La diversificación económica, el fortalecimiento del sector primario y la agricultura ecológica: tres objetivos que se apuntan como deseables para la Isla, pero que aún no se hacen posibles. En el IES Teguise se imparten tres ciclos formativos que entroncan con estos tres objetivos: la Formación Profesional Básica (FPB) de agrojardinería, la adaptada de actividades auxiliares en viveros y el Grado Medio de producción agroecológica. Tienen una experiencia de diez años y “una empleabilidad del cien por cien”, señala Teno Ossorio, coordinador de los ciclos.

Hay trabajo para todos, o bien en el autoempleo, o en explotaciones ganaderas, en fincas, jardines de hoteles o en empleo público, “En la última convocatoria pública, de nueve plazas que había, tres de los que entraron habían sido alumnos nuestros”, destaca. “En Lanzarote, el campo es complicado, tenemos el agua como factor limitante, pero a cambio tenemos el sol”, asegura Teno, que cree que esta formación es esencial para acercarse a la soberanía alimentaria y para el mantenimiento del paisaje, “que es lo que nos diferencia”.

En los ciclos se enseña de una manera muy práctica todo lo relacionado con la agricultura y la ganadería ecológicas, desde el cuidado y preparado de la tierra, los abonos o biopreparados “para ahorrar costes porque aquí también formamos para ser empresarios”, subraya. Hacen falta dos años “porque para conocer todos los ciclos de la tierra hace falta tiempo”.

Los alumnos también pueden participar en el Programa Erasmus y algunos han viajado a Azores o Macedonia, lo que les permite practicar inglés. El perfil más común del alumnado de la FP Básica es aquel que no termina la ESO y busca una nueva oportunidad para seguir con los estudios y tener un certificado profesional. En el caso de los alumnos de la FP adaptada, tiene que tener al menos un 33 por ciento de discapacidad.

En el Grado Medio, el alumnado es muy diverso: hay jóvenes a los que les gusta el campo y no quieren hacer Bachillerato, personas de alrededor de 30 años que quieren reciclarse o reorientar su vida laboral y alumnos de entre 50 y 55 años que quieren pasar sus últimos años de trabajo en este sector “porque les apasiona” y en muchas ocasiones combinan estos estudios con su trabajo. En los tres casos hay alumnos que vienen, por tradición familiar, del mundo del campo, pero hay muchos que no han tenido antes ninguna experiencia.

Complejo

“Aquí es como la vida real – dice Teno– donde hay capataces y peones”. Los alumnos hacen las prácticas en terrenos al aire libre y en un invernadero situado en el Complejo agroindustrial que les cede el Ayuntamiento de Teguise. Plantan especies nuevas como la mostaza roja, espárragos y alcachofas y otras tradicionales como el melón carraqueño o la sandía moscatel, y como no pueden venderlo, se comen lo que plantan.

Los abuelos de Javi son de Los Valles y está acostumbrado a recoger papas. Siempre le gustó el campo. “Siempre me gustó este trabajo, vi el módulo y me interesó”, dice. En invierno ya trabajó unos días en un invernadero en Soo y le gustó. Dice que quiere seguir estudiando y hacer el Grado Medio en Fuerteventura.

Carlos también quiere seguir estudiando el Grado Medio. Dice que estos estudios le interesan y que son como se esperaba: “Donde más futuro hay es en el campo”, señala. Esteban es de Tinajo. Empezó estudiando jardinería pero “esto” le gusta más, dice. Raúl estudia la FP adaptada. Dice que tiene tierras de su familia y que le gusta rastrillar y plantar porque “se trabaja con las manos”. En el Complejo Agroindustrial tiene su propio huerto, “que es su examen final”, donde planta coliflor blanca, calabacines, arvejas o habichuelas. También quiere seguir con el Grado Medio y combinar el trabajo en el campo con un trabajo de jardinero en un hotel.

Anna es enóloga, pero lo que le gusta es la viticultura. También estudia el Grado Medio para ampliar sus conocimientos sobre la agricultura de Lanzarote “que es tan distinta”. Ella es italiana. Dice que el campo requiere un sistema muy diferente. Trabaja en un pequeño proyecto agrícola y dice que en Lanzarote el campo es viable: “Hacen falta personas para trabajar en el campo y hay que animarse y darle más importancia, animar a los jóvenes a que se apunten”.

A Jacoba le encanta el campo y la agricultura. En Lanzarote solo había trabajado de camarera de piso. “Lo único que conocía del campo eran las palmeras de Playa Blanca”, dice. Primero estudió Floristería y Jardinería y después quiere estudiar auxiliar de veterinaria en Fuerteventura. “Todos los estudios son prácticos y se aprende mucho”, señala.

El curso que viene en el IES Teguise también habrá Formación Profesional Dual, que supone que los alumnos estudian y a la vez trabajan en alguna empresa del sector.