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La UNED conmemora medio siglo de presencia en Lanzarote

En abril, el centro asociado en la Isla de la Universidad Nacional de Educación a Distancia cumple 50 años con casi 600 alumnos matriculados

María José Rubio 0 COMENTARIOS 22/04/2023 - 07:44

La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) nace en 1972. En aquel entonces, tan solo había tres despachos en el centro de Madrid. Hoy tiene presencia en 17 países y sus alumnos pueden examinarse en más de 75 ciudades. Con su vocación de universalizar la educación superior y facilitar el acceso a la universidad a cualquier persona, la UNED comienza pronto su expansión geográfica. De esta manera nacen los centros asociados, que en la actualidad se ocupan de las tutorías presenciales, que se completan con recursos online, y de dar soporte administrativo. El de Lanzarote cumple 50 años este mes de abril.

La delegación en Lanzarote se inauguró, en concreto, el 23 de abril de 1973. La huella de la efeméride hay que rastrearla en la hemeroteca: El Eco de Canarias publicaba al día siguiente la inauguración “del centro local de la UNED en la tercera planta de un céntrico inmueble número 10 de la calle Ruperto González Negrín”. El corresponsal Aureliano Montero, a través de una crónica telefónica, transmitía que el objetivo de la UNED era “ofrecer oportunidades”. También lo hacía un poco antes el periódico Diario de Las Palmas, el martes 17 de abril de 1973, cuando anticipaba la inauguración del centro en Lanzarote.

A esa primera sede del centro universitario en Lanzarote -en el número 10 de la calle Ruperto González Negrín- le siguió un segundo emplazamiento, también en un tercer piso en la calle José Antonio, hoy Manolo Millares, antes de recalar de forma definitiva en el antiguo Parador de Turismo.

Durante su primer año de vida, figuraban matriculados 36 alumnos en total, de los cuales 28 eran de Filosofía y ocho de Derecho, que eran en ese momento las únicas carreras que se podían cursar. Durante el actual curso escolar, se han matriculado en Lanzarote hasta 596 estudiantes, de los cuales 212 son hombres y 384 mujeres.

Evolución

Andrés Martín es el presidente del centro asociado en Lanzarote desde hace siete años. Según explica, el tipo de alumnado ha cambiado en los últimos tiempos. “Antes de la pandemia y, previamente, a raíz de la crisis económica de 2007, cambió el perfil”. En muchos casos, los jóvenes ya no podían irse a estudiar fuera de Lanzarote. “Muchos estudiantes vieron que sus padres se quedaban en el paro y la UNED fue su solución”, comparte. “A partir de ahí, hubo una avalancha de jóvenes recién salidos de los institutos. Una tendencia que se ha seguido manteniendo hasta ahora y que ha invertido el perfil del alumnado”, resume.

Antes, quien estudiaba a distancia era gente que quería compatibilizar el trabajo con los estudios por las tardes o quienes tuvieron que abandonarlos y decidían retomarlos. También ha evolucionado la forma de contacto con los profesores. Ahora el acompañamiento es clave. “Antes no había Internet. Cuando tenías una duda solo contabas con el profesor a distancia, al que tenías que llamar a un teléfono. Había una guía con los números de cada asignatura, llamabas a un fijo y le hacías la consulta. Incluso tenías que llamar a Madrid”, indica María de la Paz Vargas, coordinadora académica. “Antes era mucho más difícil y más solitario”, relata.

Además, destaca que la UNED “generalizó” la enseñanza y abrió la posibilidad a muchas personas en una isla no capitalina como Lanzarote de cursar estudios universitarios.

La oferta

El catálogo formativo de la UNED es muy variado. Desde carreras universitarias (grados), grados combinados, másteres, doctorados, microtítulos, idiomas, cursos de verano, cursos de formación permanente y cursos de acceso a la universidad. Este curso, indica Andrés Fajardo, secretario del centro, es “la primera vez” que llegan a 100 estudiantes del programa senior de la universidad. En concreto hay 164 matriculados. La UNED Senior se dirige a las personas mayores de 55 años, con independencia de la formación académica que posean, interesadas en enriquecer sus conocimientos.

