Ni el Ayuntamiento de Arrecife ni el Cabildo de Lanzarote han estudiado siquiera la posibilidad de plantear una nueva ubicación en terrenos públicos para el acuartelamiento Marqués de Herrera mediante una permuta con el Ejército de Tierra.

En una respuesta del mes de junio al senador por Lanzarote, Manuel Fajardo, el Ministerio de Defensa respondió que, si las instituciones locales querían conseguir el terreno donde se asientan los cuarteles, deberían hacer una propuesta de permuta “aportando unos terrenos que reúnan las características necesarias” y asumir el coste de la construcción de las nuevas instalaciones. En ese caso, “el Gobierno, a través el Ministerio de Defensa, podría analizar la propuesta”, decía la respuesta.

“La pelota ahora está en el tejado de las instituciones locales”, señala el senador. Cinco meses después de esa respuesta, ninguna de las dos instituciones ha movido ficha. La alcaldesa de Arrecife, Ástrid Pérez, manifestó que eran “excesivas” las condiciones que imponía el Ministerio y que el suelo que tendría disponible Arrecife para abordar una posible permuta es escaso.

También destacó que el coste de la operación sería muy alto. Por su parte, fuentes del Cabildo señalan que en este escenario no parece una prioridad y que, aunque el asunto se mira con interés, habría que estudiar qué destino se le podría dar a ese suelo cuando hay otras prioridades y no se produciría en un plazo inmediato.

El senador planteó si el Ministerio de Defensa tenía previsto algún convenio para permutar los cuarteles “a cambio de recibir unas instalaciones de menor tamaño”, más acordes “con las necesidades reales” del Ejército, “en un lugar con clara y fluida conectividad, cercano a la instalación aeroportuaria de la Isla o en cualquier otro sitio a elección del Ministerio”. Fajardo considera que el recinto militar está “infrautilizado”.

Actualmente, hay una unidad de apoyo que no supera las treinta unidades y además se usa de forma puntual por otras unidades del Ejército y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado como zona de tránsito para el desarrollo de ejercicios en el campo de maniobras y tiro de Montaña Bermeja.

Hace tres años, el Ejército anunció que volvería a utilizar los cuarteles porque trasladaría a la Isla una unidad de caballería que tenía su base en Valencia, pero finalmente ese proyecto se descartó.

Fajardo considera que el coste no se tiene que abordar necesariamente con fondos del Ayuntamiento o del Cabildo y que se podrían buscar otras vías de financiación. “Pueden tener procedencia diversa”, dice. Eso sí, para poder acceder a otros fondos habría que hacer un estudio de viabilidad.

Fajardo: “La pelota ahora está en el tejado de las instituciones locales”

El senador desataca que “hay terrenos de sobra, con buena conectividad” y que podrían utilizarse como acuartelamiento, recuperando así un espacio estratégico. En su iniciativa en la Cámara Alta, Fajardo resaltaba que podría convertirse en un “gran espacio de uso cultural y ocio”, además de “un decisivo factor de cohesión social”, uniendo los “populosos” barrios de Titerroy, Argana Baja, San Francisco Javier y La Vega.

El Cabildo tiene más de 330 inmuebles en propiedad, entre los que hay solares disponibles. El cuartel se levantó en unos terrenos de más de 60.000 metros cuadrados donados por la empresa Betancort y Coll en 1940.

Por otra parte, el Parlamento de Canarias llegó a aprobar por unanimidad una iniciativa para instar al Gobierno central a la cesión de los terrenos de los cuarteles, mientras que el Ayuntamiento de Arrecife reclamó en el pasado mandato que el suelo perdiese su uso militar.

“El problema está en la patrimonialización que hace el Ejército de los cuarteles”, destaca Fajardo, ya que no se suele desprender de terrenos.

Sin embargo, la última semana de noviembre se anunciaba que el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de San Sebastián deberán acordar un precio para enajenar los terrenos que ocupa el cuartel de Loyola.

El Gobierno central y el PNV han llegado a un acuerdo para que el Ejército de Tierra abandone ese espacio en el plazo de un año donde el Ayuntamiento pretende construir dos mil viviendas. Manuel Fajardo señala que ha pedido el expediente porque quiere ver “la letra pequeña”, ya que todo indica que se trata de una compraventa.

A pesar de que no hay muchos antecedentes de permutas, en Madrid se impulsó la Operación Campamento en terrenos del Ejército para construir 22.000 viviendas firmando un convenio con el Ayuntamiento. En Arrecife, el Cabildo utiliza las antiguas casas militares de la calle Juan Negrín precisamente gracias a una permuta con el Ejército en 1981.