Lo del coche en esta isla es droga dura. Cuando quisieron peatonalizar la calle Virgen del Pino en Punta Mujeres, donde las piscinas, que era una medida más que razonable en un pueblo con distancias ideales para caminar, casi hubo una rebelión. El entonces alcalde dio marcha atrás. Algo parecido ocurrió cuando se empezó a delimitar el aparcamiento en la zona del Rincón de la playa de Famara. Con la de espacio que queda libre en la arena a marea vacía, qué pena que no dejen aparcar.

Lo de ir en coche por Caleta del Sebo es para nota, y aparcar, como se ha hecho toda la vida, en la acera de un colegio es (o al menos era) práctica habitual. Ampliar las aceras es sinónimo de eliminar aparcamientos en la puerta de casa. Y eso no puede ser: los vecinos de Tinasoria también se quejan. 

Pocos ejemplos debe haber de la peatonalización de una vía principal a la que se vuelve a poner el tráfico y no solo en una dirección, como estaba previsto, sino en las dos. Menos mal que, como todo el mundo sabe, la apertura de la Avenida ha revitalizado el centro.

El empecinamiento en hacer un puente y gastar una millonada para la carretera de Los Hervideros  y evitar el “aislamiento” de los vecinos es digno de estudio. Ahora también hay que desdoblar la carretera a Playa Blanca. Quién se iba a imaginar que no bastaría con dos carreteras paralelas. Y por si fuera poco está sobre la mesa una nueva circunvalación entre el Hospital y Playa Honda.

Hace poco, la Reserva de la Biosfera organizó unas jornadas de participación para ver qué se podía hacer en el solar junto al Molino de Cabo Pedro. A la espera de las conclusiones, la mayoría optaba por una zona vede, un parque, un lugar de esparcimiento para los vecinos… El alcalde, dos días después, dijo que había que hacer un aparcamiento en el subsuelo. Lo de la superficie, ya para otro día...  

Y así todo. La Isla tiene muchos más coches y se usa más el transporte privado que la media del país. El coche (y las carreteras por las que va) es una solución personal que conforma un problema común, pero, contra toda lógica, es infinita la confianza en soluciones que se han demostrado ineficaces. Quien decidió asociar el coche al concepto de libertad hizo la mejor campaña de marketing de la historia.