En el centro asociado de Lanzarote solo tutorizan de manera presencial una parte de algunos grados, los más demandados. “Las tutorías pueden también ser en un centro de Canarias o de la Península. Si no hay tutor aquí siempre habrá uno online”, aclara Fajardo. Aunque no haya tutor presencial en la Isla, el estudiante siempre podrá examinarse en Lanzarote.

La UNED es la única universidad pública a distancia y por lo tanto, ofrece precios públicos. El centro de Lanzarote tiene, además, un plus. “Casi un 50 por ciento de nuestros tutores han sido alumnos de la universidad a distancia”, señala Fajardo. El propio Andrés, junto a otros profesores, siguen estudiando también en la UNED. Y es que “los más maduritos”, como indica Fajardo, “tienden a retomar esos estudios que un día desearon hacer, como Filosofía, Filología, Historia del Arte o Antropología. Estudiaron otra carrera porque tenía más salidas... Siempre está ese médico que quiso estudiar una carrera como esas y la estudia ahora”, explica.

Un dato muy revelador es que la UNED “es la universidad con más estudiantes con discapacidad de España”, relata María de la Paz. Además, se matriculan, estudian y se examinan muchos estudiantes de centros penitenciarios.

Los desconocidos

No obstante, la UNED sigue siendo, en ciertos ámbitos, una gran desconocida. María de la Paz suele acudir a los centros educativos de secundaria de Lanzarote para promocionar la universidad a distancia y “solo levantan la mano tres o cuatro estudiantes en una clase” cuando les pregunta “si la conocen”. De esta forma, también han detectado que hay quien piensa que los alumnos deben acudir a examinarse a Madrid, que no saben que la Isla tiene un centro asociado o que desconocen la oficialidad de los estudios que la UNED oferta.

El curso pasado, 196 estudiantes terminaron una licenciatura, 156 personas los grados, 55 los másteres, y 19 finiquitaron las diplomaturas. Por municipios, durante este curso académico hay 256 estudiantes de Arrecife, 91 de Teguise, 79 de San Bartolomé, 64 en Tías, 29 en Yaiza, 21 en Haría y 18 en Tinajo.

Andrés Martín: Tutor de Derecho

Empezó a dar clases en el año 90, de Derecho, Turismo o Empresariales. Actualmente es profesor de Derecho. Antes, el perfil era de gente mayor que tuvo que dejar los estudios y que trabajaba en la hostelería, en la albañilería y quería volver a coger los libros. “Yo era un benjamín al lado de ellos”, comenta. Ahora, la mayoría del alumnado es recién salido de los institutos. Las carreras por excelencia han sido Psicología y Derecho. “Derecho sigue siendo una carrera que mucha gente estudia por placer. Siempre hay alumnos y alumnas que siguen estudiándola a un ritmo lento, pero lo hacen por hobby”, señala Medina. Sin embargo, si la dejan, suelen volver a retomarla. “Es la carrera que más salidas profesionales tiene”.

María de la Paz Vargas: De alumna a trabajadora

Comenzó como estudiante en 1989 en el centro de Las Palmas de Gran Canaria y como profesora y tutora en 1997. “Me incorporé como trabajadora del centro en el año 2012 para sustituir a la desaparecida Mayca Varó”, describe. En el centro de Lanzarote hay cinco trabajadores, incluido el informático, Vicente Buet, además de los cuatro estudiantes becados en la Biblioteca Universitaria, “que desempeñan una labor encomiable”, destaca Vargas. “Antes no había otras alternativas. Era o la UNED o la universidad presencial”, comparte. “Ahora hay hasta universidades privadas online”, señala. Vargas es profesora de Psicología, el grado con mayor número de estudiantes en la Isla.

Rosa María Espino: Vivió los inicios de la UNED

Empezó a trabajar el 15 de marzo de 1979 con 18 años de edad. “Estábamos en un tercer piso que era como una vivienda normal y corriente”, rememora la trabajadora del centro. “Los alumnos, para examinarse tenían que ir a Gran Canaria, en el Centro de la UNED en Las Palmas”. Poco más tarde, el piso se les quedó pequeño y se trasladaron al antiguo Parador de Turismo. El edificio se fue adaptando poco a poco, “quitándose muchos baños antiguos y limpiándolo a fondo”. Rosa María recuerda cómo hacía la matrícula a mano con los estudiantes esperando en la puerta o cuando tenía que hacer “miles” de fotocopias para los exámenes.

