La Asociación para la defensa contra el maltrato animal de Lanzarote (Ademal) ha llevado por primera vez un caso a juicio. Lo ha ganado y la asociación se siente victoriosa. Sin embargo, existen muchos otros casos en trámite que aún esperan respuesta por parte de los ayuntamientos de la Isla.

En la actualidad, Birgit Wenning es la presidenta. Junto a “su equipo”, como resalta, sacan adelante a un colectivo que no recibe ninguna subvención pública y que lleva a cabo numerosas denuncias gracias a la información que les facilitan residentes y turistas que observan a animales en malas condiciones, principalmente en pueblos o en entornos rurales del campo lanzaroteño.

Estos colaboradores y los miembros de Ademal se convierten en la voz de los animales. Wenning detalla, por municipios, los casos que llevan más tiempo sin supervisión por parte de los ayuntamientos.

Haría, pueblo “sin Ley”

En el municipio norteño hay gran cantidad de denuncias. “Jamás hemos visto una respuesta”, dice la presidenta de Ademal. Uno de los casos sucede precisamente en frente de las instalaciones de la Policía Local de Haría. Birgit señala que lleva estancado desde que fue denunciado en diciembre de 2021. Según se señala en el escrito presentado por Ademal al Ayuntamiento de Haría, “cuatro perros estaban encadenados entre sus propias heces”.

Por suerte, el dueño cedió a uno de los perros que se encontraba malherido por un accidente anterior, del cual no fue tratado. Actualmente vive en Alemania, “feliz”, según destacan desde Ademal.

El Seprona acudió al lugar y fue determinante para lograr sacar al animal. Sin embargo, “ahí siguen perros” e “incluso tienen nuevos cachorros de podenco”, comenta Birgit sobre la situación actual. Cuando se presentó el escrito de denuncia en diciembre de 2021, en el mismo se detallaba que, al ver la situación de los perros, se llamó a la Policía Local de Haría. Les contestaron que tenían un servicio y que irían luego.

Ademal tuvo que insistir varias veces para que acudiesen y levantasen acta. Cuando se personaron los policías, les comunicaron que no tenían veterinario y “que iban a intentar localizar al dueño”, recuerdan desde Ademal.

En el municipio norteño también se dio el caso de un perro con el hocico atado. “Fue llevado al Juzgado, pero nadie nos llamó para testificar, al parecer no hubo pruebas suficientes y su dueño no llegó a ser enjuiciado”. El atestado de la Policía “fue un desastre”, sostiene Birgit. “Ya nos resignamos con Haría, no sabemos qué hacer”, lamenta la presidenta de Ademal, quien resalta que la gente “tapa” las malas condiciones en las que se encuentran muchos animales y es poco habitual que haya quien denuncie. Es como un “pueblo sin Ley”.

Para la presidenta del colectivo, el gran inconveniente, en general de los concejales y concejalas encargados del Área de Bienestar Animal, es que asumen varias responsabilidades al mismo tiempo y “el gran perdedor siempre son los animales”. En el caso de Haría, ahora el encargado es Marcos Lemes, de Nueva Canarias (NC).

Más de 30 denuncias

En Teguise hay más de 30 denuncias pendientes. “Es un municipio dejado a su suerte en bienestar animal”, comparte la presidenta de Ademal. “No se puede culpar a la Policía Local, porque se ha renovado. “Nos han dicho que tiene muchas ganas. Ya lo veremos”, aclara Birgit. En Ademal no guardan buen recuerdo del “antiguo” concejal responsable, Gerardo Rodríguez. En su opinión, bajo su dirección el Ayuntamiento ha sido “un desastre” en cuanto al bienestar animal.

Ademal tiene varios casos en este municipio. Por un lado, en Tahíche, en mayo de 2022 la asociación denunció un terreno en el que se encontraban perros “en instalaciones indebidas e inadecuadas y en malas condiciones sanitarias”, tal y como describe una parte del escrito. Otro caso en Teguise, según Ademal, permanece “paralizado”. “Nosotros, como asociación, debemos de conocer cuál es el estado del expediente en cada caso”, aclara la presidenta.

Según la denuncia aportada por Ademal, este caso se denunció en mayo de 2022 y se volvió a comprobar la situación en marzo de 2023, sin que hubiera habido cambios. La situación “no ha mejorado”. En este caso, numerosos perros estaban en construcciones de jaulas de metal, con algún cobertizo “improvisado”, algunos de ellos amarrados, restringiendo su movilidad. No se observó ni sombra ni protección para la lluvia.

En Soo, también en el municipio de Teguise, tienen varias denuncias que consideran que están congeladas. Por un lado, un incidente notificado en marzo de 2021, de varios perros encadenados en sus propias jaulas, en una construcción de bloques hecha con “restos y no protegida de las inclemencias meteorológicas”, detalla el escrito.

En las fotografías que se aportan, se observa a numerosos perros con moscas, excrementos de varios días y basura alrededor. Este caso fue consultado por Ademal para ver en qué estado se encontraba. En septiembre de 2022, se comunicó a la asociación que este expediente estaba “en trámite”. Pocos meses después, se corroboró la situación de nuevo y “no había mejorado”.

