Los ayuntamientos de Yaiza y Tías ofrecen una alternativa de formación y empleo a 32 jóvenes residentes en ambos municipios, dándoles la oportunidad de ser autosuficientes en la producción y gestión integral de explotaciones agrícolas “para que tengan en el sector primario una posibilidad real de emprendeduría”.

Los dos municipios aliados en la Mancomunidad del Sur de Lanzarote se acogen al programa ‘Nuevas Oportunidades de Empleo en Canarias (NOE)’, desarrollando este curso formativo teórico y práctico en el pueblo de Femés para que jóvenes mujeres y hombres, con edades comprendidas entre 18 y 29 años, puedan formarse con perspectivas profesionales en agricultura ecológica recuperando zonas tradicionales de cultivo.

El proyecto ‘Agricultura Integral y Empelo en la Comarca Sur’, redactado por Yaiza y Tías, tiene un presupuesto de 233.000 euros, financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el Servicio Canario de Empleo.

Bajo la supervisión de cuatro monitores, el curso iniciará su fase práctica el próximo lunes 3 de marzo después de un mes intenso en los salones de la Casona de Femés, donde dos profesionales se encargaron de impartir clases teóricas, de lunes a viernes, en horario de 8:30 a 14:30 horas.

Justo al lado de la Casona de Femés, el Ayuntamiento de Yaiza preparó un terreno de 2.500 metros cuadrados para las jornadas prácticas que tardarán seis meses, periodo durante el cual los 32 alumnos estarán contratados por la Mancomunidad del Sur.

Los agricultores experimentarán con el cultivo de verduras, legumbres, especies aromáticas y recuperación de semillas tradicionales. El grupo también realizará prácticas en una finca localizada en el pueblo de La Degollada, zona tradicional de uso agrícola del término municipal de Yaiza.

Jesús Miranda, director del curso, apunta que entre los alumnos hay jóvenes con conocimientos de agricultura por su trabajo ocasional en explotaciones familiares y otros que nunca se habían interesado en esta actividad productiva.

"Estoy seguro de que puedo ganar más en el campo que en la hostelería", dice uno de los alumnos

Adal, vecino del municipio de Yaiza, se cansó de trabajar en la hostelería y ahora tiene la convicción de ser emprendedor uniendo su experiencia en el campo a la formación que recibe. Este joven particularmente valora mucho los nuevos conocimientos sobre abonos y logística de una explotación agrícola organizada.

“Estoy seguro de que puedo ganar más en el campo que en la hostelería”, afirma Adal, que ya piensa en el cultivo de la yuca como una clara oportunidad de negocio vendiendo la pulpa congelada en el mercado exterior.

Jeremías, vecino de Tías, también con algo de experiencia en la tierra, espera dedicarse a sus parras “y que la gente reconozca todo el trabajo que conlleva la producción del vino pagando un precio justo”.

Por su parte, Nereida se ha dado cuenta de que realmente “sí es posible cultivar sin hacer daño a nadie”, en referencia a la agricultura ecológica, mientras que otros abiertamente, como Juana, admiten que pensaban que la actividad sólo era “abrir un hueco, echar la semilla y fuera”.