Con alerta y sin alerta, con más y con menos intensidad, con la aparición de muchas toallitas o de algunas menos, con y sin sacos… cada vez que hay una lluvia fuerte, Arrecife se inunda. Y lo viene haciendo desde hace tantos años que nadie se explica cómo no se ha encontrado aún la solución.

Lo que también se repite cada año es que la oposición, sea quien sea, acusa al grupo de gobierno de desidia, esté quien esté, a pesar de que por el Ayuntamiento de Arrecife han pasado alcaldes y alcaldesas de, al menos, cuatro partidos políticos durante los últimos veinte años. Y nadie acierta.      

El subsuelo de Arrecife es el reflejo de un crecimiento rápido, desordenado y despreocupado. Hasta el año 2011, Arrecife no tenía red de aguas pluviales. Ese año se construyeron dos colectores, uno que termina en la Punta del Camello y otro en Puerto Naos, pero a pesar del triunfalismo de aquel momento, la solución no era tan sencilla. Los edificios nuevos se enganchan a esa nueva red, pero todas las casas y edificios antiguos solo están conectados con la red de saneamiento, que además tiene una capacidad mucho menor de la necesaria.

La red de saneamiento es de los años setenta, cuando la población no llegaba a 30.000 habitantes y cuando aún no existían algunos barrios que han ocupado el lugar de los cauces de los barrancos. Además del escaso diámetro, algunas de las redes son de uralita o de otro material de mala calidad.

En el año 2017, el Cabildo presentó el Plan Director Integral de Saneamiento de Arrecife y San Bartolomé con el objetivo de acabar “definitivamente” con este problema, tanto el de las inundaciones como el de los vertidos a la costa. El entonces presidente, Pedro San Ginés, dijo que era “imprescindible” contar con ese documento para dar una solución “a largo plazo, estructurada y definitiva” y que por primera vez existía “un trabajo de coordinación técnico-político-interadministrativo entre Gobierno de Canarias, Ayuntamiento de Arrecife, Consorcio del Agua, Consejo Insular de Agua, y Canal Gestión Lanzarote”.

No ha servido de mucho. El plan preveía obras por valor de 23 millones: unos nueve millones en obras de aguas pluviales, casi todos en Arrecife excepto cerca de un millón en Playa Honda, y otros 14 en saneamiento. El Plan no tenía ni proyectos aprobados ni financiación asegurada. Era solo una especie de hoja de ruta.

De todas las actuaciones previstas, solo se ha terminado la primera fase de la obra de la calle Portugal, que no llega a 100.000 euros y que, de momento por sí sola, como se ha visto en las últimas lluvias, sigue sin solucionar nada. Para arreglar el problema de esas calles hace falta la segunda fase, que consiste en la construcción de un tanque de tormentas por casi un millón de euros, de los que 200.000 están previstos para el próximo año y casi 750.000 para el año 2025.

El Plan

Según decía ese Plan Director, en Arrecife se colapsan las estaciones de bombeo de El Cable, de la calle Portugal, El Reducto, Las Buganvillas, el Casino, el Cabildo, el Charco de San Ginés y la Cofradía de pescadores, Valterra y Agramar, entre otras. Además de las inundaciones en calles, casas y comercios, los vertidos  “pueden ocasionar afecciones sobre las masas de agua costera y pérdida de hábitat prioritarios” y a su vez “una disminución de la diversidad de especies y de la producción pesquera”. Por eso el Plan recomendaba una “remodelación integral de las estaciones elevadoras de aguas residuales”.

Foto: Adriel Perdomo.

El Plan prevé una “remodelación integral de las estaciones de aguas residuales”

El Plan detectaba 14 puntos negros en Arrecife: calles Gómez Ulla y Nicaragua, calle Portugal entre Gómez Ulla y Dolores Ibarruri, calle Jacinto Borges y León y Castillo, vía de servicio de la carretera Arrecife-San Bartolomé en la zona de la ITV, calle Safantía, calle Alfonso XII, calle Triana frente a Las Maretas, calle El Antonio, Plaza de la Constitución, calle Néstor de la Torre, calle Polca con Crispín Corujo, Saltona y Malagueña, calle Campoamor con Tajaraste y Miguel Hernández, calle Carlos V y calle Palencia.

