El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el  número dos de la formación morada y secretario político, Iñigo Errejón, han sido propuestos por la portavoz del grupo parlamentario, Noemí Santana, para que comparezcan a partir de septiembre, en calidad de expertos, en la Comisión de estudio sobre la reforma electoral canaria.

Santana ha confirmado a Canarias Ahora que "ya hemos hablado con ellos y están predispuestos, por lo que solo resta poder compaginar sus agendas para que uno de los dos, o los dos, vengan al Parlamento a exponer sus ideas sobre lo que debe ser un sistema electoral lo más democrático posible".

Para la portavoz de Podemos, "nadie puede dudar que ambos son politólogos, que han estudiado y asesorado sobre sistemas electorales de todo el mundo y, además, son las cabezas visibles de nuestro partido, así que es lógico que aprovechemos su experiencia para que la compartan en Canarias".

Aunque desde el Grupo Nacionalista no se ha querido hacer ningún comentario al respecto, desde el PSOE su representante en la mesa de la Comisión, Ventura Rodríguez, ha afirmado que "por nuestra parte no hay ningún problema, aunque creemos que lo que hay que hacer es trabajar en serio sobre un asunto muy importante y esperamos que nadie quiera convertirlo en un espectáculo mediático".

"Cada grupo es libre de convocar a los expertos que considere conveniente, nadie se va a oponer ni hay vetos, aunque nosotros preferimos llamar a gente que sepa sobre el sistema electoral de Canarias y de otros archipiélagos", remachó.

Maniobras dilatorias

Aunque esta buena sintonía es simplemente aparente, ya que los trabajos de la Comisión electoral  están envueltos en tensiones permanentes desde su constitución entre los grupos del Pacto (CC y PSOE) y los de la oposición, principalmente Podemos y Nueva Canarias (NC), y hoy no iba a ser menos.

En este sentido, el líder de NC y portavoz parlamentario, Román Rodríguez, ha vuelto a acusar al Pacto de crear "maniobras dilatorias para ganar tiempo", toda vez que se empeñan en reunir la ponencia, que es a puerta cerrada y sin presencia de los medios de comunicación, antes de que la propia Comisión haga su trabajo, imponiendo al resto de los grupos la elaboración de un informe previo.

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