Emotivo encuentro de los trabajadores de los Centros con César Manrique
El acto contó con la participación de estudiantes del CEIP San Juan, Marisol Álvarez, y los cantantes Pancho y Ciro Corujo
Los trabajadores de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote siguen teniendo muy cercana y presente la figura de su creador, César Manrique.
Por eso, como es tradición, un grupo de representantes de la plantilla se dio cita este miércoles por la mañana en el cementerio de Haría para recordar y mostrar su cariño y respeto al genio, tristemente desaparecido tal día como hoy hace 27 años.
Estuvieron acompañados por el vicepresidente del Cabildo de Lanzarote, Jacobo Medina; el consejero delegado de los Centros, Juan Félix Eugenio; los alcaldes de los ayuntamientos de Haría y San Bartolomé, Alfredo Villalba y Alexis Tejera, respectivamente, además de por otros consejeros de institución insular, familiares, amigos y seguidores del artista.
Alumnas y alumnos de sexto de Primaria del CEIP San Juan de Haría fueron quienes abrieron el acto interpretando una polca escrita por ellos dedicada al protagonista. Estuvieron acompañados por cuatro tocadores de la Agrupación Malpaís de la Corona.
A continuación, Marisol Álvarez, representante de la asociación sin ánimo de lucro 'Escultura a César Manrique', tomó la palabra realizando una semblanza del artista, recordando "su alegría, su optimismo y el brillo de sus ojos".
Álvarez, que aprovechó la ocasión para anunciar que la obra 'La mirada de César', de Manolo González, "se inaugurará el próximo 24 de abril de 2020", recordó algunas anécdotas vividas junto al artista y animó a quienes vivieron con él a transmitir a los jóvenes sus experiencias para evitar el olvido. "Que viva César Manrique siempre en Lanzarote y en nuestros corazones", finalizó.
Después de que el vicepresidente y la consejera de Industria de la Primera Institución depositaran la ofrenda floral en la tumba de Manrique, los hermanos Corujo, Pancho y Ciro, pusieron punto y final al acto interpretando una isa, una folía y mazurca.
A la conclusión del acto, Jacobo Medina agradeció a los trabajadores y trabajadoras de los Centros "su trabajo y esfuerzo diarios por preservar el legado de César Manrique, una de las figuras más extraordinarias y trascendentales de la historia de este archipiélago y, sobre todo, de esta isla".
En el año del centenario del nacimiento del artista, el vicepresidente del Cabildo anima "a poner en valor su mensaje y a realizar un ejercicio de profunda reflexión individual y colectiva que sirva para analizar el punto en el que nos encontramos y el destino que queremos como isla y como sociedad".
César Manrique Cabrera (Arrecife, 24 de abril de 1919 - Teguise, 25 de septiembre de 1992) consiguió modelar una isla en perfecto equilibrio. Interpretó como nadie la belleza y el valor del espacio que le envolvía y plasmó en él su genial imaginación.
Su legado y prestigio traspasaron fronteras pero, sin duda, es en Lanzarote donde logró manifestar en mayor medida su amor por el paisaje, ese que otros consideraban desértico, árido e inhóspito, pero que para él era sinónimo de belleza.
Es imposible imaginarse Lanzarote tal y como es hoy sin César Manrique. Era pintor, escultor, arquitecto, ecologista, conservador de monumentos, consejero de construcción, planeador de complejos urbanísticos, configurador de paisajes y jardines. Así, cinceló su trabajo desde el respeto, la admiración y la gratitud hacia el entorno en el que había crecido.
El Auditorio Jameos del Agua, integrado en una caprichosa formación volcánica, resume en gran medida lo que Manrique realizó durante toda su vida: componer espacios en los que la aportación humana quedara armoniosamente integrada con el entorno natural, ensalzando su belleza y sus valores. Su propia casa, en Tahiche, y el resto de los Centros son otras de las obras más significativas del artista.
También dejó un importante legado fuera de su isla natal. Destacan, entre ellas, el espectacular mirador de La Peña, en El Hierro; el mirador de Palmarejo, en La Gomera; el Parque Marítimo de Puerto de la Cruz y Playa Jardín, en Tenerife; el Centro Comercial La Vaguada, en Madrid, y el amplio Parque Marítimo del Mediterráneo, en Ceuta.
Para César Manrique la naturaleza no fue sólo la referencia fundamental para su creación artística sino también para su vida. No creó en la naturaleza sino que creó con ella. Su relación con el entorno no fue simplemente estética sino de un verdadero y ejemplar compromiso con la defensa del medio ambiente.
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