El tablero político: CC y PP pactan, con el PSOE al acecho y la incógnita de Teguise
El pacto en el Gobierno, idéntico al cerrado en Lanzarote, abre puertas de salida a cargos de CC y PP que quieran evitar una convivencia que en Arrecife ya estuvo salpicada de tensión
Coalición Canaria y Partido Popular escenificaron su pacto en Lanzarote un día antes de que lo hicieran los líderes de ambos partidos en Canarias, Fernando Clavijo y Manuel Domínguez, cerrando el paso a las especulaciones de la posibilidad -remota eso sí- de que pudiera repetirse una alianza ya ensayada en la Isla entre populares y socialistas.
La alianza entre CC y PP era el escenario lógico tras el batacazo de Dolores Corujo el 28 de mayo y se ha cumplido, aunque se da por seguro que el PSOE seguirá al acecho a lo largo del mandato, a la espera de su oportunidad. Estas son las principales conclusiones que deja el reciente campo de batalla electoral, con alguna incógnita todavía por despejar:
Nueva etapa en el Cabildo. Con la alianza entre nacionalistas y populares sellada, Oswaldo Betancort (CC) tiene la tranquilidad de empezar el mandato con calma. Tiene la suerte además de que de los cuatro consejeros del PP repiten tres y que su perfil está alejado del protagonismo, con Jacobo Medina (PP) como el único con aspiraciones políticas. Los populares se quedan con Obras Públicas, previsiblemente para Medina, con los Centros Turísticos, a priori para Ángel Vázquez, con las Emergencias y el Deporte, áreas en las que ya ha estado Kiko Aparicio, y con Hacienda que, en principio, podría gestionar María Jesús Tovar. El resto del Cabildo, que es mucho -incluyendo Política Territorial, Medio Ambiente, Sector Primario, Bienestar Social, Turismo o Cultura, entre otras áreas- llevarán el sello de CC.
La victoria de Oswaldo Betancort, cuando el recuento enfilaba ya las cuatro de la madrugada de la noche electoral, cogió por sorpresa, especialmente después de ver cómo el PSOE ganaba en cinco de los siete ayuntamientos de la Isla. La victoria en el Cabildo hubiera sido una consecuencia natural. Fueron apenas 69 votos los que desbarataron la estrategia que, antes de los comicios, se veía como más que posible tanto en el PSOE como en el PP: repetir la alianza de hace cuatro años, de forma explícita con gobiernos conjuntos o más soterrada, con apoyos puntuales desde la oposición, al menos hasta que pasaran las elecciones generales.
En el PSOE no cunde la autocrítica y hay quien interpreta que Corujo salió reforzada
A favor hubiese contado con la cercanía personal entre sus dos líderes, Dolores Corujo y Ástrid Pérez, y la incomodidad de la alcaldesa de Arrecife con el equipo del nacionalista Echedey Eugenio. Aquel reparto de poder quedó para la historia de lo que nunca sucedió. En las filas socialistas todavía no se creen cómo fue posible perder el Cabildo, pese a ostentar la presidencia, pero tampoco cunde la autocrítica. La versión de los hechos que se está trasladando es que sus resultados en Lanzarote han sido excelentes, pero que no están satisfechos y, en una lectura innovadora del veredicto de las urnas, que quien ha salido reforzada de la pugna ha sido Corujo frente a un desgastado Betancort, porque este le ganó a la socialista por más de 1.700 votos las elecciones al Parlamento de 2019.
Corujo, con los cinco candidatos socialistas que ganaron detrás, en la noche electoral. Foto: Adriel Perdomo.
La convivencia en Arrecife. Con el regreso del PP al Gobierno de Canarias, cuya huella en el Ejecutivo regional se pierde desde la salida de José Manuel Soria allá por 2010, es previsible que se abra para los populares el inmenso abanico de cargos, no solo en el Gobierno, sino también en el Parlamento. En el PP confirman que el nombre de Ástrid Pérez ha llegado a sonar como presidenta de la Cámara autonómica, en sustitución de su amigo Gustavo Matos.
En el PP dicen que Pérez ha llegado a sonar como presidenta del Parlamento
Fuentes del PP también sostienen que una de las peticiones que se pusieron sobre la mesa para el pacto fue que se buscara acomodo, lejos de la casa consistorial de la Avenida Vargas, a Echedey Eugenio. De momento, los cabezas de cartel de los dos socios de gobierno (con más expectativas electorales de las que les devolvió el 28-M) siguen en su sitio. En lo que se han puesto de acuerdo es en el reparto de la tarta del poder: Obras, Presupuesto, Policía, Turismo y Comercio para el PP; Urbanismo, Festejos, Cultura, Servicios Sociales y Limpieza para CC.
La ecuación de Teguise. En CC y PP aseguran que tienen “avanzados” los contactos con una tercera fuerza política para arrebatar la alcaldía de La Villa al candidato más votado, el socialista Marcos Bergaz. Su objetivo es conseguir que 11 concejales levanten la mano por la nacionalista Olivia Duque el 17 de junio, cuando arranca el mandato. CC tiene siete ediles y el PP tres. Les falta uno. Nueva Canarias, que ha bautizado su proyecto como “canarismo de progreso”, debería apoyar a los partidos del bloque con el que ha estado enfrentado y con los que se va a batir el cobre en el Parlamento en la nueva legislatura. ¿Le compensaría? En círculos políticos se ha hablado de una carambola, vinculando hacer posible el pacto de CC y PP en Teguise con la entrada de los consejeros de NC en el gobierno del Cabildo, con áreas que permitan su crecimiento político y el fortalecimiento de la organización en la Isla.
Bergaz contaría con una ligera ventaja: si CC y PP no suman con otro, es alcalde
Otra opción sería la del concejal de Primero Teguise (PT), Jonás Álvarez, que salió rebotado del PP, donde le tachaban de tránsfuga. También cuenta el voto del concejal de Vox, Ginés González, al que ya le han dicho los dos partidos con posibilidades de lograr la alcaldía, PSOE y CC, que jamás gobernarían con él. A priori, Bergaz dispone de una ligera ventaja: también debería estar en disposición de pactar con NC y PT, a los que considera “partidos del cambio” en Teguise y, si el edil de Vox se mantiene al margen, y CC y PP no llegan a la mayoría absoluta, al ser el candidato más votado se convertiría en alcalde de forma automática.
Retirada de carteles en Arrecife, tras las elecciones. Foto: Adriel Perdomo.
Lección para la izquierda. Desde que en 2003 irrumpiese en la escena política Alternativa Ciudadana (AC), solo en una ocasión la denominada izquierda alternativa no había estado presente en la Corporación insular. Sucedió en 2007, cuando AC se fragmentó y surgió Isla Alternativa. Entre los dos partidos sumaron 3.197 votos, más que el PNL de Juan Carlos Becerra, que se terminó llevando dos consejeros.
Algo similar ha sucedido ahora: Podemos, Lanzarote en Pie y Drago, tres patas de la misma mesa, obtuvieron en conjunto 4.048 votos, un millar más que Vox, que entra con un consejero. Con un espacio político tan frágil y difícil de construir, el próximo intento de estructurarlo tendrá que ser unitario o no será.
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