Ana Carrasco

Cuatro mujeres, cuatro siglos y un trébol

8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

Vuelvo a cargar la pluma con tinta verde, qué mejor color para rendir homenaje a cuatro mujeres que han enraizado en la historia a pesar de los pesares. "Mujeres clorofila", que se han cruzado con mi mirada, porque cuando leo, estoy quieta, mientras ellas se mueven por las páginas de los libros que narran sus periplos por el mundo de las plantas.

Sus nombres fueron anotados en un rincón muy especial de mi memoria. Como si un trébol de cuatro hojas se tratara, quisiera presentarlas.

Jeanne Baret (1740-1807)

Jeanne nació en Francia cuatro años después de que las erupciones de Timanfaya se calmaran. Mientras los lanzaroteños buscaban aferrarse a una nueva vida marcada por la escasez y la hambruna, ella buscó aferrarse a la vida haciéndose pasar por hombre, y así poder embarcar en la expedición del explorador Louis Antoine Bougainville. Durante tres años viajó por el mundo como ayudante del botánico Philibert Commerson, hasta que fue descubierta. Baret y Commerson catalogaron miles de especies vegetales, entre ellas, la conocida y espectacular buganvilla. Jeanne, que pasó a la historia como la ayudante y amante del botánico, hoy es reconocida como una de las botánicas más importantes del siglo XVIII. Su herbario se encuentra en el Jardín Botánico de Nueva York.

Marianne North (1830-1890)

En otro jardín botánico, el de Kew Garden de Londres, existe un pabellón con una galería llena de preciosas ilustraciones realizadas por la naturalista y pintora, Marianne North. La galería constituye la única exposición permanente en Gran Bretaña dedicada a una artista femenina. Marianne nació en Inglaterra un siglo después de que Timanfaya entrara en erupción, y durante su vida viajó por todos los continentes pintando vegetación y paisajes. Aconsejada por Charles Darwin, visitó América, vivió en la selva brasileña y permaneció unos meses en la isla de Tenerife. Allí la llamaban "La dama de las flores". 26 obras realizadas durante su estancia en la isla forman parte de la maravillosa colección de Kew Garden.

Wangari Muta (1940-2011)

Un siglo más tarde de la descripción de la bungavilla, nacía en las tierras altas centrales de Kenia, Wangari Muta Maathai, la primera mujer africana en recibir el Premio Nobel de La Paz. Wangari fundó en 1977 el Movimiento Cinturón Verde, una organización que ha plantado en Kenia más de 50 millones de árboles, ha enseñado a las mujeres a reproducir y conservar la vegetación autóctona en viveros, y ha posibilitado la implicación de la población local en proyectos de seguridad alimentaria. Wangari falleció en 2011, habiendo conseguido que más de 25.000 mujeres se formaran en silvicultura. Su legado sigue vivo, y crece. Cada nuevo árbol plantado evoca su nombre y el de las mujeres y niñas que cuidaron semillas, ahoyaron la tierra y sembraron oxígeno y lluvia. Porque es importante recordar que un solo árbol grande, libera a la atmósfera, además de oxígeno, más de mil litros de agua al día.

Eliane Brum (1966)

Una década antes de constituirse el movimiento de Wangari, nacía Eliane Brum, periodista y fundadora de la plataforma SUMAÚMA, creada para contar lo que está pasando en la Amazonia. Su último libro "La Amazonia" es brutal, tan brutal como es el ansia capitalista por penetrar y desvirgar lo que queda del bosque tropical más importante de la Tierra. Y desgarra leerlo, porque desde la primera hasta la última página relata las masacres y resistencias de los pueblos que la habitan. La selva, que ha sobrevivido durante más 50 millones de años a todo tipo de cataclismos naturales, hoy agoniza tras 50 años de "civilización". Brum lo resume así: "Lo que llamamos civilización ha sido protagonista de un momento único: aquel en el que la especie que siempre temió la catástrofe se convirtió en la catástrofe que temía".

Empecé este artículo deslumbrada por la valentía de Jeanne Baret y lo termino cautivada por Eliane Brum, "mujer clorofila" que ha empuñado su pluma para hacernos partícipes de su gran deseo: que la Amazonia se convierta en un asunto personal.

Este trébol de cuatro hojas abarca cuatro siglos de descubrimientos, plantaciones y denuncias. Cuatro mujeres para ver pasar la vida, para enseñarnos cómo un mundo lleno se ha vuelto vacío. Porque si Jeanne Baret y Marianne North tuvieron ante sí un mundo por explorar y descubrir, Brum se topa a diario con la devastación del pulmón verde del planeta. Y nos cuenta, que son sobre todo las mujeres quienes lideran la resistencia, enfrentándose a garimpeiros, madereros y usurpadores de tierras (grileiros). Toda una suerte para la humanidad.

P.D. En los primeros minutos de la película "Rivales" de William Wyler y Howard Hawks (1936) se puede ver cómo de agresiva e insostenible era la explotación de los grandes bosques del Norte de los Estados Unidos.

Cuando casi había dado por finalizado este artículo, se publicaba "Botánicas", de Carolina Martínez Pulido, doctora en Biología, Universidad de La Laguna. Se trata de una obra importante y preciosa, que recoge las contribuciones de 50 ilustres mujeres.

 

* Foto: Jeanne Baret (Wikipedia)

 

Comentarios

Felicidades Ana, y muchas gracias por este bonito regalo para el Día de la Mujer.
Bellísimo artículo
Gracias por este repaso a figuras tan relevantes.

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