EL PASEO
Por Saúl García
Ya verán como ahora va a resultar que la culpa es del Gobierno de Canarias o de la Cotmac y que incluso alguien utiliza este argumento para apoyar la Ley de Suelo que elimina este organismo. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha anulado el tan adorado Plan de La Geria.
Ya verán como ahora va a resultar que la culpa es del Gobierno de Canarias o de la Cotmac y que incluso alguien utiliza este argumento para apoyar la Ley de Suelo que elimina este organismo. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha anulado el tan adorado Plan de La Geria. Lo aprobó la Cotmac por la vía civil, sí, pero San Ginés lo elevó a los altares y lo defendió por la vía militar. Sin violencia, obviamente, pero optando por uno de los grandes valores en el Ejército: la obediencia de técnicos de su confianza, frente al rigor y la profesionalidad de otros técnicos a los que ha apartado de sus funciones por hacer bien su trabajo.
San Ginés llevó cuatro veces una modificación puntual de ese documento a pesar de que dos técnicos le estaban advirtiendo de que había vicios de nulidad en el Plan. Frente a esas advertencias prefirió pedir otros informes y atrincherase en la obviedad de que mientras el Plan siguiera en vigor hay que aplicarlo. Hace un mes, su socio de gobierno encargó la redacción de un nuevo Plan, ante la certeza de que iba a ser anulado.
Es lo que tenía que haber hecho el presidente hace tiempo. Pero no lo hizo. Lo que sí hizo fue desprestigiar y apartar de sus funciones a esos dos técnicos que le advirtieron de que el documento tenía vicios de nulidad. Sobre el informe de Joana Macías dijo que tenía "errores de bulto". También dijo: "Yo no puedo dejar a los pies de los caballos a todos los juristas de la Corporación para defender un informe que dice que el Plan es nulo, porque no puede ser que una sea la más lista de la clase". Pues parece que lo era.
En un Cabildo donde no sobra ningún trabajador que haga bien su trabajo, San Ginés se ha permitido el lujo de que tanto Macías como Polo Díaz tengan su jornada laboral prácticamente desocupada, porque no se les encarga trabajo. Polo Díaz decía en su informe que se había cambiado en el documento la categoría del suelo donde se asienta Stratvs y que sin ese cambio "no podría instalarse en el suelo donde hoy se localiza". San Ginés lo destituyó como Director de la Oficina del Plan Insular y esa destitución hizo que el PSOE estuviera varios meses sin incorporarse al grupo de gobierno.
Pero lo importante es por qué San Ginés tenía tanto empeño en aprobar el Plan a pesar de que le estaban advirtiendo que podía ser nulo, como al final ha ocurrido. En primer lugar, lo intentó tres veces antes de las últimas elecciones, por si acaso no tenía oportunidad de aprobarlo después. Al presidente, como a los malos magos, se le veía el truco desde el principio, y las prisas no eran sólo por las elecciones. El Plan se lleva tramitando desde 2001. Los problemas de las bodegas, que son razonables, se alargan desde entonces. Hay que hacer algo pero hay que hacerlo bien. ¿Por qué no empezar de nuevo en lugar de querer meter con calzador una modificación para permitir más edificabilidad y más altura a las bodegas?
Antes de dar la respuesta, veamos cuál es la justificación. Las bodegas no pueden aguantar más esta situación y la ampliación es una demanda de todo el sector. Esto es cierto a medias. Supongo que recuerdan que antes del presidente actual del Consejo regulador hubo otra presidencia que duró muy poco. El nuevo presidente dijo que era una reivindicación de todas las bodegas, y, por supuesto de todos los agricultores. Una bodega, sin embargo, afirmó que la propuesta de modificación partió de Stratvs, y a los agricultores no se les ha visto pedir en masa que se apruebe el Plan.
Y hemos llegado al motivo. El dueño de Stratvs necesitaba argumentar cuanto antes en los tribunales que la nueva legislación contempla la posible legalización de la bodega. Necesita decirle al Tribunal que, aunque cierren la bodega o pidan su derribo, se podría volver a hacer de nuevo (si le dan permiso, si compra los terrenos que ha ocupado y si se ajusta a los que le permiten). Y resulta que ya lo ha hecho.
A pesar de todo esto hay quien no ve la gravedad del asunto. A mucha gente le parece normal que Rosa intente influir en el Cabildo (y en el Gobierno) para que le abran la vía de legalización que le cierran los tribunales. Y lo triste de todo no es que haya gente que lo vea normal sino que encuentra a mucha gente, incluido un presidente, que le hace caso y quiere ser el más listo de su clase. De la de Rosa, claro.
Comentarios
1 Perseguidos Mié, 16/11/2016 - 10:00
2 Martel Mié, 16/11/2016 - 12:35
3 Anónimo Mié, 16/11/2016 - 13:03
4 Y no hizo caso Mié, 16/11/2016 - 14:43
5 Pildoro Mié, 16/11/2016 - 16:14
6 Observador Mié, 16/11/2016 - 18:12
7 Efigenio Jue, 17/11/2016 - 13:18
8 Error Jue, 17/11/2016 - 13:25
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