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Joven con empleo, nuevo perfil de pobreza en Lanzarote

Familias cada vez más jóvenes acuden en la Isla a Cáritas en busca de alimento y ropa porque sus salarios no cubren los gastos. La entidad pretende renovar su red de voluntariado

María José Lahora 0 COMENTARIOS 15/02/2023 - 07:29

Marcial González Eugenio es coordinador de Cáritas Diocesana en Lanzarote desde hace siete años. En los últimos ha visto como se ha incrementado el número de personas que acuden a las puertas de las parroquias en busca de alimento, ropa o ayudas para sobrevivir. Primero fue la pandemia de Covid, ahora la inflación que ha encarecido la cesta de la compra y la imposibilidad de hacer frente al coste de la vivienda, entre otros gastos.

El perfil del usuario ha cambiado. Ahora son jóvenes matrimonios los que acuden a las puertas de Cáritas que, a pesar de disponer de un empleo de escasos ingresos, no llegan a cubrir todas sus necesidades. Desde Cáritas se atiende a “los más necesitados” con entrega de ayuda semanal de una cesta de alimentos y productos de higiene y ropa cuando la precisan. En cuanto a las ayudas económicas su cometido es derivar a las personas en situación de vulnerabilidad a los Servicios Sociales del Cabildo o las sedes municipales.

Cáritas cuenta con el Proyecto Comunitario de Alimentos (PCA) en Lanzarote, donde se distribuyen los lotes de alimentos a las familias inscritas en el programa. También dispone en la sede de la calle Portugal, El Sayal, de un punto de provisión de ropa y enseres, donde proceden a la clasificación y recogida de ropa. La otra sede de la organización, Betania, ha servido tradicionalmente y hasta antes de la pandemia, para realizar las labores de primera atención y acogida, con una atención muy personalizada.

El perfil del usuario de Cáritas ha cambiado en el último año. Frente al habitual demandante de ayuda de alimentos y ropa, que eran personas solas de mediana edad, o matrimonios sin empleo con hijos a su cargo, ahora acuden para solicitar alimento y ropa parejas cada vez más jóvenes y trabajadores que no pueden hacer frente a los gastos que se multiplican ante los altos precios del alquiler y de la cesta de la compra, según explica Marcial González.

También ha crecido la comunidad latina que acude a las puertas de las parroquias solicitando ayuda, así como personas “solas” de edad avanzada de las que “se ha apoderado la soledad” y que “van buscando alguien que les escuche para sentirse acompañados”, añade el coordinador.

Cáritas atiende en las parroquias de Arrecife semanalmente a una treintena de familias, que suman al mes alrededor de 120 núcleos familiares beneficiarios de los lotes de alimentos. En el informe anual de 2021, último elaborado por la entidad, sumaron más de 600 las familias atendidas en Lanzarote. Un dato que se ha ido incrementado en el último ejercicio y, sobre todo, en las poblaciones de mayor peso como son Playa Blanca, Puerto del Carmen, así como Arrecife y Costa Teguise con La Villa.

La labor de Cáritas no podría llevarse a cabo sin la red de voluntariado, de la que forman parte medio centenar de personas, así como de las donaciones anónimas o empresas particulares que nutren el almacén de la entidad y de los propios socios y feligreses que acuden a las celebraciones eclesiásticas que permiten destinar parte de la colecta de los oficios del primer fin de semana de mes a dotar a la vertiente social de la Iglesia de un mecanismo para desempeñar su labor social y que permite completar los proyectos comunitarios de alimentos.

Alrededor de 120 familias reciben un lote de alimentos desde Cáritas

También se logra obtener recursos de las campañas desarrolladas a lo largo del año, como la de Navidad llevada a cabo en centros escolares e instituciones con una alta implicación, además de romerías como la de Los Dolores.

El contenido de los lotes de alimentos varía dependiendo de lo que la entidad tenga en depósito en su almacén. Suelen estar compuestos por productos de limpieza, pastas, legumbres, leche, aceite y productos frescos como verdura o fruta. También pueden contener congelados, en los que suele predominar el pollo, aunque alguna semana el pescado llega también a los hogares más necesitados. En el caso de las familias con niños pequeños se les surte de alimentos infantiles.

Tienda solidaria

Cáritas Diocesana puso en marcha en Lanzarote el proyecto El Sayal vistiendo sueños tejiendo el futuro para la recogida y reparto de ropa entre la población más vulnerable. En esta iniciativa se incluye la apertura de dos tiendas de la entidad donde se puede encontrar, a precios simbólicos, ropa de segunda mano, cuyo coste oscila entre los 50 céntimos y los tres euros, “a modo de donación para la entidad”, comenta Marcial González.

