Experta en Economía de la Salud, acaba de ser nombrada como nueva integrante del Gabinete Científico de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote
Beatriz González, nueva ‘sabia’ de la Biosfera de Lanzarote: “Este modelo no ha podido solucionar el problema del paro en Canarias”
Experta en Economía de la Salud, acaba de ser nombrada como nueva integrante del Gabinete Científico de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote
-¿Qué supone para usted este nombramiento en la Reserva de Biosfera de Lanzarote y que puede aportar?
-Por un lado es un honor muy grande, pero también un reto y una responsabilidad. Mi intención es escuchar, aprender de la experiencia de los demás. Mi campo de especialidad es la Economía de la Salud, y de alguna manera hoy se entiende que la salud humana está relacionada con la salud del Planeta. Es un concepto que se llama One Health (una salud) y se basa en que en un planeta enfermo no puede haber personas sanas, y en ese sentido yo puedo engarzar con la Reserva. Esa es la idea, pero estoy abierta a aprender de los demás que tienen muchísimo conocimiento.
-La Reserva de la Biosfera, al menos para Lanzarote, supuso desde su inicio una idea de isla como laboratorio de los retos del futuro, no solo para la propia Isla, sino para el Planeta. ¿Se puede extrapolar la situación y la experiencia de Lanzarote al resto?
-De alguna manera sí, pero no hay que olvidar que Lanzarote es una isla, está delimitada por unas barreras geográficas que no existen en el continente. Como modelo insular, seguro. En un seminario que hicimos en Lanzarote el año pasado se hablaba de laboratorio del antropoceno. Estamos en una era en que el ser humano está cambiando el Planeta y ahí Lanzarote puede ser un experimento del que se aprenda en otros lugares.
-En ese seminario usted habló de medidas económicas que se imponen a las empresas por contaminar y cómo algunas, si no lo hacen, pagan por esos derechos de emisión de CO2. ¿No es esto una forma de mercantilizar el problema sin abordarlo en profundidad?
-Con el cambio climático se sabe lo que hay que hacer. El problema es que no se hace porque hay un conflicto de intereses. El medio ambiente es un bien común, y eso tiene de malo que la contaminación que uno genera la pagamos todos. Lo que dice la Economía es que una forma de cambiar las motivaciones, de incentivar otros comportamientos, es esta de que quien contamine pague. Como, por ejemplo, derechos de emisión de CO2, o poner una tasa a los vuelos, de modo que los que usen el vuelo compensen por el daño. Desde el punto de vista de la Economía no es una mala idea, pero es una cuestión de matices. El secreto está en los detalles y no es fácil porque hay muchos intereses.
-De hecho, el Gobierno autonómico ha pedido que los vuelos a Canarias estén exentos, de momento, de esa tasa.
-Es una contradicción flagrante entre dos objetivos: preservar el medio ambiente y preservar el modelo económico basado en el turismo. Ahí el equilibrio es difícil.
-Lo que pasa es que este modelo económico, en concreto, es el de atraer a 14 o 15 millones de turistas al año y no garantiza ni la preservación del medio ambiente ni dejar ciertos niveles de pobreza.
-Quizá el modelo tendría que ser de estancias más largas. Si los turistas estuvieran el doble de tiempo, se conseguirían los mismos ingresos con menor contaminación.
-Cuando se hace una crítica al modelo turístico parece que se esté en contra del turismo, pero como usted dice, hay muchos matices. Se puede estar a favor del turismo pero no de un modelo tan depredador.
-Eso es. Este modelo ha sido incapaz de solucionar el problema estructural del paro en Canarias en momentos de plena ocupación turística y máximo deterioro del medio ambiente, con la tasa de paro estructural altísima, como no hay en ninguna otra región europea. Eso, lo que nos está diciendo es que hace falta un cambio de modelo, y eso particularmente es importante para Lanzarote y las islas no capitalinas.
“El trabajo es un bien cada vez más escaso, se necesita cada vez más inversión”
-También destacó usted en aquellas jornadas que Lanzarote tiene dos residentes por cada cama turística y que era una proporción muy grande. ¿Reducimos camas o reducimos población?
-O diversificamos la economía productiva, que no esté tan basada en el turismo, porque poco a poco ha ido hiperespecializándose en el turismo, cuando Lanzarote tenía una industria conservera, una agricultura potente... La idea es diversificar un poco con servicios avanzados. Tenemos la enorme suerte ahora de que los trabajos están deslocalizados. Cada vez más se impone el teletrabajo y eso quiere decir que lugares paradisíacos como Lanzarote podrían ser un centro de atracción de personas que vayan a instalarse para trabajar en cualquier país.
