“Los inmigrantes suelen tener un mayor nivel de autoempleo que sus contrapartes nativas. Con su energía para emprender y sus conocimientos, estos emprendedores aportan una dinámica y enfoques innovadores al sector turístico, incrementando la competitividad local”.

Esta es una de las conclusiones de la tesis del profesor de la Escuela Universitaria de Turismo de Lanzarote, Pedro Calero. Con ella, titulada ‘Análisis e impacto del conocimiento y la innovación en el emprendimiento inmigrante del sector turístico’, logró el Premio Tribuna Fitur Jorge Vila Fradera, que concede la feria turística en colaboración con la Asociación Española de Expertos en Turismo.

“El campo del conocimiento y la innovación está muy trillado, pero esta variable no se ha estudiado mucho”, señala Calero, que aprovechó este vacío para romper algunos mitos sobre los dos elementos principales del estudio: la inmigración y el emprendimiento.

La tesis pretende detectar, en primer lugar, los orígenes y fuentes del conocimiento del emprendedor inmigrante para crear y gestionar su empresa con éxito y poder conseguir un elevado grado de innovación. El trabajo académico nace con una encuesta formada por más de 100 preguntas a propietarios de restaurantes en las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote.

Para ello, Calero y sus colaboradores utilizaron las bases de datos del Gobierno de Canarias y los cabildos, pero estaban desactualizadas y tuvieron que ir completando los establecimientos “a pie de calle”. Todas las encuestas se hicieron antes de la pandemia.

Un restaurante es, probablemente, el establecimiento que tiene menos barreras de inicio para el emprendimiento de un inmigrante. La importancia de este colectivo en el sector es alta: un tercio de las solicitudes de nuevos restaurantes se hacen por parte de extranjeros. “Y en Lanzarote y Fuerteventura, el porcentaje es mayor”, apunta Calero, que considera que el empresariado inmigrante puede resultar estratégico en las islas.

“El emprendimiento de los inmigrantes puede proporcionar una ventaja competitiva a los destinos turísticos en general, y particularmente en los insulares, ya que puede activar niveles más altos de dinamismo e innovación sobre la base de la diversidad, al evitar el estancamiento y el declive en el ciclo de vida de su sector turístico”, señala la tesis.

Una conclusión es la influencia positiva del migrante europeo en la innovación

Los datos recogidos apuntan a un alto nivel de innovación por su parte y también es destacable “el comportamiento propenso al riesgo que estos emprendedores declaran con respecto a probar frecuentemente nuevas ideas y buscar nuevas formas de realizar tareas”.

Uno de los mitos que rompe este estudio, el más repetido, es que la mayoría de ellos solo imita lo que ya existe. “Muchos innovan, y no solo en producto, es decir, en su gastronomía, sino en proceso, que es cómo gestionan el negocio, que es lo más importante. Aportan mucho valor al negocio y le viene muy bien a un destino maduro como Canarias, que así tiene mayor capacidad de adaptarse a los cambios necesarios”, destaca. “Si quitamos la oferta de los extranjeros, la restauración quedaría coja”, subraya.

El trabajo identifica dos tipos de emprendedores extranjeros en este mundo de la restauración. Por un lado, un grupo que trabaja mucho y muy duro con el objetivo de volver a su país. Suele ser de mayor edad, menos innovador y tiende a la imitación. Es el mayoritario, aunque por poco. En el otro lado están quienes innovan más y tienen la intención de asentarse. Tienen más éxito los que innovan frente a los que imitan e, incluso, son los que aparecen en los primeros puestos en valoración en las plataformas de viajes.

Formación

El estudio pone de manifiesto “la alta relevancia del conocimiento generado a través de la experiencia, especialmente en el país anfitrión, y la baja relevancia del conocimiento proporcionado por las instituciones y el material escrito como libros y publicaciones”, dice Calero.

La educación en el país de origen es más relevante que la educación en el país anfitrión, mientras que “los conocimientos adquiridos por los inmigrantes a través de la educación y las instituciones no parecen desempeñar un papel relevante en el nivel de innovación de sus empresas”. “El mejor conocimiento lo obtienen aquí, pero les viene muy bien conocer los mercados de donde vienen los turistas”, dice Calero.

