El del lanzaroteño, que desapareció con 13 años, se ha convertido en el caso de más larga duración conocido en España sin que haya ningún hallazgo
Alberto Pérez, 50 años de una desaparición
El del lanzaroteño, que desapareció con 13 años, se ha convertido en el caso de más larga duración conocido en España sin que haya ningún hallazgo
La lanzaroteña Belén Elvira ha logrado fama mundial en su carrera como mezzosoprano. Sin embargo, en la Isla es más conocida por ser la hermana y portavoz de la familia de Alberto Pérez Elvira, el joven que desapareció en San Bartolomé hace ahora 50 años. Las sombras continúan revoloteando sobre este suceso que conmocionó a Lanzarote: Albertito tenía sólo 13 años. Desde entonces, la artista decidió hacer uso de su potente voz en favor no sólo de su familia, sino de tantas otras que sufren la ausencia en extrañas circunstancias de un ser querido.
Una voz que la ha llevado a difundir el mensaje de la Fundación QSDGlobal (Quién sabe dónde), promovida por el periodista Paco Lobatón y a la que también pertenece, hasta el Senado, a la prensa escrita nacional y a programas televisivos de gran audiencia como Horizonte o Got Talent, donde su talento permitió conferir mayor visibilidad a este colectivo que lucha por el establecimiento de un estatuto para las personas desaparecidas y por la creación de un protocolo de alerta que permita una rápida intervención y un mejor seguimiento de los casos.
Fue precisamente en uno de estos programas, concretamente en Horizonte, en el que conoció al criminólogo y perito judicial Félix Ríos, colaborador habitual del programa dirigido por Iker Jiménez. El experto se comprometió a agilizar los trámites para que realizaran las pruebas de ADN a la familia de Albertito a fin de introducir los resultados en el registro oficial de datos de personas desaparecidas y restos sin identificar con la intención de que se puedan cotejar con algunos de los hallazgos de cadáveres, donde se contabilizan 200 cuerpos sin identificar.
Pruebas de ADN
Belén recuerda que en el caso de Albertito ninguna institución administrativa ni policial les había requerido este trámite anteriormente. La única pista fiable tras la desaparición fue el hallazgo de su bicicleta con la rueda pinchada en el camino entre Güime y Playa Honda, donde un taxista aseguró haber visto al joven. Desde ese fatídico 2 de julio de 1973 nada más se supo.
Medio siglo ha pasado ya desde entonces. Tiempo que ha llevado a convertir el caso del joven de San Bartolomé en la historia más longeva de desaparecidos de España. “Mi hermano no está en ningún registro insular o nacional y por tanto no hay un seguimiento policial ni posibilidad de cotejar datos con hallazgos posteriores porque hasta ese momento no nos habían realizado las pruebas de ADN. Algo incomprensible, según nos comentaban Iker Jiménez y el criminólogo Félix Ríos”, explica Belén.
El caso más antiguo en España registrado en el Centro Nacional de Desaparecidos data de 1986. Trece años más tarde de que comenzara la búsqueda del paradero de Albertito en Lanzarote. “Mi madre, con una fortaleza admirable mientras le hacían la prueba de ADN igual que a mí, preguntaba en la comandancia de Ofra en Tenerife (donde acudieron para realizarse el test) que cuándo se sabría algo, cuando aún, ese algo arroje información que cierre esperanzas y por fin ese duelo al que el ser humano está diseñado para tener y resignarse... Sus ojos y los míos se llenaron de lágrimas mientras formulaba la pregunta... Se ha hecho justicia por fin en la desaparición de mi hermano, este paso era necesario para la identificación y cotejo de datos con hallazgos de cadáveres... Un paso más hacia el no olvido de su hijo”, relataba la artista en una publicación reciente de Facebook con la imagen de su madre a las puertas de la comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife.
Ha sido tras cincuenta años del caso cuando han tomado muestras de ADN
Ha sido tras cincuenta años del caso cuando han tomado muestras de ADN a la familia de Alberto. Ahora tendrán que esperar a que el laboratorio analice las muestras extraídas que después se cotejaran con los datos del registro del Centro Nacional de Desaparecidos. La desaparición de Alberto se produjo en una época en la que tampoco existían los medios que hay en la actualidad para resolver estos casos. Cuando desapareció, no había prácticamente transporte aéreo y apenas un barco semanal. El rastreo hubiera sido distinto, entiende Belén, que recuerda los recursos desplegados en otros casos recientes.
La artista ha sufrido los daños colaterales de la ausencia de su hermano, especialmente la tristeza de una madre. “El fallecimiento de un hijo es doloroso, pero tienes la posibilidad de un periodo de duelo. Sin embargo, cuando es un desaparecido y pasan los años, mantienes la esperanza de que llamen en la puerta y la ilusión por que te comuniquen que está vivo”, señala.
