Ambros Martín, el lanzaroteño que triunfa en el frío de Rusia
El entrenador de balonmano, uno de los técnicos más laureados de Europa, dirige la selección rusa femenina tras dejar al Rostov-Don para estar cerca de la familia
Hacía más de un año y medio que Ambros Martín no pisaba Lanzarote. Se trata de uno de los entrenadores de balonmano más laureados de Europa, al que le gusta pasar desapercibido y que, a pesar de sus éxitos deportivos, no ha tenido el merecido reconocimiento en su isla natal ni en Canarias.
Su principal objetivo en estos momentos es disfrutar de su familia y clasificar al equipo femenino de Rusia para los Juegos Olímpicos de Tokyo.
El pasado verano sorprendía a todos cuando se comunicó su salida voluntaria del Rostov-Don, uno de los equipos europeos más importantes. Ambros asegura que fue una “decisión difícil”. “Era dejar al equipo en el que he estado los dos últimos años, el equipo en el que no conseguí el objetivo marcado, que era ganar la Champions”, explica.
También “supone alejarse de la alta competición a diario”, esgrime el entrenador, pero recuerda que “el motivo es más importante que cualquier partido y es la familia y estar más cerca de mi casa y de mis hijos”.
En la actualidad, reside en Zaragoza y afirma que, a pesar de estar fuera de la alta competición, no puede “desconectar” y matiza que, “sin tener unas responsabilidades profesionales diarias”, está “abierto a participar en proyectos en los que pueda encajar, o visitar entrenamientos de entrenadores amigos” para aumentar su nivel.
Selección de Rusia
Ambros mantiene su cargo como máximo responsable técnico de la selección femenina de Rusia. “Acepté la responsabilidad siendo consciente del nivel que tiene este equipo”, comenta el lanzaroteño, y recuerda que Rusia “es el actual campeón olímpico y ha conseguido en los dos últimos años medallas en el Europeo y el Mundial”.
“La siguiente meta es lograr algo grande en los Juegos Olímpicos”
Antes de aterrizar en Lanzarote para pasar unos días de descanso, realizó una concentración con las jugadoras seleccionadas: “Es una temporada atípica, porque se van a disputar más partidos de clubes, las jugadoras estarán más saturadas y venimos de muchos meses sin competir”.
Por ello, dentro de los objetivos más inmediatos, explica que tienen que “ser inteligentes sin renunciar a nada, sin quemar nuestras armas en el Campeonato de Europa”, evento que se celebra en el mes de diciembre.
Ambros destaca que “no sirve para clasificarse para los Juegos Olímpicos, que es el reto número uno”. La estrategia pasa por llegar en las mejores condiciones al torneo preolímpico, que se disputará en el mes de marzo y en el que estará en juego el billete a las Olimpiadas.
Balonmano masculino
Como entrenador, Ambros Martín siempre ha estado relacionado con el balonmano femenino. Comenzó su andadura en el CB Naranco, justo después de culminar una exitosa trayectoria como jugador. Destacó en el Gáldar y el Portland San Antonio, donde logró la Liga Asobal, la Liga de Campeones de la EHF, la Supercopa o la Recopa de Europa.
Tras su primera experiencia como entrenador, pasó por el SD Itxaco, para dar el salto al balonmano húngaro en las filas del Gyori y, finalmente, al Rostov-Don. Además, como seleccionador, también ha dirigido al equipo nacional de Rumanía.
“La idea era conseguir lo máximo en el balonmano femenino”, explica Martín. “La siguiente meta es lograr algo grande en los Juegos Olímpicos y, en el futuro, tengo en el pensamiento entrenar un equipo masculino y aspirar a algo grande”, relata sobre sus planes profesionales, aunque reconoce que “hay mucha competencia en cuanto a entrenadores en la categoría masculina”.
En sus años de experiencia se ha percatado de que en “Hungría no habría ningún problema en saltar del balonmano femenino al masculino, en Rusia es más complicado y en España se han visto pocos casos”. Una circunstancia, señala, que cree que se debe a que “la gente piensa que hay dos balonmanos, y yo soy entrenador de balonmano, no de categoría masculina o femenina”.
Lanzarote, en lo alto
Lanzarote vive una temporada histórica, con la presencia del Puerto del Carmen y el San José Obrero en la Liga Guerreras Iberdrola. Ambros Martín considera que “es una motivación extra para ambos clubes poder participar en la máxima categoría”, aunque matiza que “mantener en una isla tan pequeña a dos equipos no es nada sencillo y, desde luego, es muy meritorio por la complejidad de la realidad insular”.
“No sólo es una motivación extra para el grupo de jugadoras que ha conseguido el ascenso, sino también para las que están por debajo, que puedan ver el camino más claro para llegar a ese nivel y participar”, lo que supone un aliciente para las jugadoras de las categorías inferiores, subraya.
En comparación con el balonmano de antaño, Ambros añora “a jugadoras y jugadores canarios cerca de la selección española” y afirma que, para ello, “la labor de los entrenadores es importante”. Se congratula de que en Lanzarote los entrenadores hayan aprovechado la oportunidad de seguir formándose y destaca que en la actualidad hay un buen grupo de personas en la Isla con titulación nacional.
En Lanzarote, donde ha disfrutado de la familia y los amigos, también aprovechó para practicar una de sus grandes pasiones: el submarinismo. En las jornadas que pasó en la isla en la que creció, tuvo una “sensación extraña”. Admite que no se adapta a “ver las calles de los lugares turísticos prácticamente vacías y con los locales cerrados”. Es “algo dramático para una isla como Lanzarote”, concluye.
Comentarios
1 Huáscar Sáb, 21/11/2020 - 12:35
2 Feluco Sáb, 21/11/2020 - 17:07
3 Mareallena Dom, 22/11/2020 - 14:08
4 dffe Lun, 23/11/2020 - 09:57
5 Yo mismo Lun, 23/11/2020 - 20:26
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