La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas juzgó este jueves en los Juzgados de Arrecife a Fernan W. D., que está acusado de un delito continuado de abuso sexual contra una menor de 10 años de edad en 2016.

En la vista oral, declaró la menor en una sala distinta a la que se utiliza de forma habitual para la celebración de los juicios de la Audiencia. La citada sala está dividida en dos espacios separados por un cristal que solo permite la visión desde uno de los lados. Está diseñada para casos como la declaración de menores.

La menor se ratificó este jueves en su testimonio. Según la Fiscalía, el acusado, que entonces tenía 59 años, se encontraba en la casa de la víctima, en aquel momento de 10 años, en una reunión familiar.

La Fiscalía sostiene que el acusado, “valiéndose de la especial relación de confianza que mantenía con el progenitor y la familia de la menor, aprovechando que en un momento se encontró a solas con la menor” y “animado por el deseo de satisfacerse sexualmente, le tocó el pecho”.

Además, según el Ministerio Fiscal, en otra ocasión, meses más tarde, mientras la víctima se encontraba bajo su cuidado volvió a realizar tocamientos a la menor y le dijo que se sentara encima de sus piernas “animado por el deseo de satisfacer su apetito sexual" comenzó a tocar en las partes íntimas de la niña y finalmente “le introdujo un dedo en la vagina”.

Por ello, la Fiscalía solicita una pena de hasta 12 años de cárcel, petición de condena que ha ratificado este jueves. Además de la pena de prisión, la Fiscalía también pide una indemnización de 30.000 euros por los daños morales causados a la víctima.

Por su parte, el acusado ha declarado su inocencia y ha negado las acusaciones. Su defensa, que ha pedido la libre absolución, ha hecho hincapié en el hallazgo de muestras de ADN en la víctima que no se corresponderían con el del acusado, según un informe.