La convocatoria para subvenciones de acción social del Ayuntamiento de Arrecife se publicó a finales de noviembre, los proyectos hay que presentarlos antes del 11 de diciembre y la resolución será ya en enero. Esos proyectos sólo se podrán realizar durante dos meses, hasta el 29 de febrero, y después las asociaciones tendrán quince días para su justificación. El resultado es que los más afectados son los usuarios, a quienes se dirigen estas asociaciones: los colectivos más desfavorecidos. Este retraso es así año tras año.

Desde el área de Servicios Sociales señalan que la situación se va a intentar revertir el año que viene, sacando la convocatoria en marzo o abril, pero el caso es que ni siquiera se ha llevado a cabo aún la justificación del año 2014. Esto es en Arrecife, que, por el lado positivo, es la única institución que hace esta convocatoria pública en la que las asociaciones presentan sus proyectos y, si cumplen los requisitos (que no son pocos) se les conceden o no.

La otra institución que sacó una convocatoria de este tipo, de libre concurrencia, fue el Cabildo, pero sólo lo hizo el año pasado, donde aportó más de 200.000 euros. Este año ya no hay convocatoria porque, explican, se ha otorgado como cada año, de forma nominada, y también en el mes de noviembre.

El Cabildo asegura que ninguna asociación se ha quedado fuera y que el dinero incluso se ha incrementado. “Todas las subvenciones están justificadas en función de las demandas y del proyecto que ejecutan. No hay ninguna asociación a la que no se le ha concedido”, dicen.

La institución insular ha concedido 85.000 euros divididos en proyectos a los que concede entre 3.000 y 15.000 euros a diez asociaciones: de personas diabéticas, dos asociaciones de personas sordas, Médicos del Mundo, Afacoda (contra la droga), Derecho y Justicia (de apoyo a presos), asociación de personas con síndrome de Asperger, Mararía, Cáritas Lanzarote y Tri WWW, de deporte para personas discapacitadas. El resto de los ayuntamientos, por otra parte, tampoco saca una convocatoria sino que otorga subvenciones de forma nominada, una forma no disimulada de clientelismo político.

Tinguafaya es una de las asociaciones afectadas por ese recorte del Cabildo porque el año pasado accedió a esa convocatoria que este año no se hace. Esta asociación, que complementa a Adislan ofreciendo ocio a más de veinte personas con discapacidades muy diferentes, tiene una subvención del Ayuntamiento de Teguise y otra del de Arrecife, que paga el alquiler de la sede en la calle Puerto Rico. El resto de su presupuesto lo complementan como muchas otras  asociaciones: con rifas, con actos benéficos, mercadillos...

Gracias a la subvención pudieron contar con los servicios de una neuropsicóloga y un fisioterapeuta, y ahora, de los seis monitores que trabajan en la asociación a media jornada, de peor calidad. Su presidente, Jerónimo

Padrón asegura que “ahora está todo parado desde el 1 de mayo hasta que pasen las elecciones” y reclama que se subvencione el ocio de personas discapacitadas como se ayuda al ocio o al deporte. Pone como ejemplo que se va a poner césped artificial en el campo de Yaiza con un coste de 200.000 euros.

Además, el Cabildo antes les dejaba un furgón e iban a hacer surf a Famara o a Playa Blanca, con la asociación Creciendo Yaiza, pero ahora sólo lo tienen dos días, dos horas a la semana, y pueden ir a Tinajo a montar a caballo. “¡Cómo disfrutan!”, dice.

Desde Mararía, Nieves Rosa Hernández se queja de que si las convocatorias se hacen tarde, como en Arrecife, sólo se puede trabajar durante unos meses, y hay proyectos que lo que necesitan es una atención integral y de forma continuada.

Las subvenciones de acción social que otorga Arrecife en 2015 se resolverán en 2016 y el Cabildo este año no ha hecho convocatoria pública

El retraso de Arrecife en resolver las ayudas de 2014 también afecta a las  asociaciones porque no han devuelto algunos documentos que se necesitan para presentarse a otras subvenciones de otras instituciones.

Hernández señala que si tienen que estar preocupadas en tareas burocráticas pueden descuidar el servicio que dan: “Si la filosofía es dar apoyo donde no llega la administración, eso no se cumple -señala- porque lo que más necesitamos las asociaciones es continuidad”.

Las subvenciones de Arrecife también piden proyectos novedosos, no consolidados, y se valoran más los proyectos que ya cuentan con la mitad del dinero por otras vías, cuando la mayoría de las asociaciones siempre están bajo mínimos.

Las instituciones, en su mayoría, siguen cubriendo algunos servicios que ya se hacen imprescindibles (algunos proyectos llevan más de una década) cuando podrían, o bien asumir el servicio, si lo consideran necesario, o bien firmar un convenio para que los usuarios no tengan que depender de los cambios en las instituciones.