A juicio la banda que asaltó una casa en Lanzarote y el dueño murió: la Fiscalía pide condenas que suman 162 años de cárcel
Se les acusa de delitos de asesinato en grado de tentativa, robo con violencia y tenencia de armas
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial juzga a los siete miembros de una banda que asaltó una casa en Lanzarote y su dueño terminó muriendo por las heridas infligidas. La Fiscalía solicita condenas que suman 162 años de cárcel por delitos de asesinato en grado de tentativa, robo con violencia y tenencia de armas. La vista oral se celebra del 11 al 14 y el 18 de septiembre.
Las penas solicitadas por el Ministerio Fiscal para los acusados oscilan entre los 20 años de cárcel, para tres de ellos, y los 27 años de prisión para dos de los procesados. El caso causó una profunda alarma social en Lanzarote en enero de 2016, cuando asaltaron la vivienda de José Antonio Perera en San Bartolomé, que falleció como consecuencia de las heridas.
La Guardia Civil puso en marcha la denominada Operación Caldereta y logró detener a los presuntos responsables del secuestro de un matrimonio, en el que torturaron al hombre con una violencia extrema, en la que llegaron a emplear corriente eléctrica en diferentes partes de su cuerpo, además de golpearle la cabeza con un objeto contundente.
Durante la investigación se pudo determinar que se trataba de un grupo organizado de personas dedicadas a la comisión de todo tipo de delitos relacionados con el patrimonio en distintas islas del archipiélago, que no dudaban en ejercer gran violencia en las personas que eran seleccionadas como víctimas de sus acciones.
Los integrantes de este grupo estaban radicados, en su mayoría, en la isla de Tenerife, de donde procedían, pero con nexos de unión en la isla de Lanzarote, de donde provenía alguno de su miembros, quienes eran también los encargados de proporcionar la información y logística necesaria para poder cometer los asaltos.
El Instituto Armado informó de que se trataba de una organización que se había especializado en este tipo de delitos, hasta el punto que utilizaban a otras personas obligándolas a formar parte de la organización criminal mediante acciones coercitivas y amenazas sobre su vida y la de sus familiares directos.
En cuanto a su forma de proceder, realizaban un gran esfuerzo para no ser detectados, tomando todo tipo de precauciones en los viajes que realizaban, forzando a las personas que obligaban a formar parte de la organización a realizar gestiones logísticas o informativas, personas a las que sometían a un control férreo y violento en todos los aspectos de su vida cotidiana, con el fin de que los miembros de la organización pudiesen actuar con total impunidad y no ser relacionados con las labores de logísticas.
Durante la investigación se hallaron indicios que relacionaban a esta organización con otros hechos de similares características ocurridos en la isla de Lanzarote durante el año 2013, y perpetrados mediante idéntico modus operandi. En el momento de las detenciones, el grupo criminal preparaba otro nuevo asalto en Lanzarote
Acusación
Los siete acusados son N.D.P.P., A.D.D., J.A.D.R., A.E.G.G., J.M.B.O., N.M.G.A y S.V.R.B, de los que todos menos tienen antecedentes penales, dos de ellos computables a efectos de considerar su reincidencia delictiva.
Sobre las 08.30 horas del 18 de enero de 2016, haciéndose pasar por miembros de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, simularon una entrada y registro de las víctimas por la supuesta comisión de un delito de blanqueo de capitales. Uno de los asaltantes (J.M.B.O.), con una perilla y bigote postizo, para ocultar su verdadero rostro, requirió a la víctima acceder a la vivienda, para luego secuestrarlos y exigirles la localización de la caja fuerte.
Los acusados aplicaron a la víctima descargas eléctricas y le golpearon, ocasionándole un traumatismo cráneoencefálico severo, con fractura y hundimiento del cráneo, además de las órbitas de los ojos, del húmero del brazo izquierda, de varias costillas y vértebras. También le ocasionaron múltiples lesiones en la boca y le causaron un derrame pulmonar. Además, le lesionaron los genitales con las descargas eléctricas.
Los acusados aplicaron a la víctima descargas eléctricas y le golpearon con extrema violencia
Los asaltantes se llevaron un reloj Viceroy, otro de la marca Fósil, un conjunto de oro de pendientes y anillo, un collar, un anillo plateado con incrustaciones de piedras negras, un pendiente plateado con una piedra blanca y un pendiente plateado con incrustaciones de piedras brillantes, propiedad de la mujer, que según el escrito de acusación de Fiscalía no han sido tasados.
Luego se dieron a la fuga en un Honda Civic propiedad de la víctima del asalto, que falleció dos meses más tarde, dejando una hija menor de edad. La causa de la muerte fue un tromboembolismo pulmonar agudo bilateral masivo. Según el informe forense, la hospitalización y movilización por las lesiones ocasionadas en el asalto fue “un factor de riesgo para la trombosis venosa profunda”.
El escrito de Fiscalía resalta que dos de los acusados, además, mantenían escondida en la vivienda de una acusada una escopeta marca Browning, modelo B-25, calibre 12, que es un arma prohibida para cualquier persona.
Comentarios
1 ESCORIA Jue, 07/09/2023 - 08:28
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