Malpaís Records aparece en la escena
Charlie Romero impulsa esta iniciativa para apoyar a bandas locales fuera del “radar habitual”, a las que graba y coloca sobre el escenario
Lo que nació en el año 2020 como una tienda online de discos de segunda mano fue cambiando después hasta tomar el camino de una pequeña discográfica, productora de conciertos y de representación de grupos. Eso es Malpaís Records. O eso es lo que se ha propuesto que sea Charlie Romero: “La idea era poder dar una oportunidad a los grupos locales, apoyar a que crezca la escena local”, dice.
A Charlie, el amor por la música le viene de toda la vida, como la fascinación por el directo y también la pasión por el coleccionismo. Dice que es “un enfermo del plástico”. En concreto, del policloruro de vinilo.
Malpaís da la oportunidad a los grupos de grabar discos y de poder tocar en Lanzarote y en otras islas. Y la cosa no está fácil. “Hay muchos grupos buenos, pero pocas salidas”. Graban en Canarias, pero el soporte físico llega desde la República Checa, donde permanecen aún las fábricas de vinilos.
“Lo más complicado, aunque parezca mentira, es la aduana”, dice el responsable de la discográfica. Los discos tiene que pagar por entrar a Canarias, por el régimen fiscal canario que incluye el Arbitrio sobre Importaciones y Entregas de Mercancías en Canarias (AIEM), creado en teoría para proteger la industria local. Lo que pasa es que en este caso “en Canarias no hay fábricas de vinilos” a las que proteger.
“Hay que ayudar un poco a la base, a los grupos locales, y sacarlos de la precariedad”
El estilo de la discográfica es “abierto”, dentro del pop rock, desde el pop latino de Ya no te quiero, el primer grupo con el que empezó la aventura con su disco Latinoamérica, hasta el rock más clásico de Los Iguales o la llegada de Clavelitos, cuyo estilo definen así: “Un indie bellísimo con reminiscencias de Laurel Canyon, aquel criadero musical de la costa Oeste californiana donde anidó la psicodelia y la creatividad colectiva. Melodías complejas, juegos y pedales. Escuchar a esta banda conejera es coger una ola de fuego”.
En general, “veteranos de la escena” que ya tuvieron otros grupos anteriores y que se han vuelto a juntar para ensayar y subir a los escenarios y grabar. De todas formas, antes de comenzar con Malpaís Records, Charlie ya había organizado conciertos de grupos como Ant Cosmos, Brutalizzed Kids, Cumbia Ebria, Usted, Resonance, El Pilar Azul, Parade, Trinidad, Cabeza Borradora, Gaf y La Estrella de la Muerte o Moustache.
“Tocar ahora se ha vuelto muy difícil -señala-, porque apenas hay salas y las que había están cerrando”. En Lanzarote, los pocos bares que podían acoger este tipo de conciertos han cerrado. “Puedes tocar en bares en Puerto del Carmen, por ejemplo, o en hoteles si haces versiones, pero para tocar un repertorio no hay sitios”.
La situación en el resto de las islas es parecida. En Puerto del Rosario está el Pub La Tierra y en Las Palmas de Gran Canaria solo está La Fábrica de la Isleta y el Arequipa 6, pero que es un lugar de salas de ensayos con una especie de salón. En Tenerife, en La Laguna, está el Aguere y algunos bares.
Dice Romero que como no hay sitios donde tocar, la gente joven, “aunque quisiera no tiene ilusión por montar un grupo”. Al menos es uno de los motivos. Para la gente de más edad no es tan relevante porque muchas veces se junta para pasarlo bien, “pero la gente joven quiere tocar”.
Con este panorama se depende de las instituciones, “pero no se puede depender solo de eso”. Este año, en cualquier caso, Malpaís ha podido organizar una serie de conciertos en La Recova, “gracias a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Arrecife”, señala Charlie. También ha organizado algún concierto en El Almacén. No es lo habitual, porque los festivales o eventos que organizan las instituciones públicas normalmente están orientados a otro tipo de música “y no tanto a lo que está fuera del radar”.
“Tocar ahora se ha vuelto muy difícil porque apenas hay salas y las que había están cerrando”
El sello trata, al menos, de ayudar a la profesionalización de los grupos, de facilitarles la manera de tocar “y sacarlos de la precariedad”, apunta. También de grabar, solo en vinilo, a la vieja usanza, porque es el formato que más le gusta, donde “el arte también se ve mejor” aunque se venda ya muy poca música en soporte físico y que también sea difícil “convencer a alguien que pague incluso por las descargas, que además dejan muy poco dinero a los artistas”. Los discos de Malpaís Records se venden en la Librería La Madriguera en Arrecife y online, pero también en No fun y Lambada en Gran Canaria y en Hey boy, Hey girl en Tenerife.
Charlie tiene otros grupos en mente “y entre manos” tanto de Lanzarote como de otras islas. Se trata de “crecer de manera ordenada y “ayudar un poco a la música”. Cree que Canarias pasa por un buen momento creativo pero que no se corresponde con la situación para poder tocar.
Si en Canarias es difícil, dar el salto a la Península lo es aún más, aunque hay ayudas del Gobierno canario a la movilidad en forma de subvención y pasando por la prueba de paciencia de la sede electrónica. “Hay que ayudar un poco a la base, a los grupos locales, porque si no te vas a quedar un día, dentro de unos años, sin grupos que toquen”.
En ocasiones Charlie, además de promotor y manager, es el hombre para todo del rock insular para los grupos de fuera. Si un grupo necesita un local de ensayo, se lo busca, o un instrumento o hasta un músico: “Si hay que echar una mano, pues claro que sí”, concluye.
Comentarios
1 guanarame Dom, 08/09/2024 - 04:55
2 Musiquero Dom, 08/09/2024 - 11:41
3 Javi Lun, 09/09/2024 - 08:11
4 Román León Lun, 09/09/2024 - 13:55
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