CULTURA

Libros viejos, nuevas vidas

Alexis de La Cruz abre en Arrecife La Madriguera, una librería de segunda mano y compraventa para el encuentro lector y la resurrección de los volúmenes

Fotos: Manolo de la Hoz.
Myriam Ybot 0 COMENTARIOS 16/09/2019 - 06:09

Por una de esas casualidades nunca imaginadas, este reportaje da sus primeros pasos en Arrecife un 9 de agosto, Día internacional de los amantes de la lectura. Y Alexis de La Cruz, sentado libro en mano en un banco de la muy arbolada y peatonal calle Antonio Porlier y Sopranis, bien pudiera haber protagonizado el cartel anunciador de la jornada.

A sus espaldas, La Madriguera, primer comercio de libros de segunda mano y compraventa en Lanzarote que promete hacer las delicias de lectores compulsivos, aficionados a las rarezas literarias, buscadores de primeras ediciones o curiosos de las letras con tiempo libre.

Exfumigador de aeropuertos, excocinero, exresponsable de videoclub, proyecto fallido de profesor por ausencia de vocación, filósofo y poeta. El joven emprendedor ha hecho un largo periplo hasta llegar a su meta, sostenida por su amor a los libros y la posibilidad de organizar sus días en torno a ellos.

En 2015, la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) advirtió del declive del ciclo de vida de las librerías en España, donde cada día cerraban entre dos y tres de estos espacios, con un saldo de 912 clausuras frente a 226 aperturas. La caída en las ventas no dejaba lugar a dudas a la vista del 18 por ciento de retroceso, imparable desde 2011.

Sin embargo, parece que lo peor ha pasado. En 2018 en Madrid echaron el cierre cinco librerías y celebraron inauguraciones seis, más especializadas, más modernas, más dinámicas, con oferta de talleres, conferencias, cuentacuentos o café y espacio para la lectura en su interior. Le roi est mort, vive le roi! O como aseguraba la archipopular cita lampedusiana, cambiarlo todo para que nada cambie.

Con El Gatopardo como bandera, o no, el pasado 27 de julio De La Cruz abría al público el negocio con el que ha soñado desde la primera vez que se adentró en Tenifer, establecimiento señero de La Laguna, con oferta de volúmenes de ida y vuelta y de ocasión y más de 40 años de vida.

“El nombre de mi librería se puso solo”, asegura. Había barajado distintas alternativas pero al asomarse al primer local de la lista -que también sería el último-, La Madriguera ganó por goleada, al reunir la estructura de pasillo con recovecos, el piso ajedrezado y la misma promesa de aventuras que contenía el túnel por el que se adentró la inmortal Alicia de Lewis Carroll.

Alexis habla en plural. Su compañera de travesía es Yurima Hernández, artífice del interiorismo del local y compañera infatigable de proyecto y de vida, que se hace presente en la tarde a través de los versos de Rafael Heliodoro Valle, recogidos en una primera edición de Espasa Calpe de 1940: Vibro tan solo por un sueño, vibro/por realizar un simultáneo empeño:/que leamos los dos el mismo libro/y soñemos los dos el mismo sueño.

Al otro lado de la puerta

En el proceso de reforma del interior, tras unas chapas que cubrían la pared última del local, quedaron al descubierto el muro en perfecto estado y una puerta inexplicable y desubicada de reverso misterioso, al modo del espejo de Alicia. En La Madriguera es hoy el marco violeta de la literatura feminista, escrita por mujeres o dedicada al público femenino.

Otros rincones de esta librería low cost son la ventana artesanal restaurada destinada a la poesía, el diván del psicoanálisis, la hornacina de literatura extranjera o el jolatero que acoge textos relacionados con Canarias.

Para quienes van a tiro hecho, hay estanterías organizadas por géneros; pero aquellos que aman la búsqueda despaciosa entre volúmenes propia de las librerías de viejo, el pasar de páginas, la lectura de solapas y la satisfacción de hallar un título apreciado, encontrarán las clásicas cajas con volúmenes, argumentos, firmas y editoriales en un batiburrillo inclemente.

