El nuevo puerto de Playa Blanca podría empezar a ser una realidad el año que viene, según señaló en Lanzarote el consejero de Política Territorial del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel.

La Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) aprobó en su sesión del martes la Declaración de impacto ambiental y la licitación podría iniciarse en 2015.

Tras este paso, el Gobierno solicitará a Costas la adscripción del dominio público marítimo terrestre, que tarda unos seis meses, para poder sacar a concurso el proyecto y después las obras, que se espera que puedan estar terminadas en el año 2018.

Berriel dijo que el de Playa Blanca y el de Agaete son los dos puertos estratégicos para el Gobierno de Canarias por su volumen de tráfico de pasajeros.

La construcción costará entre 55 y 60 millones de euros y se buscará que al menos el 85 por ciento de la financiación venga de fondos europeos.

El puerto tendrá capacidad para 17 amarres pesqueros, 145 amarres deportivos de entre 5 y 20 metros de eslora, y cuatro amarres para embarcaciones turísticas.

En la actualidad tiene 129 atraques. El proyecto supone una ampliación de superficie de 75.000 metros cuadrados, de los cuales 37.000 son en tierra y el resto en  lámina de agua.