de esos árboles problemáticos, tanto del paisaje urbano como del escenario al que nos hemos acostumbrado, será a medio plazo, la decisión que haya de adoptarse, pues la necesidad de nuevos cortes drásticos, se hará necesaria al poco tiempo.  Efectivamente, podemos ser categóricos al afirmar que la calle Real deberá ser sometida a una decisión como la adelantada.  Las calles  Góngora, Alférez Cabrera Tavío, Fajardo o parte de José Antonio correrán igual suerte, y con ello la sensación de tiempo perdido,  y de trauma para el espacio urbano, pues si algo nos ha brindado la plantación de esos árboles es la posibilidad de modificar la ciudad de una manera sencilla, rápida y eficaz. Nunca Arrecife mostró mejor cara que ésta, con árboles. Por lo que tapan.

Habrá que comenzar de nuevo, pero con cabeza.

Comentarios

Vaya cara aquí la cuestión es quejarse de todo si plantan porque plantan mucho , y si se cortan porque se cortan dejen de quejarse de una ves.
Arrecife debe llenarse de árboles y que estos sean cuidados, es lo que le da calidad de vida a cualquier ciudad. Comentario 1, nadie se está quejando.
Anónimo, lo que dice este señor tiene sentido. Lo que Ud. dice, no.
Yo siento enormemente no poder ver árboles con copa verde y que den sombra. Ver la tala me ha parecido un hachazo a la imagen fresca y agradable que teníamos de Arrecife. Entiendo los problemas estructurales de las raíces, pero es una pena no sólo el tiempo perdido por una inadecuada elección de las especies, sino porque esperar a que pongan otros y que éstos crezcan pasarán años y años....Mientras tanto, Arrecife con menos árboles y más fea aún.
No hay queja, hay narración de unos hechos, análisis de los mismos y un adelanto sobre lo que, lamentablemente, podría pasar. Y además creo que lo que se quite hay que ponerlo dos veces. La jardinería no consiste en agarrar unas tijeras y darle por donde se nos ocurra. Debe de haber instrucción, conocimiento, observación...
Basta echar un vistazo en internet para encontrar los estudios que se hacen en todas las ciudades del mundo antes de plantar árboles en las aceras. Se eligen cuidadosamente las especies, se calcula su crecimiento, el daño que causarán al pavimento las raices, el gasto acumulado etc. Especies como el flamboyan no se pueden plantar a menos de 12 metros ( sí, 12 metros ) de cualquier edificación. Sus raices son superficiales y potentísimas y pueden levantar una casa de sus cimientos. Me pregunto _ ya con verdadero asco _ por qué gentuza sin formación ni vocación de servicio ni interés por nada , se empeñan en meterse en política causando un perjuicio enorme a nuestra sociedad. Cualquier persona con curiosidad y dedicación al frente de la concejalía de parques y jardines simplemente dedicándole dos tardes a este asunto habría tomado las decisiones correctas pero ... en fin , lo dicho : asco.
Pongamos un anuncio clasificado: "SE NECESITAN POLÍTICOS CON SENTIDO COMÚN. DEDICACIÓN EXCLUSIVA. SE OFRECE SUELDO SEGÚN VALÍA Y EXPERIENCIA DEMOSTRADA".
Yo lo llevaría al terreno de lo técnico, pues hay una concejalía de parques y jardines. El político deberá tomar decisiones sensatas y promover criterios. No tendría, necesariamente, que saber cómo se poda, pero si asesorarse de que las decisiones han pasado un procedimiento para tener unos resultados correctos.
Cuando los que tienen que pensar carecen de conocimientos ( una auxiliar administrativa sin cualificacion asume áreas sensibles en el Cabildo ) y lo peor, carecen de sentido común ( ese que te lleva a consultar y solicitar informes a profesionales cuando tu no tienes ni idea del tema ) es fácil que se cometan atropellos como el de tala y/o poda inadecuada. Si a esto sumamos el hábito extendido y no castigado de estropear aposta los árboles por parte de dueños de locales ( si se pasea por la avenida podemos comprobar varios casos ) que quieren que se mueran y los talen ( he visto vaciar una botella de detergente en una palmera de la avenida que tapaba la visión de cartel ) , fácil entender la falta de verde en Arrecife.

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