Andrés Fajardo: Secretario y profesor

Según Fajardo, que es profesor de Filosofía en el curso de acceso a grados universitarios, hay mucha interconexión entre Formación Profesional y universidad. “Entra mucha gente por la FP y también se observan nuevas incorporaciones con el nuevo grado de Educación Infantil que acaba de ofertar la UNED, con muchas estudiantes que hicieron el ciclo”, dice. De esta manera, la UNED dispone de cursos de acceso a la universidad para mayores de 25 y 45 años. “Ha ido bajando muchísimo el número de personas que se matriculan en estos cursos. Unas 196 personas se apuntaban en estos cursos en el año 96 y, ahora, solo unas 50 personas”. El acceso a la universidad para mayores de 25 y 45 años permite acceder a estudios de Grado sin titulación previa en cualquier universidad.

ESTUDIAR EN LA UNED EN LANZAROTE

Carmen Dolores Fajardo: veterana desde 1986

Carmen Dolores Fajardo tenía tres hijos y era profesora cuando se embarcó en la aventura de volver a estudiar en la UNED. Corría el año 1978. Primero eligió Historia y, al segundo curso, se pasó a Derecho. Recuerda que subía la tercera planta de un edificio sin ascensor en frente del colegio La Destila, antiguo Generalísimo. “La hice porque me lo propuse”, relata. Tardó cinco años, licenciándose en 1986. “Los profesores eran maravillosos”, describe.

Fajardo relata el buen ambiente que había. A la hora de hacer los exámenes tenían que trasladarse a la sede en Gran Canaria. “Recuerdo que los últimos años, el tribunal se desplazó a Lanzarote y nos hacían los exámenes”, cuenta. Como anécdota, Carmen recuerda que don Pedro Medina, farmaceútico, terminó la carrera de Derecho a los 85 años. Carmen Dolores pidió una excedencia en su trabajo de la enseñanza pública y estuvo 30 años ejerciendo de abogada.

Andrés García: “Un logro individual”

Para Andrés García, su doctorado en Psicología es “un logro a nivel individual” a sus 56 años. Terminó un máster en investigación y decidió realizar un doctorado para sintetizar su recorrido académico y sus saberes. Abordó el doctorado sobre el acoso escolar en tres institutos y dos colegios de la Isla. Entre las ventajas que enumera Andrés, está “el orgullo de haberlo finalizado, la auto organización personal, el tiempo parcial o el que uno mismo planifica todo”, relata.

Sin embargo, también está presente la soledad durante esos años. Estuvo cinco años para terminarlo, que “es casi como un grado”, dice. La relación con su tutora de tesis fue a través de correo o videoconferencia. “El apoyo de la profesora es fundamental para guiarte”. Más cuando se trata de plasmar los resultados de esos cinco años. La pandemia le pilló en su lectura de tesis doctoral, que la defendió de manera online.

Valery Tellechea: “Si superas la soledad, te empoderas”

Valery Tellechea tenía claro que algún día volvería a estudiar. Para ella era un proyecto de futuro. Eligió la UNED porque le permitía estudiar en cualquier sitio del mundo con un seguimiento. Estudió Antropología Social y Cultural “por descarte” en 2016. Con la llegada del confinamiento estudió de manera más centrada, ya que todo estaba paralizado, lo que le permitió avanzar en el grado. En seis años terminó.

Para Valery, la UNED supuso una “experiencia agridulce”. “Hay un trabajo en soledad que hay que hacer y se hace duro. Sin embargo, si consigues sortear el obstáculo de la soledad, te empoderas, ves cómo progresas y la autoestima se fortalece y la soledad pesa menos”, relata. Ella anima a cualquiera a estudiar por la universidad a distancia porque para ella “es un lujo”. Describe que le encantaría hacer otro máster de investigación: “He quedado enganchada a la UNED”.

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