Otra aportación ha sido la Agencia 2045 en una colaboración con la Fundación QSDGlobal para quienes han encargado la confección de un busto con la reconstrucción de la imagen que hoy día podría tener Alberto a sus 62 años, a raíz de la última imagen que se tiene del hermano de Belén, y gracias a la reproducción del escultor Ismael Fuentes López que trabaja con imágenes en 3D.
Captura de la intervención de Belén en el programa Horizonte.
Visibilidad
A Belén Elvira, que se ha convertido en la voz de las personas desaparecidas, le gusta concluir cada uno de sus conciertos con el Arrorró canario, la nana que le cantaba la vecina que cuidó de ella en la infancia, tras la ceguera histérica que sufrió su madre como consecuencia del trauma de la desaparición del pequeño Alberto.
La artista destaca la importancia de conferir mayor visibilidad a estos casos, algo que lleva por bandera la Fundación Europea para las personas desaparecidas QSDGlobal promovida de la mano de Paco Lobatón y compuesta por un grupo de personas solidarias y comprometidas, entre ellas familias de desaparecidos, de la que forma parte Belén y a la que representó en el programa de Got Talent con un aria de Andrea Chénier La mamma morta, que se puede escuchar en la película Philadelphia y que habla de esperanza.
Tanta fue la repercusión alcanzada en este programa por la Fundación QSDGlobal que un alcalde de Albudeite, municipio de Murcia, quiso contribuir en la labor que realiza este colectivo con la construcción de una avenida en el pueblo bajo el nombre de Paseo de las personas desaparecidas, donde a cada paso se alza un monolito con una placa y un código QR que permite conocer la historia de cada uno de los nombres inscritos, como el de Alberto Pérez Elvira.
Un momento de la intervención de Belén Elvira en el programa Got Talent.
Duros trámites
La Fundación QSDGlobal también trabaja en la causa para reclamar ante el Congreso, junto al Centro Nacional de Desaparecidos, que los trámites legales que acarrea la situación de desaparición no supongan una carga añadida para las familias. Según explica Belén, en la actualidad, las gestiones burocráticas suponen “un esfuerzo atroz, por el recuerdo, y un coste económico que muchas veces los allegados no pueden costear”.
La propia Belén ha tenido que hacer frente a la ardua tarea de la publicación en el Boletín Oficial del Estado del fallecimiento de su hermano tras la pérdida de su padre una vez que se alzó el testamento. “Lo peor es el trámite burocrático: comparecer en el Juzgado, y encima tienes que abonar los costes y hacerlo público a través del BOE, en primera y segunda instancia, un proceso que llevó año y medio”, explica. “Además de atravesar la pérdida de un familiar, encima tienes que encargarte de publicarlo, cuando lo justo sería que se ocupase el departamento de Justicia”.
Aunque ella no tiene problema para desenvolverse, comprende que muchas familias “no tienen por qué saber de estos temas, además del coste que representa”. Con el ordenamiento jurídico en la mano, en la actualidad, en el caso de que el desaparecido sea un padre de familia ninguno de sus hijos podrá acceder a las cuentas del progenitor si su nombre era el único que figuraba en las mismas. Tampoco constan subvenciones para esas familias.
La Ley exige que deben transcurrir diez años para que puedan dar por muerta a la persona desaparecida. Es por ello que la Fundación QSDGlobal reclama el establecimiento de unos estatutos por decreto ley que solventen estas lagunas burocráticas. “Por mucho que haya avances tecnológicos, hoy en día desaparece una persona y es como hace cincuenta años”, reprocha Belén frente a las actuaciones que se ejecutan en otros países como es el caso de Estados Unidos donde inmediatamente que hay un desaparecido se activa la Alerta AMBER.
Se trata de un sistema de notificación de menores de edad desaparecidos, implementado en varios países desde 1996. AMBER es un retroacrónimo en inglés de America’s Missing: Broadcast Emergency Response (Personas perdidas de América: retransmisión de respuesta de emergencia) pero que originalmente hace referencia a Amber Hagerman, niña que fue secuestrada y días después localizada sin vida. Los expertos han indicado que las primeras horas son vitales, por ello la alerta se emite lo antes posible y es transmitida por diversos medios como televisión, radio, mensaje de texto, correo electrónico, pantallas electrónicas, entre otras; a fin de poder llegar al mayor número de personas posibles.
La Alerta AMBER no sólo se utiliza cuando se lleva a cabo algún secuestro, sino también cuando algún menor corre el peligro de ser abusado sexualmente o maltratado físicamente. Por el contrario, en España no fue hasta 2017 cuando se creó el Centro Nacional de Desaparecidos. “Falta mucho por andar”, reconoce la artista. Ha sido la propia Fundación QSDGlobal la que ha puesto en marcha varios recursos para ayudar a estas familias a afrontar la situación que atraviesan y que tienen a su disposición la aplicación Family Red, donde cuentan con un chat a través del cual los familiares pueden comunicarse y en el que disponen de la ayuda de especialistas en Psicología. Al tiempo que se actualiza la información en relación a los casos de desaparecidos.
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