Arrecife pide al Consorcio que señale las casas que aún vierten al Charco de San Ginés
El Charco de San Ginés ha pasado de ser el patio de atrás de la ciudad a la zona de ocio por excelencia. Sus aguas, sin embargo son las únicas en las que Salud Pública desaconseja el baño. El Charco se quedó con una sola entrada y salida de agua y se oxigena poco. Además, aunque se han sellado los pozos negros (el último recientemente junto a Ginory), las aguas negras siguen llegando, especialmente cuando hay lluvias y cuando hay algún problema en la estación de bombeo de la calle Cienfuegos.
En junio de 2013, el Consejo Insular de Aguas presentó en el Ayuntamiento un informe sobre vertidos de aguas residuales en el Charco de San Ginés. Hasta abril del año siguiente no se inició un expediente para tomar medidas. En diciembre de 2015 se ordenó a los propietarios de dos viviendas en la calle Juan de Quesada que enlazasen el desagüe de sus inmuebles a la red de alcantarillado y que inutilizaran sus pozos negros, “con las debidas garantías” para evitar “riesgo de contaminación”.
Sin embargo, en una inspección reciente del departamento de Medio Ambiente tras las obras se volvieron a observar “manchas en el agua” y un vertido “con aspecto de ser de procedencia residual”. “Indiscutiblemente”, resalta el informe de Medio Ambiente, “en la zona tiene que haber pérdidas bien en la red de saneamiento o bien de pozos” que “no hayan sido condenados correctamente”.
Los técnicos del Ayuntamiento tienen localizada una tubería por la que se vierte “agua residual” aunque “es de uso exclusivo de aguas de lluvia”, por lo que deducen que puede tener “alguna fisura o junta deteriorada” por la que entren las aguas residuales y terminen en el Charco.
El Ayuntamiento ha trasladado al Consorcio del Agua, organismo al que corresponde el “alcantarillado, los recursos hidráulicos, y a través de ellos, el medio ambiente y la salud de las personas”, que se debe “detectar” el “origen” de la “filtración de agua residual al mar” que se produce en el Charco.
De este modo, reclama que se identifiquen “todos los inmuebles que no estén conectados a la red de alcantarillado municipal” y todos los edificios que, aun estando conectados, hayan tenido antes pozos negros que “no hayan sido eliminados correctamente”.
También pide al Consorcio que compruebe “si existe alguna red de alcantarillado antigua que se haya quedado en desuso” y desde la que se pueden estar produciendo filtraciones. Y, en resumen, que “cuantas actuaciones sean necesarias para el restablecimiento y eliminación de las conductas prohibidas denunciadas”.
Se sigue detectando presencia de E.coli y Enterocos “muy lejos de los límites permisibles”, aunque la aparición de una colonia de algas está permitiendo la regeneración de las aguas
El departamento de Salud Pública del Servicio Canario de Salud (SCS) destaca que en la zona del puente del Charco se ha detectado presencia de bacterias Eschiricia coli y Enterocos “muy lejos de los límites permisibles”.
A pesar de esto, según fuentes municipales aseguran que ha mejorado la calidad del agua en el Charco. La ‘culpa’ de esta regeneración la tiene la aegagrópila valonia, una especie de ecosistema que tiene en su interior algas, estrellas de mar, esponjas y sedimentos que funcionan como un riñón o filtro: absorbe agua, se queda con las bacterias y la devuelve limpia. Por eso, ahora, la solución que se avanzaba para la limpieza del Charco, que pasaba por abrir hacia Puerto Naos para permitir la circulación del agua, sería contraproducente porque las valonias podrían desparecer (ya que tampoco se sabe por qué han llegado).
El otro problema del Charco sigue siendo la mano del hombre, que continúa haciendo algunas labores que se han hecho tradicionalmente con los barcos, como limpiar las sentinas, pintar o lijar. Desde el Ayuntamiento señalan que eso no se puede hacer y que es una de las prácticas que regula la ordenanza. “A nadie se le ocurre poner a punto su vehículo en la vía pública, lo lleva a un taller, ¿no?, pues el Charco es la vía pública”.
El expediente del Charco, a Fiscalía
El Ayuntamiento de Arrecife acordó a finales del mes de abril, “una vez determinado si los vertidos son susceptibles de causar perjuicios graves al ecosistema o a la salud de las personas”, poner “en conocimiento del Ministerio Fiscal, adjuntando copia del expediente administrativo e informe del técnico municipal”, las órdenes que ha dado para condenar dos pozos negros en sendas viviendas de la calle Juan de Quesada, así como su conclusión de que las filtraciones de aguas residuales persisten y que debe intervenir el Consorcio Insular del Agua para localizar el origen de los vertidos y ponerles fin.
Comentarios
1 Vecino Mar, 05/07/2016 - 11:42
2 María Mar, 05/07/2016 - 14:42
3 la jefa Mar, 05/07/2016 - 15:07
4 María Mar, 05/07/2016 - 18:55
5 elenamorada del... Mar, 05/07/2016 - 19:45
6 Marina Mar, 05/07/2016 - 22:48
7 El mal ajeno no... Mié, 06/07/2016 - 01:03
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