En mi calidad de concejala de Cultura y como aficionada que soy al séptimo arte, no puedo sino alegrarme de la celebración de una nueva edición del Festival de Cine de Lanzarote, que nos ofrece una cuidada selección de la excelente cinematografía española la cual, paradójicamente, necesita más que nunca difusión, apoyo de las Administraciones y público en las salas.

Según el último estudio del Observatorio de la Piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales, el cine es el sector económico de la industria cultural más afectado por esta práctica.

El 38 por ciento de las descargas ilegales son películas. Según cálculos del informe, el volumen de cintas al que se accedió ilegalmente fue de 877 millones, cuyo valor en el mercado alcanzaría los 6.139 millones. Y cuando esto sucede, la industria cultural carga con un IVA del 21 por ciento en sus productos, impuesto por el Gobierno del Partido Popular. Una mala combinación, sin duda, y la causa directa de la asfixia que sufre el sector.

El cine necesita público para ser. El cine necesita salas atestadas, personas dispuestas a reír y a llorar, a reflexionar, a viajar, a recordar viejas historias y a conocer nuevas realidades. Y para ser, el cine necesita gentes imaginativas y un poco locas en los platós, tras las claquetas, iluminando y buscando escenarios e inversores.

¿Se imaginan la vida sin Casablanca o Lo que el viento se llevó? ¿Se imaginan haber transitado el año 2014 sin haber visto Ocho apellidos vascos? ¿Qué haríamos de los domingos por la tarde sin una buena película de postre, en el cine, en el deuvedé o en la tele?

Apoyamos el cine porque está hecho del material de los sueños. Seguiremos patrocinando el Festival de Cine de Lanzarote porque nos permite, por unos días, disfrutar de las mejores películas made in Spain.

Y por supuesto, invitamos a todos los vecinos y vecinas de Arrecife, a todos los residentes de Lanzarote, a todos nuestros visitantes, a adentrarse en el mágico mundo del celuloide y a asistir a las sesiones de buen cine español en el Teatro Insular.

¡No falten!