Y otros puntos más del canal de drenaje que están en mal estado: confluencia de la calle Tenderete con Hermanos Álvarez Quintero, el Puente de la Pita, el cruce de la calle Safantía con la vía de servicio de la carretera LZ-2 y la vía de servicio de la carretera LZ-20 frente a Nissan, a los que hay que sumar otros 11 puntos más de la red de alcantarillado por la escasa pendiente de las conducciones.

El documento reconocía que, ante la falta de un plan ordenado, “se han llevado a cabo actuaciones no bien maduradas y en algunos casos contradictorias” y recomendaba no acometer la separación de las dos redes de golpe, sino de forma paulatina, ya que tienen que engancharse todos los edificios antiguos.

Avances

Desde que se presentó la planificación se ha avanzado muy poco. En octubre de 2018, la entonces alcaldesa, Eva de Anta, decía que para resolver el problema de forma definitiva haría falta “el compromiso del Cabildo, el Gobierno de Canarias y el Gobierno del Estado, pues Arrecife no puede en ningún caso acometer en solitario las importantes inversiones que requiere poner al día su red de saneamiento”.

En eso coincidía con la última alcaldesa, Astrid Pérez, que dijo: “Los problemas graves de Arrecife no pueden ejecutarse solo con los recursos municipales, hacen falta proyectos de ingeniería complejos, las correspondientes licitaciones, permisos, subvenciones, y mucha voluntad por parte de todos para sacar adelante una ciudad que estaba sumida en un deterioro más que constatado”. También dijo que habían sido “años de desidia por parte de los gobiernos anteriores en cuanto a las obras de pluviales en la capital”.

Foto: Adriel Perdomo.

Arrecife anuncia tres obras que saldrán a licitación en el primer trimestre del año

A pesar de la coincidencia en el diagnóstico, las batallas políticas han seguido marcando el camino. Tras la ruptura del pacto PP-PSOE en el Cabildo, Pérez anunció que el Ayuntamiento haría con fondos propios una obra en la calle Manolo Millares, que acaba de terminar, “ante la falta de respuesta” de la Corporación insular. Se trataba de la red de drenaje de aguas pluviales urbanas. Ni el triunfalismo de la que hoy es presidenta del Parlamento ni la obra han solucionado nada. La zona se volvió a inundar este pasado mes de diciembre. 

El concejal del PSOE y exconsejero de Obras en el Cabildo, Alfredo Mendoza, dice que la obra de Manolo Millares estaba recogida en el Plan, pero que hacía falta una modificación para añadir un ramal en la calle Guenia para conectar hasta la Punta del Camello y colocar pozos filtrantes, pero que no se hizo por las prisas de la alcaldesa, así que en un futuro próximo habrá que levantar de nuevo la calle. 

Mendoza dice que el camino es el citado Plan Director, pero que cuando se anunció no había ni dinero ni proyectos y que para acabar con las inundaciones habrá que ir levantando la ciudad entera poco a poco, para unir las redes de pluviales a los dos colectores.

Respecto a las últimas inundaciones, señala que “no se limpiaron los imbornales y que, además, algunas obras de asfaltado en Altavista han empeorado la situación porque se han hecho mal y el agua cae directamente hacia las viviendas. También dice que hay que redactar proyectos pero también actualizar los precios de las obras previstas en el Plan, para que no queden desiertas. De la misma forma, asegura que Arrecife no presentó obras para aguas residuales en los fondos Fdcan. 

Obras

Además de la calle Portugal se ha empezado otra obra que puede aliviar la situación: la ampliación de la depuradora de Arrecife, a la que también llegan las aguas de Playa Honda y San Bartolomé, y cuya inversión, por unos 16 millones, se ha iniciado después de firmar un convenio con la empresa pública Acuaes. En octubre, el Cabildo hizo una pequeña intervención de canalización en la LZ-2 a la entrada de la capital para evitar posibles inundaciones en la época de lluvias.

La Corporación insular tiene prevista la segunda fase en la calle Portugal, además de obras en otros municipios, y actuaciones de distribución de agua, pero no de saneamiento, mientras que el Consorcio del Agua también prevé alguna intervención.

Por su parte, el alcalde de Arrecife, Yonathan de León, anuncia tres obras que pueden salir a licitación en el primer trimestre del año. Se trata de tres zonas sensibles: una bomba de recogida de agua en las Cuatro Esquinas, otra en la Vía Medular y una tercera en Puerto Naos. Señala que las tres aparecen en el Plan Director y que ya están redactados los proyectos, pero admite que para acabar con el problema de las inundaciones “queda muchísimo por hacer”.