Por otro lado, hay otro asunto con varios perros en “instalaciones indebidas e inadecuadas, en malas condiciones sanitarias y con el peligro” de que uno de ellos resulte “estrangulado accidentalmente”, ya que el animal se sube a un muro y está atado. Este caso sigue parado, según Ademal, a pesar de que se avisó en marzo de 2021 y se denunció en septiembre de 2022.

Tinajo y Tías

En el municipio de Tinajo, “han aflojado mucho desde hace tiempo”. “No recibimos respuesta, pero sí se molestan cuando publicamos algo en redes”, indica la presidenta de Ademal. Luis Miguel Pérez Berriel es el actual concejal del Área de Protección Animal.

“No te puedes ni imaginar la cantidad de denuncias que nos llegan de turistas”

“Primero optamos por el diálogo. Le escribimos. No obtenemos respuesta y así estamos durante dos meses. Cuando publicamos algo que les afecta, no tardan ni dos horas en contestarnos”, comparte Birgit sobre el efecto de las redes sociales en algunos ayuntamientos. “La última arma que tenemos es la publicación en redes”, dice la presidenta de Ademal sobre esta forma de “presión social”. “La población se está concienciando y denuncia”, recalca. “Si se quiere tener un perro que cuide una finca o una casa, que se compren una alarma”, reivindica Wenning.

En Tías, por ejemplo “no tienen ordenanza de Bienestar Animal. Es el único ayuntamiento que no tiene”, afirma Wenning. En su web tampoco figura. “Los sábados, domingos y festivos no tienen recogida de animales”. De esto se enteró Birgit cuando encontró un perro el mes pasado, según le informó la Policía. “Ico, la técnico, siempre se muestra afable y con ganas de ayudarnos. Tenemos muy buena comunicación”, comparte de su “excelente” labor. Nicolás Saavedra es el encargado de Protección de los Animales, una tarea que ya desempeñó en el pasado mandato.

Yaiza y Arrecife

El municipio que funciona “bien”, en opinión del colectivo, es Yaiza. Águeda Cedrés es la encargada del Área de Bienestar Animal. “La Policía de Yaiza es estupenda y, junto con Doggys del Sur, la protectora de animales, hacen un trabajo increíble”, relata Birgit acerca de la “magnífica” labor que realizan.

El Centro de Protección Animal de Arrecife, lo que antes se conocía como la perrera municipal, ha incorporado nuevos profesionales y “ha mejorado el servicio de bienestar animal” en el municipio capitalino. “El otro día fueron a la playa con los animales. ¡Tendrías que verlos! Las instalaciones también son ideales”, describe Birgit acerca de este servicio del Ayuntamiento de Arrecife. Para Wenning, en líneas generales “la Administración no ha entendido todavía que el bienestar animal es un concepto muy importante”.

Isla “libre de maltrato”

“No te puedes ni imaginar la cantidad de denuncias que nos llegan por parte de los turistas, ya que se ponen a caminar por la Isla y encuentran animales encerrados o amarrados”, explica Birgit. “Si Lanzarote es una isla relativamente pequeña, ¿por qué no minimizamos el maltrato animal?”, se pregunta Birgit, quien va más allá: “¿Podría ser Lanzarote una isla totalmente libre de maltrato animal?”.

Con la llegada del nuevo presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, se prometió crear un albergue municipal con servicio de recogida 24 horas, veterinarios y personal cualificado, entre otras cuestiones, según recuerda la responsable de Ademal. “¿Lo hará?”, se pregunta Birgit, para quien la educación es fundamental. Las charlas de concienciación en los centros educativos son imprescindibles: “La base es la educación”.

Desde Ademal, tienen claro que es preciso cambiar dinámicas en el trato a los animales asentadas desde el pasado. Bien por “ignorancia” o por “una tradición adquirida a través de los años” o “porque se trata a los animales como se aprendió viendo a los padres o abuelos”, en muchas ocasiones el responsable de un caso de maltrato animal no considera que esté haciendo nada mal. “Simplemente repiten comportamientos adquiridos en el seno familiar y el hecho de tener un perro encadenado de por vida, y alimentado con pan y agua, no lo entienden como maltrato. Es mucho el trabajo que hay que hacer y educar, sobre todo en zonas rurales”, detalla Birgit.

Protocolo a seguir

¿Cuando alguien es testigo de un caso de maltrato animal, cómo debe actuar? La presidenta de Ademal señala los pasos que hay que seguir ante un supuesto maltrato o un abandono. Primero se debe llamar a la Policía y los agentes deben coger los datos. Activan, por ejemplo, el Servicio de recogida de animales abandonados o perdidos.

En el caso de un posible maltrato, también debe acudir la Policía, levantar un acta para el procedimiento de la sanción o denuncia, “aunque a veces no lo hacen”. Se debería actuar de forma “similar a como si fuese un accidente”, dice Birgit. “Deben llamar a un veterinario in situ, allí mismo. Si no tienen uno municipal, pues llamar a otro. El veterinario tiene que desplazarse y verificar el estado del animal. Pueden incautarlo o levantar un acta para la denuncia o una posterior sanción”, aclara sobre el procedimiento.

Desde Ademal consideran que muchas veces existen fallos por parte de los responsables de la Concejalía competente de Bienestar Animal en cada municipio a la hora de informar acerca de un determinado caso. En ese sentido, la asociación sostiene que no se informa a la ciudadanía como se debiera y, por esa razón, se desconocen los procesos legales o la situación de cada animal y de cada caso.