Estos establecimientos ubicados en la calle Triana y calle Guatemala de Arrecife, donde se encuentra el economato solidario del proyecto Siquem, están abiertos de cara al público general y sirven para atender a las personas beneficiarias a los que se les dota de vales de vestimenta a fin de que puedan elegir las prendas que precisan y probarlas “de forma más digna”, en lugar de acudir al ropero de la sede de la calle Portugal.

Fuera del horario de atención al público, quienes deseen realizar donaciones de ropa tienen a su disposición un contenedor para la entrega de estos artículos, según recuerda el coordinador. El Sayal vistiendo sueños tejiendo el futuro es una forma de apoyar la acción social y humanitaria de Cáritas, desde donde se aprovecha la moda de las tiendas de ropa de segunda mano como un paso más en la cultura del aprovechamiento y minimizar el impacto de la fabricación de prendas en el medio ambiente. Reciclar para reutilizar.

“La soledad se ha apoderado de los mayores, que acuden para estar acompañados”

Hasta la sede de Cáritas llegan cantidades “ingentes” de ropa desechada, una muestra también de los hábitos consumistas de la sociedad actual. “Una vez que cerramos la puerta de nuestra sede de la calle Portugal para la recogida de estas prendas usadas, las donaciones se pueden depositar en el contenedor ubicado en frente. Todas las mañanas nos lo encontramos lleno de ropa”, explica con asombro el coordinador. La labor del voluntario es seleccionar y clasificar las prendas depositadas.

En Lanzarote se generan lotes que cubren la demanda de los usuarios de la Isla, además de surtir a las tiendas de la calle Triana y el economato de la calle Guatemala. El sobrante se dirige a otras asociaciones sociales, instituciones que así lo precisan para sus propios usuarios, o bien se remite a la sede central de Gran Canaria para su distribución por la provincia de Las Palmas, según explica Marcial González.

Cáritas dispone de varios puntos de acogida para las personas vulnerables. En las distintas parroquias de Arrecife se realiza los lunes de 9.30 a 11.00 horas, excepto en Valterra y Titerroy donde se encuentran renovando el grupo de voluntarios que realiza esta labor. Marcial González especifica que en el resto de las parroquias de Lanzarote se programan los servicios de acogida en función de las posibilidades de los colaboradores y que en la zona de Yaiza la atención se presta en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Playa Blanca.

Marcial González (dcha.), coordinador de Cáritas en Lanzarote junto a los voluntarios en una de las dos ecotiendas solidarias. 

Voluntariado

El Sayal vistiendo sueños tejiendo el futuro es uno de los proyectos que desarrolla Cáritas, pero podrían ser muchos más en Lanzarote, siguiendo el ejemplo de otras sedes como Gran Canaria donde llevan a cabo otros programas como el de atención a la mujer. “De contar con mejores instalaciones y una red mayor de voluntariado podríamos desarrollar más iniciativas”.

Sobre el perfil del voluntariado, Marcial González se lamenta de que son cada vez de edad más avanzada. La media de edad actual de la red de colaboradores es de 60 años de edad, por lo que el coordinador entiende que se precisa un relevo generacional. “Además, somos siempre los mismos para todo”, enfatiza.

El coordinador de Cáritas en Lanzarote hace un llamamiento para que más personas solidarias se sumen al equipo de trabajo social, y “ojalá con el mismo espíritu y energía de los veteranos voluntarios que han acompañado a la entidad hasta el momento”. “Es gracias al voluntariado que podemos desarrollar nuestra labor”, recuerda Marcial González.

AUMENTA EL ÍNDICE DE POBREZA

Dos de cada cinco personas están en riesgo de pobreza en Canarias y es la región con mayor pobreza severa del país, según los datos de la European Anti-poverty Network (EAPN). El 35 por ciento de la población de las islas Canarias, unas 773.000 personas, ya estaba en riesgo de pobreza o exclusión social antes de que estallara la crisis provocada por el coronavirus, según datos del Informe ‘El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008- 2019’.

Se trata de una cifra que sitúa al Archipiélago 10 puntos por encima de la media nacional, fijada en el 25,3 por ciento (11.870.000 personas), y con el tercer porcentaje AROPE más elevado, tan solo por delante de Extremadura y Andalucía. En relación a la Tasa de Riesgo de Pobreza, los datos reflejan que se sitúa en un 28,5 por ciento la población que vive con 641 euros mensuales por persona, lo que supone un incremento de 2,6 puntos porcentuales con respecto a 2018. Esto significa que residen en Canarias unas 628.282 personas en riesgo de pobreza, 53.718 menos que en 2018.

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