El librero es optimista: “Se lee más de lo que pensamos, al menos esa es mi experiencia de ventas al cabo de dos meses. Tanto el libro electrónico como las pantallas son compatibles con el papel. Soy un buen ejemplo: desde pequeño me han encantado los videojuegos pero eso no impidió mi afición a la lectura”.

Aunque reconoce las posibilidades del cada vez más popular e-book -“Yo mismo recurrí a este formato para leer una obra descatalogada de Stefan Zweig, Novela de ajedrez”-, asegura que los libros nunca perderán el componente romántico: “Tengo algunos ejemplares de poetas mexicanos y hondureños, en primeras ediciones de los años 40, que tienen un olor especial; deberían hacerse catas de libros antiguos, como de vinos o de quesos”.

Y de entre ellos, la proverbial joya de la corona de los fondos de Alexis de La Cruz es a su juicio la edición de Losada de Navegaciones y regresos, un poemario de 1959 de Pablo Neruda intacto y cosido por pliegos que exigen del vetusto corte manual con abrecartas.

Volar la fantasía

“Otra de las aventuras que proponen los libros de segunda mano es lo que puedes encontrar entre sus páginas, que da pistas del anterior propietario, al tiempo que invita a dejar volar la fantasía”, dice. Y en ese momento se hace la magia: Del interior de Imaginación de México, de Rafael Heliodoro Valle, surge un resguardo amarilleado del abono de un compartimento a la Compañía Internacional de Coches-cama fechado el 14 de diciembre de 1945, apenas unos meses después de concluida la Segunda Guerra Mundial. Un tren de lujo, un momento histórico, un libro de poesía... ingredientes sobrados para una buena historia.

Entre otros de sus descubrimientos curiosos, -desvela De La Cruz-, está la perfectísima e icónica hoja seca de marihuana aparecida entre las páginas de una enciclopedia sobre la Transición que vio la luz en los ochenta o el retrato en blanco y negro de dos señoras de abundante maquillaje y abrigos de piel que miran a cámara con picardía, en una segunda edición de las Prosas profanas de Rubén Darío que el joven librero adquirió en la Cuesta de Moyano.

Libros como cofres de tesoros, puertas a la imaginación, regalos por desenvolver. Y en los últimos tiempos, bálsamos para los males del alma. En Reino Unido, los médicos de familia han empezado a recomendar a sus pacientes arte y cultura, poesía y ficción contra el estrés y la ansiedad.

Alexis de La Cruz va más allá y vincula las letras con el amor a través de la organización de “tinders literarios”: “Se trata de una cita a ciegas con un libro, que adquieres a precio simbólico a partir de algunas claves escritas en su envoltorio. El objetivo es el flechazo por un autor desconocido o un relato nunca imaginado”. Además, naturalmente, de compartir emociones y experiencias en La Madriguera y aledaños con el resto de participantes.

ALEXIS ES ALEDDÍN

La aportación al mundo de las letras de Alexis de La Cruz es un poemario autoeditado en Barcelona en 2015, Eclipse de girasol, cuyos últimos ejemplares se han despedido estos días de su autor y han dejado La Madriguera, camino de mesillas de noche, estanterías y rincones de lectura. Aleddín Delacroix, alter ego del librero cuando estaciona el negocio y se dedica al placer, despliega una potente voz en verso y prosa poética, intimista, irónica y conectada con la actualidad.

Además, a medio camino entre el trabajo y la pasión por la escritura o como consecuencia de ambos nació Madrigario: “Nunca he llevado un diario, pero las largas horas en la tienda me llevaron casi sin sentir a comenzar un cuaderno de bitácora del viaje en La Madriguera desde el día de su apertura. Recojo anécdotas, dibujos, improviso poemas, narro encuentros… Creo que será algo importante para mí en el futuro”.

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