El Gobierno de Canarias no siempre utiliza la misma vara de medir. El análisis sobre la viabilidad del soterramiento de la autovía LZ-2 a su paso por Playa Honda es un buen ejemplo. El estudio concluyó que “todas las alternativas” son “viables técnica, económica y ambientalmente”, tanto las que implican soterrar la autovía como la opción de ampliar los carriles de la actual LZ-2 o construir una circunvalación por el exterior de la zona comercial. Por esta última posibilidad es por la que se ha posicionado públicamente el consejero de Obras Públicas, Sebastián Franquis, pese a ser la que mayor impacto medioambiental provocaría.

En cualquier caso, la letra pequeña del estudio del Gobierno autonómico arroja dos certezas: la nueva circunvalación de Playa Honda defendida por Franquis es la peor valorada medioambientalmente y, en relación a un estudio previo de la Consejería sobre alternativas al tráfico en Playa Honda, la puntuación ambiental se redujo y este baremo pasó a ser el que menos relevancia tiene entre los utilizados por el Gobierno de Canarias para definir el futuro del punto más saturado del tráfico en Lanzarote, por detrás de los aspectos socioeconómicos y de los técnicos.

Así, en un estudio de alternativas para prolongar la Circunvalación de Arrecife y enlazarla con un nuevo corredor exterior a Playa Honda que desembocaría en las inmediaciones del aeropuerto, la ponderación de los aspectos socioeconómicos son los más valorados (cinco puntos), seguidos de los medioambientales (tres puntos) y los técnicos (dos puntos).

En cambio, cuando se elaboró el estudio que analizó cinco posibilidades de soterramiento, una de circunvalación exterior a Playa Honda y otra para aumentar a seis carriles la actual autovía en superficie, la puntuación del apartado medioambiental se redujo a dos puntos y se relegó al último lugar en relevancia. La parte técnica pasó a ser el segundo apartado que más puntuaba (tres en vez de dos), mientras que los aspectos socioeconómicos seguían siendo los más considerados, con idéntica puntuación.

Ambos estudios llevan la firma de los ingenieros José Francisco Henríquez (exconsejero autonómico de Política Territorial), Antonio Martín y José Luis Pérez. Peor ambientalmente La nueva circunvalación exterior por la que apuesta el Gobierno de Canarias, gestionado por PSOE, Podemos, NC y ASG, es la que sale peor parada desde el punto de vista ambiental.

El estudio reconoce que es la opción “peor valorada ambientalmente”, que sus “afecciones” son superiores al resto de alternativas al plantear “un trazado desvinculado de la LZ-2” y que, además, atraviesa una zona donde “se detectan especies protegidas”.

Los técnicos dicen que hay “especies protegidas” y que es “necesario” un estudio ambiental

De hecho, el estudio admite que la nueva circunvalación es “con diferencia” la que “mayor ocupación de territorio” presenta: 381.730 metros cuadrados, de los que más del 90 por ciento son suelo rústico y serían arrasados por el nuevo trazado. Tan solo expropiar los terrenos supondría un desembolso de unos 17,4 millones de euros. Los costes de construcción serían, al menos, otros 75,2 millones de euros.

Por el contrario, empatan como alternativas mejor valoradas ambientalmente dos opciones de soterramiento y la opción de aumentar la superficie de la actual autovía con un carril más por dirección, que tiene como principal inconveniente un aspecto socioeconómico: no elimina el efecto barrera que supone la LZ-2 en Playa Honda, lo que sí hace el soterramiento de la autovía.

Trazado y tráfico

Aunque el consejero de Obras Públicas ya ha dado por sentado que el Gobierno de Canarias ejecutará la circunvalación exterior a Playa Honda, los ingenieros definen su análisis como un “estudio previo”, por lo que tendría que acometerse un análisis más detallado de las diferentes alternativas de trazado, en el que se lleve a cabo una evaluación de impacto ambiental y medidas “dirigidas a paliar los efectos significativos de naturaleza negativa”.

Asimismo, los ingenieros plantean que es “necesario” un estudio de tráfico de la situación actual –con una intensidad media diaria de 60.000 vehículos- así como del “escenario futuro” que se pudiera desprender del desarrollo urbanístico en el área de influencia de la actual autovía y que “acentúe los problemas detectados de congestión en la LZ-2 y en la LZ-40, la conocida como carretera de las Playas que conecta con Puerto del Carmen.

Los técnicos estiman que si se soterra la autovía de Playa Honda pasarían por ella el 75 por ciento de los vehículos actuales y se reduciría el efecto barrera a ambos lados de la localidad, fragmentada por la LZ-2. En cambio, solo un 60 por ciento de los vehículos que circulan por la autovía se desviarían por la nueva circunvalación, añade el mismo análisis.