Hay varias partes clave dentro de un automóvil para garantizar su máximo rendimiento y función. Sin embargo, hay piezas que, si bien no son precisamente necesarias para que un coche circule, siguen siendo extremadamente importantes para la seguridad del vehículo, como es el caso del paragolpes.

Como su nombre lo deja claro, la función de un parachoques es proteger la estructura de un vehículo en casos de colisiones leves, ya que su construcción es de plástico, un material maleable. Pero a veces, estos pequeños golpes pueden dejar marcas más profundas, en forma de rasguños y grietas, e incluso deformaciones.

No, no está en tu auto solo para quedar bien, todo lo contrario. Esta pieza evitará que varias otras partes importantes del automóvil se dañen en una colisión, pero lo más importante es que el parachoques evita que el daño del choque llegue a los pasajeros del vehículo.

Además de la seguridad, estas piezas también forman parte de la estética del automóvil y complementan el aspecto del vehículo. La estética también combinará con la aerodinámica del coche, sobre todo en el paragolpes delantero, que tiende a estar más inclinado y a adquirir formas más angulosas en los deportivos precisamente por eso.

La imagen de los parachoques delantero y trasero del automóvil se copia de recambioscoches.es

¿Puedo recuperar el parachoques de mi coche?

Antiguamente, los parachoques eran de acero y muchas veces, en lugar de protegerlos, acababan dañando aún más el vehículo por la fuerza del impacto. Hoy en día, el material que compone esta pieza es flexible y maleable, más resistente a los golpes y más fácil de recuperar, según la magnitud del daño.

Supongamos que, en un pequeño impacto, abollaste o rayaste una parte de la pieza. Relájese, puede recuperarlo fácilmente en un mecánico sin mayores problemas. La recuperación suele ser más estética que funcional, y algunas personas optan por no hacer este cambio en absoluto.

Si el daño es más profundo, entonces no hay manera: hay que reemplazarlo. Y las razones de ello son de lo más variadas, desde la producción de vibraciones y, en consecuencia, ruido, hasta impactos funcionales en la pieza, que perdería sus características y, principalmente, su capacidad de absorber pequeños impactos sin afectar a partes estructurales del vehículo.

Sustitución de parachoques

Si el parachoques no se puede reparar, se debe reemplazar. Algunos automovilistas creen que no es difícil y, queriendo ahorrar dinero, intentan hacerlo ellos mismos. Sin embargo, sin experiencia, conocimiento de las características de un modelo en particular y herramientas especiales, puede llevar mucho tiempo y no garantizar el resultado deseado. Por lo tanto, es mejor confiar la sustitución de parachoques a profesionales en el taller.

Este no es el tipo de concierto que debas arriesgarte a hacer, más aún cuando hay opciones interesantes en el mercado, incluso para piezas importadas. Así como linternas, ojo de gato, barandas, entre otras partes que pueden dañarse en un choque. Recuerda: la seguridad primero.