El Cabildo de Lanzarote ha presentado este martes un mural de temática LGTBI de la artista Judith Morales Álvarez en la Sala de Estudios de la Biblioteca Insular. Esta iniciativa, que conmemora el Día de las Bibliotecas, pretende hacer un reconocimiento a las personas del colectivo LGTBI y su papel en la sociedad. Asimismo, el espacio en el que está ubicado pasará a llamarse Sala LGTBI.

La consejera de Educación del Cabildo de Lanzarote, Ascensión Toledo, destaca "la implicación de la autora para hacer de este espacio un reconocimiento vivo a la lucha que la comunidad LGTBI ha realizado para garantizar los derechos de todos sus miembros".

Asimismo, halaga la relación entre la temática del mural y la naturaleza utilizada por la creadora, en lo que parece ser una reivindicación en contra de la homofobia y a favor de la normalización de la presencia de las personas del colectivo en la vida.

"Afortunadamente, a día de hoy, podemos decir que vivimos en una sociedad mayoritariamente tolerante y que respeta la libertad", añadió por su parte el consejero del Área de Igualdad. "Un logro que se debe, en gran medida, a la labor que se hace desde asociaciones como Lánzate, LanzaEntiende y Chrysallis".

"Ellas, a través de su incansable lucha han logrado que hoy podamos decir, con orgullo, que en Lanzarote y La Graciosa, los colectivos LGTBI+ cuentan con visibilidad y pueden desenvolverse con normalidad, al igual que cualquier otro colectivo", concluyó.

Por otro lado, en palabras de la artista, la inspiración parte de un poema de Lourdes Acosta que habla de la expulsión de Eva del paraíso, haciendo alusión a lo natural de las emociones y los sentimientos y a cómo es el juicio el que los nubla. Para Morales es clara la relación entre esta represión de las emociones, naturales y genuinas, y la que vive el colectivo LGTBI.

Durante el acto, los asistentes han podido ver la pintura, en la que varias personas están conectadas tanto físicamente, con símbolos claros como el arcoiris, como a través de las miradas. Asimismo, los personajes también se preocupan de poner un ojo en el espectador, haciendo de él un elemento más del relato.

"Creíamos que el colectivo LGTBI, a menudo invisibilizado en el campo de la cultura y el conocimiento, debía tener un lugar privilegiado en una infraestructura como la Biblioteca Insular, que es símbolo del saber en la Isla. Por eso, no solo hemos querido nombrar una sala con su nombre, sino que hemos querido que fuera un entorno especial, relacionando representación, reivindicación y arte", aseguró Toledo.