- ¿Por qué decide asumir la presidencia de Lánzate?

- Cuando apenas era un niño fui víctima de bullying homófobo en el CEIP Adolfo Topham, cuando en aquel entonces el bullying era “un juego de niños”, en palabras del director del centro. Después, en mi adolescencia, sufrí el rechazo, el desprecio y la homofobia de una sociedad que seguía anclada en el pasado a pesar de los avances legislativos en materia de derechos humanos. En aquel entonces no existía Lánzate. ¡Cuánto hubiese cambiado todo de haber existido! Pocos conocen la labor que desempeña una asociación LGTBI+ cuando no se ha visto en la tesitura de tener que acudir a una. La asociación hizo mucho por mucha gente y tenía que volver, y si para ello tenía que renunciar a todo para dedicarme en cuerpo y alma a la presidencia, así tenía que ser. Y eso he hecho.

- ¿Cuál es la situación actual del colectivo, cuántos socios tiene?¿Ofrece algún servicio?

- Lánzate tuvo en su momento decenas de socios y organizaba una gran variedad de talleres, charlas, campañas, etc... Actualmente nos encontramos en la labor de contactar con los antiguos socios para saber si aún continúan y descubrir personas nuevas que quieran formar parte de esta aventura tan necesaria.

- ¿Cuál tiene que ser la función principal del colectivo en estos momentos?

- La primera función de Lánzate y la de cualquier asociación LGTBI+, primero debe ser de autocrítica. Algo estamos haciendo mal si la visión que tiene la gente de nosotros es que somos asociaciones que no hacen absolutamente nada, que sólo son visibles una vez al año (el día del Orgullo) y que además estamos politizados. Lánzate, como asociación LGTBI+, tiene como función luchar por los derechos en materia de orientación e identidad sexual, en nuestro caso enfocado a la realidad en Canarias en general, y en Lanzarote en particular. Para conseguir ese objetivo se realizan todo tipo de actividades, talleres, charlas, proyecciones, campañas, etc..., pero también debemos cumplir una función como punto de asesoramiento. Hay una gran cantidad de padres que no saben cómo afrontar la sexualidad de sus hijos. Que no entienden cómo su hijo o hija puede ser transexual. O personas que después de llevar una vida heterosexual, casados y con hijos descubren que sienten algo por una persona de su mismo sexo y no saben cómo hacer frente a esa situación. Casos de acoso escolar, de personas rechazadas en su puesto de trabajo por su condición o identidad sexual, así como situaciones de maltrato entre personas del mismo sexo, una situación no amparada dentro de la Ley de violencia machista y que por tanto no tienen la menor idea de qué hacer o a dónde acudir. De nada sirve tener profesores que dan todo por sus alumnos, enseñándoles valores tan importantes como la tolerancia y el respeto si luego ese niño llega a casa y se encuentra con un padre o una madre homofóba.

- ¿Se ha conseguido un buen nivel de tolerancia por parte de la sociedad o nunca hay que bajar la guardia?

- Hemos avanzado mucho sobre el papel pero muy poco si te fijas con detenimiento. Te invito a que salgas a la calle dándote la mano con una persona de tu mismo sexo. En según qué sitios y a según que horas puede que sólo recibas miradas de desconcierto, alguna que otra mirada de asco y rechazo y puede que algún que otro gesto obsceno, como un corte de mangas. En otro sitios y a otras horas puede que te lleves más de un insulto, y finalmente una paliza. No serías el primero y desgraciadamente no serás el último al que echan de un local en Lanzarote por darse la mano o un beso con su pareja del mismo sexo.

- ¿Hay que acentuar el trabajo de la tolerancia en los colegios e institutos?

- Hay que acentuar el trabajo de la tolerancia en todos los ámbitos de la vida de una persona. De nada sirve tener profesores que dan todo por sus alumnos, enseñándoles valores tan importantes como la tolerancia y el respeto si luego ese niño llega a casa y se encuentra con un padre o una madre homofóba.

- ¿Cuáles van a ser sus objetivos?

- Tenemos actualmente tres objetivos principales. Por un lado queremos abordar con seriedad el turismo LGTB. Lanzarote no es una isla gayfriendly. Tenemos que dar garantías tanto al que nos visita como al que reside, de que puede pasear tranquilamente o tomarse un café en una terraza sin miedo a que les insulten o les falten al respeto por su orientación o identidad. Para ello impulsaremos una iniciativa donde a cualquier local de restauración y ocio, asumiendo una serie de requisitos (entre ellos el respeto hacia cualquier persona con independencia de su orientación e identidad sexual) se le haga entrega de una pequeña pegatina a modo de reconocimiento que permita hacer visible el establecimiento como local gayfriendly, dando garantías y seguridad a la comunidad LGTBI+. Por otro lado, abordaremos el ámbito educacional con charlas formativas, preventivas y de concienciación en diferentes escuelas de la Isla. Y por último llegaremos a la sociedad con diferentes campañas, actividades, talleres y eventos destinados a visibilizar la realidad de la comunidad LGTBI+.

- ¿Tienen apoyo de las instituciones?

- Actualmente nos hemos reunido con buena parte de los partidos políticos que se han mostrado interesados en conocer las necesidades de la comunidad LGTBI+ en Lanzarote. Todavía es pronto para conocer en qué medida se prestarán a colaborar.