El Cabildo de Lanzarote escenificaba hoy su aportación al proyecto de ampliación del muelle de Cruceros para contribuir al uso ciudadano del frente litoral. A falta de presupuesto y plazos de ejecución, se ha proyectado la creación de dos piscinas naturales, una para uso de personas con movilidad reducida y otra de tamaño olímpico, que se cofinanciarán con Fondos del Desarrollo Canario (Fdcan).

Según explicó el presidente del Cabildo, las obras de ampliación del muelle de Cruceros arrojarán una importante lámina de agua que en lugar de cubrirla, se rellenará para ejecutar este proyecto de piscinas naturales con solarium y zona de baños entre el muelle y la marina. San Ginés agradeció a la Cámara de Comercio de Lanzarote su colaboración en el desarrollo del proyecto con el que considera “se cumple un sueño para la ciudad de Arrecife”.

Por su parte la alcaldesa de Arrecife, Eva Anta, destacó la posibilidad de incorporar un proyecto más para el disfrute público del frente litoral, mientras que el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan José Cardona añadió que “supone una oportunidad para el encuentro de la ciudad con su puerto y contribuirá a fortalecer las capacidades y posibilidades del muelle de Arrecife”.

Las previsiones apuntan a que no se podrá ejecutar hasta 2020, toda vez que la Autoridad Portuaria de Las Palmas lleve a ejecución la ampliación del muelle de cruceros, previsto en el plan de empresa de 2019 y con la confianza de que en el primer semestre del próximo año esté presupuestado el cargo, según explicó Juan José Cardona.

Los planes de La Autoridad Portuaria de Las Palmas para el puerto de Arrecife pasan en primer lugar por la realización del contradique sur, que será adjudicado en diciembre tras la valoración de las 12 ofertas presentadas. Para su posterior ejecución, por más de 11 millones de euros, la empresa que resulte adjudicataria tendrá un plazo de 18 meses. También espera que en el mes de junio esté culminado el dique Duque de Alba de cara a entrar en uso en la próxima temporada de cruceros y para el que se ha destinado un millón de euros.

Según explicó el arquitecto del proyecto, Maximilio Valero, el proyecto de las piscinas naturales permite “recuperar una zona urbana para abrirla al mar y ofrecer una puerta del puerto a la ciudad”. Una de las piscinas tendrá un tamaño de 50 metros, mientras que la otra se reserva para un uso familiar. Asimismo, señaló que al estar azocadas del viento podrán estar en uso casi 300 días al año.