-Habla de los famosos nómadas digitales.
-Sí, pero esa palabra no es muy apropiada. Puede ser que se instalen, no tienen por qué ser nómadas, pueden pasar más tiempo. Ese fenómeno está empezando a ocurrir ya, pero no nos damos cuenta. Esta gente es de alto poder adquisitivo y necesitan servicios complementarios, dinamizan mucho la economía.
-¿Pero serían turistas o residentes? Porque, si además de los turistas, se suman estos nuevos como residentes, la masificación es aún mayor...
-Claro. Todas esas camas que ya tenemos, en lugar de dedicarlas a turistas que están una semana y se vuelven, dedicarlas a estancias que generan más valor añadido y efecto multiplicador, y que están un año en lugar de una semana, pero sin construir más camas. Únicamente requiere de una red de fibra óptica suficientemente potente.
-Asegura usted que cada vez es más caro generar un puesto de trabajo en Lanzarote...
-No es solo en Lanzarote, sino en las economías desarrolladas. Hace treinta años, con una inversión de 20.000 euros creabas un puesto de trabajo. Como una pequeña tienda que contrataba un empleado, por ejemplo, con poco capital. Eso ha desaparecido. Ahora hace falta una inversión enorme. Yo lo dije respecto al Plan de conversión energética que presentó el Instituto Tecnológico de Canarias, que estaba bien, pero que con una inversión de muchísimos millones de euros solo creas muy pocos puestos. Salía una cantidad exagerada por cada puesto de trabajo. Eso es lo que ocurre en las economías desarrolladas.
-Y muchas veces es con dinero público.
-O privado. Da lo mismo, pero lo que significa es que el trabajo es un bien cada vez más escaso, se necesita cada vez más inversión. Muchos puestos están siendo sustituidos rápidamente por procesos automáticos, algoritmos o robots. Y esto puede tener consecuencias importantísimas a la vuelta de la esquina, en cinco años. Como Canarias ya tiene un problema estructural de empleo y cualificación de los trabajadores, esto se va a agudizar. En el sector turístico, una gran parte de los trabajos no son sustituibles por máquinas, pero son los menos cualificados, como las camareras de piso. Los más cualificados sí que pueden ser sustituidos por algoritmos.
“Si los turistas estuvieran el doble de tiempo, habría menor contaminación”
-Así que cada vez será más difícil de justificar grandes proyectos, muchos de ellos especulativos, con el argumento de que crean puestos de trabajo.
-Cada vez menos, exactamente. Ya no generan tanto empleo.
-Para terminar, hablemos de la sanidad en Canarias. De repente hay un gran retraso en la Atención Primaria. ¿Qué ha pasado?
-Es muy complicado. Lo que ha pasado es que han confluido varias cosas, como la escasez de médicos especialistas en familia, que hace que muchos puestos se queden vacantes y los que quedan tienen que atender a su cupo y al resto. Por otro lado, al terminar la pandemia se formó una bolsa de problemas de salud que no pudieron ser atendidos y hay un aumento importante de consultas. Han confluido ambas cosas en un modelo en el que una gran parte de la actividad de los médicos la podrían realizar otras personas, y ahí está el hilo del que tirar para la solución: evitar consultas innecesarias que son para resolver trámites y dedicar el tiempo a las que son valiosas desde el punto de vista terapéutico. No es fácil hacer esto, pero ahí está la clave. En las reivindicaciones de los médicos, uno de los elementos centrales es limitar el número de consultas por facultativo. En mi opinión, esto no es adecuado porque si se deja que el médico gestione su agenda y se quitan consultas innecesarias, poner un incentivo para aumentar las consultas no es una buena idea. Si se llega al máximo de visitas se ampliaría el horario cobrando y eso un incentivo perverso. La idea sería reducir el número de consultas a un máximo diario, pero eliminando las innecesarias, buscando cambios organizativos, no pagando por las tardes, porque se enquistará el problema.
Comentarios
1 No te confundas Mié, 31/05/2023 - 11:40
2 Atlante Mié, 31/05/2023 - 14:52
3 Pepe Mié, 31/05/2023 - 16:38
4 Pepin Jue, 01/06/2023 - 06:07
5 Fracaso de la u... Jue, 01/06/2023 - 08:26
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