Uno de los mitos que rompe este estudio es que la mayoría solo imita lo que ya existe

Algunos de estos emprendedores ya tenían sus negocios en sus países de origen y otros están formados, pero su titulación no está homologada y trabajan, al final, en otro sector que no se corresponde con su titulación. La educación no es determinante para la innovación, pero ayuda: “Aquellos que tienen más formación adquieren otros conocimientos de manera más sencilla, aprenden más rápido”, explica el doctor.

“Otro aspecto relevante en cuanto a la creación de conocimientos exitosos es el acceso de los inmigrantes a redes, en las que hacen contactos que les son útiles en sus inicios: familiares, amigos, antiguos compañeros de trabajo y miembros de asociaciones profesionales, religiosas, étnicas, y deportivas del país de origen, así como socios comerciales, etcétera”, señala el estudio. En algunos casos, esas redes sirven incluso como fuente de financiación.

Entrega del premio en la última edición de Fitur.

Los europeos

Otra conclusión de este trabajo es la influencia significativa y positiva que tiene el hecho de ser un migrante europeo en la innovación. Son los más innovadores. En primer lugar, porque podrían haber tenido más experiencia práctica en empresas innovadoras y también porque “podrían haber comprendido mejor las características, prioridades y necesidades de los turistas europeos”, que son la mayoría de los turistas que visitan los tres destinos.

Hay una característica que diferencia a las islas respecto a las grandes ciudades, y es que aquí este colectivo no monta sus negocios para su propia comunidad, sino para el público local o el turista. Además, el estudio ha detectado emprendedores de Europa, Asia y América, pero apenas los hay de África.

Un restaurante es, probablemente, el establecimiento que tiene menos barreras de inicio

Calero considera que no solo tiene que ver con la cuestión económica, sino, quizá, con un perfil que tiene una menor formación de origen. Los asiáticos llegan a trabajar incluso gratis para sus compatriotas, solo para tener experiencia y montar su propio restaurante.

En cuanto a los europeos, el grupo más numeroso es el de los italianos, principalmente en Fuerteventura, y especialmente en Corralejo, pero también en Lanzarote.

Recomendaciones

También es común a estos empresarios su escasa o nula relación con las instituciones, tanto públicas como privadas. “Muchos huyen de ellas” e incluso algunos mostraron recelo a contestar a la encuesta. Usan sus propias redes, aunque los europeos un poco menos. Destacan la burocracia como uno de los principales problemas para emprender.

Por ello, el resultado del trabajo permite hacer algunas recomendaciones a las administraciones públicas y a los organismos de gestión de destinos en las islas. Entre ellas, fomentar sistemas educativos que ofrezcan la formación en materia de emprendimiento a los inmigrantes, como cursos de gestión dirigidos a nuevos emprendedores de los principales grupos de inmigrantes de la Isla que trabajan en el sector del turismo a nivel universitario o profesional.

Otra medida interesante podría ser la creación de asociaciones de emprendedores de origen inmigrante o de secciones de las cámaras de comercio de las islas que inicien programas de creación de redes para el intercambio de experiencias empresariales de posibles emprendedores extranjeros.

Y, además, los servicios de las administraciones públicas y de las organizaciones que tienen interés en el empresariado local de las islas también deberían orientarse a ayudar a los principales colectivos de población inmigrante de la Isla.

“Estas instituciones podrían desempeñar un papel más intensivo en el fomento de las conexiones de red con los emprendedores y trabajadores locales y extranjeros interesados en la actividad empresarial en el destino”, aduce Calero.

Para los emprendedores inmigrantes también hay recomendaciones. La principal es que aumenten el nivel de innovación de sus restaurantes porque las iniciativas de imitación no son una forma segura de competir y porque la innovación de procesos, no solo de productos, supone una mejora en la forma de operar en el restaurante y se asocia con el ahorro de costes.