EL PASEO
Por Saúl García
Nunca pensé que un parque pudiera molestar tanto, pero lo hace. Los vecinos de las calles Los Roques y Siroco, en Playa Honda, no se quejan por vicio ni por capricho.
Nunca pensé que un parque pudiera molestar tanto, pero lo hace. Los vecinos de las calles Los Roques y Siroco, en Playa Honda, no se quejan por vicio ni por capricho. Las paredes de las casas de algunos se han convertido en la parte de atrás de una portería de fútbol que recibe cientos de balonazos al día. Las noches, parece, que son peores. El barco pirata que han instalado allí ejerce como caja de resonancia los aparatos chirrían…
Los vecinos incluso han formado un grupo de afectados. No pensaban llegar a tanto, según dicen ellos mismos, porque se conformaban al principio con que cerraran el parque por la noche y pusieran un doble muro, que es lo que ahora dice el Ayuntamiento, ocho meses después, que va a hacer. Pero al principio la única respuesta que recibieron los vecinos es que todo estaba correcto y que apostaban por los espacios libres. En resumen: no tomaron en serio a los vecinos.
Ahora el parque está cerrado y ya veremos cómo termina la historia, porque no sólo es un problema de ruidos. Es que los aparatos que ha puesto la empresa Oziona no se parecen a los que tenía que poner. Da la impresión de que las víctimas de la baja en la oferta para llevarse la obra han sido las atracciones, cuyos certificados no aparecen. Es decir, de momento, la empresa no puede garantizar que esos aparatos eran los que le pedían que pusiera (porque no lo son), así que nadie sabe cuánto dinero se han ahorrado a cambio de la seguridad de los usuarios.
Aunque la historia no ha terminado ya podemos sacar algunas conclusiones provisionales:
El PSOE, que gobierna San Bartolomé, y pretende gobernar España con un pacto de progreso, ha tardado ocho meses en dar la razón a los vecinos, que hasta ahora se habían quejado en silencio, y ahora han decidido hacerlo público.
El parque ha estado abierto ocho meses sin que la obra estuviera recepcionada, lo cual se traduce en una irresponsabilidad (como mínimo).
El concejal insiste en que técnicamente todo se ha hecho “a rajatabla” pero los aparatos siguen sin estar certificados y ha intentado recepcionar la obra hasta tres veces, sin éxito. Además, una empresa acaba de certificar que hay problemas de seguridad que el propio Ayuntamiento no había detectado. De momento, no se sabe por qué, el Ayuntamiento parece estar más cerca de la empresa que de los vecinos.
El parque se hizo en una zona donde nadie lo pedía y sin consultar a los vecinos. Y las obras, de ese parque, y otros diez, se anuncian el 11 de mayo de 2015. Sí, señor, en plena campaña electoral para elegir alcaldesa (o alcaldesa).
Todo esto nos lleva a una conclusión recurrente: con partidos de progreso, conservadores, nacionalistas o mediopensionistas, la cercanía de elecciones es equivalente a un aumento de las obras, sean o no necesarias.
Y a otra: el ahorro en los concursos públicos es inversamente proporcional a la calidad de la obra.
Comentarios
1 Pablo Mar, 16/02/2016 - 09:23
2 Ciudadano silencioso Mar, 16/02/2016 - 10:28
3 Sin comentarios Mar, 16/02/2016 - 10:33
4 Sin comentarios Mar, 16/02/2016 - 10:34
5 vecino de playa... Mar, 16/02/2016 - 12:23
6 JUANI Mar, 16/02/2016 - 12:59
7 Ciudadana Mar, 16/02/2016 - 14:06
8 Fer Mar, 16/02/2016 - 14:06
9 Adolina Mar, 16/02/2016 - 16:53
10 martial Dom, 21/02/2016 - 22:37
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