Eufemia Delgado

Crónica de la Renault Famara Total

Hoy, día 18 de agosto, se ha celebrado la Renault Famara Total. Miles de seres se amontonan en el Espacio Natural Protegido para vanagloriarse, cuando se trata de cubrir un déficit no es lo mismo correr por una avenida que por un espacio sensible. Abuso y ego corren junto a público e inmortalidad. La masa muestra su habilidad comunal bajo la promoción Renault: beben, consumen, bailan, pisotean el hábitat merecedor de protección. El pueblo, bullicioso, viste sus mejores galas dispuesto a engullir como si no hubiera un mañana. La manada, engalanada, se estimula en el roce, se huelen unos a otros en el furor del jolgorio. Se reconocen. Exhiben la decadencia del ser humano en plena orgía de vulgaridad y devastación.

El concejal responsable ha manifestado “su deseo de honrar lo nuestro destrozándolo. Esta playa es testigo de mi bipedestación, la amo y somos los putos amos”. La masa se emociona, dispuesta a proteger lo amado se condensa en la misma playa marinándose en un caldo compuesto por sus propias aguas fecales y el aceite de los barcos que expolian la reserva marina. No hay un mañana, corren ríos de vino del país y cerveza autóctona financiados con el programa de soberanía alimentaria. Es la fiesta de la abundancia y del exceso: Reserva de la Biosfera en vaso de plástico.

El Acalde, sudado tras participar en la carrera, saluda a diestro y siniestro siguiendo al pie de la letra el programa cultural de su municipio. Promete seguir con su política de hacer la vista gorda con los numerosos excesos y, fiel a su línea, se fotografía con el representante de la empresa promotora del acto. “Para esto me votan - manifiesta orgulloso- para satisfacer las necesidades del votante sin límite ni control, que estamos a un año de las elecciones y este tipo de actos curte los sentimientos nacionalistas. Hoy, aquí y ahora, por Lanzarote.”

A su lado, hooligans recién llegados para el acontecimiento festejan el acierto de la política de promoción turística de la isla vomitando en la playa del pueblo junto con chonis y canis endémicos. Los coches, especie protegida del Archipiélago Chinijo, aparcan sobre las despreciadas aulagas convirtiendo el jable en polvo y el aire en gas. La belleza del lugar, esa que alimenta la sed de la mafia empresarial, decrece al ritmo que impone el retroceso. Involución, buen eslogan para el próximo reto de esta caterva. El Alcalde de Yaiza, municipio del progreso por excelencia, piensa en la “Maxi-reto Los Ajaches: Involution man and Biosfhere”.

El día anterior, la manada sacó a hacer lo propio con sus cachorros. “Hay que preservar las tradiciones y garantizar que las futuras generaciones sigan abusando de este entorno - declaró el concejal para, a continuación, lanzar una promesa de futuro - Puedo prometer y prometo que en las próximas ediciones subiremos el Risco de Famara cienes y cienes de personas. Lo devastaremos palmo a palmo bajo el lema Renault Man and children in the Biosfhere Total. Pisando fuerte, como Atila. Consumamos, festejemos, disfrutemos, exploremos. No hay límite.”

David, numen del bionacionalismo, saluda la iniciativa. En declaraciones a este medio, el pro-hombre del bionacionalismo reconoció que este acto es un claro ejemplo de cómo el animal llamado hombre puede extinguirse sin ni siquiera darse cuenta. “Promocionar al analfabeto funcional siempre resulta devastador - reconoce - sólo hay que añadirle grandes dosis de alcohol y música en directo. Lo tenemos estudiado, el bionacionalismo es nuestra apuesta para ganar las próximas elecciones. Promoción pública del Extrem Hommo no Sapiens: no falla.”

El Alcalde de Haría recibe humilde las felicitaciones de propios y extraños por su recién caducado Bien de Interés Cultural. “Nada como vender que protegemos desprotegiendo. Es lo Nuestro”. Marci, aprovechó la ocasión para recordar que en próximas fechas sus dominios informarán sobre el desarrollo del Bebedero de La Pamela, como acto cultural pensado para los que adolecen, y la Extrem del Volcán de La Corona “que en materia de protección y cuidado de nuestros espacios naturales no nos vamos a quedar cortos”.

El erario público asumirá los costes de seguridad, limpieza y la reparación tras el paso de la horda Renault. Miles de voluntarios limpiarán la playa y replantarán las especies pisoteadas a cambio de una camiseta con el eslogan de la Reserva de la Biosfera, mientras miles de insatisfechos subirán el Risco para entrenar cada día del año, abriendo nuevas rutas hasta que el cuerpo aguante. El Presidente reconoce que las cuadrillas del Cabildo están muy atareadas limpiando los alrededores de Stratvs como para dedicarse a estas minucias.

Ya pensaremos en el reto de Timanfaya.

Comentarios

Háztelo mirar...eh, igual aún estás a tiempo.

Añadir nuevo comentario