El fútbol canario vuelve a asomarse a la elite del deporte nacional. El reciente ascenso de la UD Las Palmas a Primera División, logrado en mayo de 2023, ha situado de nuevo a un representante del archipiélago entre los mejores de España. La importancia de competir en la máxima categoría es evidente y se aprecia en todos los aspectos: más dinero para el club y la isla, mayor presencia en los medios de comunicación y un creciente interés del público aficionado a las apuestas deportivas que entra en plataformas como todascasasdeapuestas.com para conocer la información actualizada del sector y realizar así con más confianza sus pronósticos en los partidos de la Unión Deportiva. 

El regreso del conjunto grancanario a Primera ha acabado con una racha de cinco años consecutivos sin la participación de uno de nuestros clubes en esta categoría. La anterior ocasión se produjo en la temporada 17-18 y también tuvo como protagonista a Las Palmas. El equipo del Estadio de Gran Canaria ha sido, tradicionalmente, el mejor representante canario en la máxima categoría. En sus 74 años de historia, el equipo ha competido 34 temporadas en Primera División , una cifra muy superior a la de su rival, el CD Tenerife, que cuenta con trece experiencias. 

Muy lejos de la época dorada

El ascenso de la UD Las Palmas se contextualiza en un siglo marcado por la irregularidad del equipo amarillo. Desde el año 2000, ha participado seis temporadas en Primera División. La incapacidad para asentarse en el escalón superior del fútbol español le ha llevado a vivir muchos ascensos y descensos, que le llevaron incluso a competir durante dos cursos en Segunda División B. 

Para remontarse a los mejores años de la historia de la Unión Deportiva hay que retroceder a diferentes etapas de las décadas de los sesenta y los setenta, cuando el equipo llegó incluso a ser subcampeón de España. Entre 1964 y 1988 compitió de forma ininterrumpida en Primera División, un éxito sin precedentes que situó al fútbol canario entre los más respetados del panorama nacional. 

Un subcampeonatos y dos presencias en UEFA

La mejor clasificación de Las Palmas fue en 1969 (segundo clasificado), precedida por una tercera posición en el curso anterior. Las temporadas 1971-1972 y 1976-1977 también están señaladas como unas de las más importantes del club. La quinta posición en el campeonato, lograda en ambos años, permitió al equipo jugar competición europea en el curso siguiente. En 1972, logró alcanzar la tercera ronda y en 1977 disputó dos partidos. 

La dinámica cambió a partir de los ochenta, si bien el equipo se mantuvo en la élite, hasta que en 1988 se consumó el descenso a Segunda. Hubo que esperar doce años para volver a Primera, un periodo demasiado tardío que cambió notablemente la tendencia de un club cuyo objetivo es asentarse entre los mejores. 

Tenerife: los noventa y sus históricas semifinales europeas

Al igual que su eterno rival, el CD Tenerife tiene su época dorada. En este caso, llegó en los noventa. Hasta entonces, el equipo blanquiazul había tenido una participación efímera en Primera, en 1961. Veintisiete años después, regresó a la principal categoría nacional, donde se asentó durante una década en la que vivió el mejor momento de su historia. La llegada de Jorge Valdano al banquillo del Heliodoro Rodríguez López fue clave, pues en sus tres temporadas no solo consolidó al equipo en la élite, también lo clasificó para jugar competición europea. La quinta posición lograda en 1993, le abrió las puertas a competir en la UEFA. El equipo estuvo a la altura y consiguió llegar hasta la tercera ronda. 

La buena dinámica del Tenerife se mantuvo y en 1996, con Jupp Heynckes en el banquillo, llegó otro de los momentos históricos del club. El equipo repitió la quinta posición y consiguió clasificarse de nuevo para jugar la UEFA. Lo que llegó después ha quedado guardado en el libro dorado del fútbol canario. El equipo entró muy bien en la competición y fue superando eliminatorias, ante Maccabi Tel Aviv, Lazio y Feyenoord ; hasta plantarse en los cuartos de final. Ahí esperaba el Brondy danés, uno de los clubes más potentes del norte de Europa. Tras el 0-1 a favor de los daneses, en el partido disputado en tierras canarias, el Tenerife llegaba a Dinamarca con la obligación de ganar para estar en las semifinales. Antonio Pinilla marcó el gol de la victoria visitante y el partido se fue a la prórroga. A dos minutos para el 120, Antonio Mata lanzaba magistralmente un libre directo y clasificaba a los suyos para las semifinales. 

El Schalke 04 fue el rival en la ronda previa a la final. El equipo blanquiazul compitió muy bien ante uno de los grandes del fútbol alemán y rozó una nueva proeza, a domicilio, pero en esta ocasión el fútbol le dio la espalda. Allí finalizó el capítulo más bonito de un club que sueña con regresar a Primera.